martes, 4 de febrero de 2020

4-F-92: PRIMERA REBELION DE UN EJÉRCITO DEL ABYA YALA CONTRA LAS DOCTRINAS DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO DE EEUU




BATALLA DEL PANTANO DE VARGAS
En el año 1823, recién sellándose los procesos independentistas al sur del Abya Yala impulsados por el Libertador Simón Bolívar y su ejército, el presidente de los Estados Unidos (EEUU) James Monroe enuncia un cuerpo de ideas expansionista de los intereses de ese gobierno en la región, con el fin de detener la contraofensiva europea que ya se manifestaba por parte de los reinados de Inglaterra, Francia, Holanda y la misma España para tratar de recuperar los territorios perdidos y mantener su influencia. Dicho estamento se resumió en la frase “América para los americanos” y se le llamó Doctrina Monroe en referencia a su creador. Viajaba un eufemismo en esta intención ya que se trataba en realidad de “América para los EEUU” y le permitía a ese país el derecho de intervenir políticamente e invadir militarmente en cualquier nación o territorio donde consideraban afectados sus intereses. Hasta hoy, ese dictamen tiene plena vigencia para los EEUU. La doctrina Monroe es madre de otro código de dominio conocido como Destino Manifiesto que se abroga el gobierno de ese país desde tiempos en que los colonos irlandeses poblaron sus vergeles y luego fue enunciado por el periodista John L. Sullivan en el año 1845; el mismo otorga a EEUU el derecho o destino por divinidad celestial, de dirigir e imponer sus reglas de juego a las demás naciones.

THEODORE ROOSEVELT
La expansión geopolítica de los EEUU hasta transformarse en cancerbero del imperio capitalista luego de la llamada Segunda Guerra Mundial ha sido posible a través de la conformación de un inmenso aparato militar acompañado del desarrollo nuclear de su poderío y la influencia doctrinaria ejercida en Europa a través de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y en el Abya Ayala con la imposición de la llamada Ley del Gran Garrote (Big Stick) enunciada por el presidente Theodore Roosevelt en 1901, cuyo método diplomático consiste en establecer relaciones e influencia siempre teniendo como alternativa una medida de presión o agresión que consiste en intervenir o invadir el territorio, derrocando al gobierno del país en cuestión. Resulta que el Gran Garrote ha tenido su fase ideológica y doctrinaria basada en la fundación de la llamada Escuela de las Américas en el año 1946, creada en principio con un fin de protección interna para los EEUU en la llamada Guerra Fría y luego se convirtió en un centro de adiestramiento de miembros de altos, medios y bajos mandos militares y policiales de países del Abya Yala. Ubicada en sus inicios en Panamá, se les adiestró en aplicación de torturas, represión de todo tipo, contrainsurgencia y en la defensa de los intereses de los EEUU por sobre cualquier gobierno acusado de tener ideas comunistas o progresistas, a los cuales se les hostigaba hasta su derrocamiento. Esta operación transformó a los ejércitos de todos los países en fuerzas de ocupación al servicio de los EEUU.

GENERAL OMAR TORRIJOS
Desde la llamada Guerra Fría que se inicia con el Tratado de Yalta en 1945, ningún ejército de países del Abya Yala se había rebelado contra la doctrina de la Escuela de las Américas hasta la insurrección militar del 4 de febrero de 1992 en Venezuela que tuvo como protagonista visible al comandante Hugo Chávez Frías. Este levantamiento estuvo dirigido a deponer el gobierno de Carlos Andrés Pérez (CAP) quien fue un dilecto cachorro del Pentágono, adepto incondicional a los dicterios del inquilino de la Casa Blanca y sus asesores. CAP fue ministro de relaciones interiores del gobierno de Rómulo Betancourt (1959-1963) y fue quien dirigió las operaciones represivas contra las insurrecciones habidas en Carúpano y Puerto Cabello que buscaban derrocar aquel gobierno asesino. Este CAP fue el mismo que siendo Presidente en un primer periodo (1973-1978) se promovió como líder tercermundista, animando a los presidentes Jaime Roldós de Ecuador y Omar Torrijos de Panamá a develar sus intenciones autonomistas, acto que les trajo consigo el estallido de sus respectivos aviones presidenciales que les ocasionó la muerte, en lo que parece, a ciencia cierta, la ejecución de sendas operaciones encubiertas. El guante blanco de CAP aparece como presunto implicado en este escenario. Por esta razón, cualquier levantamiento contra un gobierno presidido por este agente del imperio yanki es una rebelión contra la doctrina de la Escuela de las Américas y de todo el Departamento de Estado, implantada por el gobierno de los EEUU, aplaudida por CAP en sus labores como ministro y como primer mandatario.

KLEBER RAMIREZ
La rebelión del 4-F-92 impactó a fondo a la sociedad venezolana, sorprendió a no pocos que pensaron que se trataba de un madrugonazo improvisado por alguna alianza política oportunista y no un proceso interno madurado por varios años que no corresponde a este trabajo escrito describir. Pero más impactó a las bases tradicionales del ejército apegadas a la doctrina del Departamento de Estado de los EEUU. La represión que se desato sobre los miembros del ejército involucrados en la rebelión estuvo dirigida por oficiales que eran abiertos simpatizantes de las políticas pitiyankis. No se trató de una simple confrontación entre militares constitucionalistas contra militares pro-CAP. Más bien fue el inicio de la visibilización de una tendencia de carácter revolucionario que hacía vida insurreccional endógenamente en esta fuerza castrense, para dar el paso importante hacia la superación de los males de la IV República, tal y como lo diagnostica de forma brillante, el militante revolucionario Kleber Ramírez en un extraordinario libro.

HUGO CHAVEZ FRIAS Y FRANCISCO ARIAS CARDENAS
Este pugilato militar transformado en un barril de pólvora interno desplegado durante todo el período de la IV República (no se debe pasar por alto que miembros del ejército firmaron el manifiesto de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional: FALN, en el año 1962) tuvo su señal histórica en los sucesos del 27 de Febrero del año 1989 donde el pueblo recuperó los espacios que le eran negados por encima de la tragedia sufrida; luego hizo explosión el 4-F para encender la calle de manifestaciones diarias que provocaron el antejuicio de mérito y renuncia de CAP, la llegada a la presidencia de Rafael Caldera, la colocación del pueblo venezolano a la izquierda del espectro político y la sonora victoria del comandante Hugo Chávez Frías en las elecciones del año 1998. Hasta este momento, la confrontación entre las tendencias pitiyanki y revolucionaria no se había materializado a fondo. Este escenario sería propicio luego del zarpazo perpetrado contra el gobierno constitucional del comandante Chávez por el alto mando militar pro EEUU en el año 2002.

13 DE ABRIL DE 2002
Un grupo significativo de cachorros militares amantados por el Pentágono gringo asoman la cabeza definitivamente durante la toma de la Plaza Altamira luego de los sucesos del 13 de abril del año 2002 agotando sus últimos cartuchos. Eran los hijos de aquellos militares y policías que torturaron, desaparecieron dirigentes, masacraron pueblos en las décadas de los años 60, 70, 80 y 90 del siglo XX. Aquí se vio el deslinde histórico producido por el movimiento que ocasionó la rebelión del 4-F. El liderazgo cívico militar que se fortalecía en la persona del comandante Hugo Chávez tomaba cuerpo en cada palabra de aliento a esa Fuerza Armada tocada históricamente para un movimiento emancipador de la patria venezolana. El agigantamiento de ese liderazgo trajo a este ejército, además del ejemplo nacionalista, el legado anfictiónico, el compromiso popular, la razón de ser formativa para acometer las causas del país, la concepción de seguridad y defensa de la nación, la defensa de las fronteras, la recuperación del Esequibo y tantas otras resurrecciones de un ejército condenado al servilismo por la IV República, sacado de ese pantano ignominioso por el pronunciamiento heroico del 4-F.

MAESTRO SIMON RODRIGUEZ
Una mirada al espacio geográfico de los pueblos del Abya Yala y observaremos el papel indigno que siguen cumpliendo los ejércitos nacionales al servicio de la doctrina de siempre. Lo ocurrido en Colombia (donde el ministro de la defensa renunció debido a una nueva masacre) en Chile (donde aún tortura Pinochet con mano fantasmal al mando de unos carabineros genocidas) y en Bolivia (donde la traición militar acompaña el sable como el marcalibro de una Biblia al servicio del fascismo) y no tardaremos en valorar el papel cumplido por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en la consolidación de los espacios de diálogo democrático en favor de la paz, la neutralización de la violencia politiquera venida de los factores oligarcas que han visto afectados sus intereses (sobre todo los ideológicos), la garantía disuasiva de dialogar con un imperio arrogante, bruto, fascistoide, aberrado, contando con un ejército que es un pueblo en armas dispuesto a hacer respetar la soberanía e independencia. Aunque los ejércitos nunca dejarán de confrontar pruebas de lealtad a los pueblos en las luchas revolucionarias del porvenir, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana por legado histórico, referentes patrios, tránsitos emancipatorios, desafíos ante fuerzas imperiales ha superado pruebas contundentes que lo perfilan como una vanguardia continental que bien pudiera liderizar próximas dimensiones integradoras que fortalezcan los procesos libertarios de los pueblos de todo el Abya Yala.


   

1 comentario:

  1. La verdad es de la historia y las pruebas están en los hechos mismos registrados en los archivos de los aparatos represivos y de intervención de las grandes corporaciones internacionales. Lo que preocupa es que luego de ser develadas las acciones terroristas y de intervención del imperio aparecen la figura de los tres monos: no ve, no escucha y no habla.
    Faltaría un cuarto mono, el cual le lleva la soga al Verdugo.
    Los pueblos se queda esperando la Justicia Celestial.

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