lunes, 14 de mayo de 2018

¡YA ME CAYÓ EL BONO!





Nada más fascinante para el estudio del lenguaje que la escucha, lectura e interpretación del habla popular, máxime cuando se explora tomando en cuenta la creatividad. En la cultura occidental, desde la Revolución Francesa se inicia un lento, paulatino pero constante reconocimiento del lenguaje salido del pueblo. La real academia de la lengua de todos los idiomas europeos creó una metáfora para encasillar las incorporaciones callejeras, barriales o campesinas denominada “vulgarismo”, de donde devienen lo vulgar, lo mundano, lo cotidiano, lo popular que ya tienen cierto restringido reconocimiento por la oficialidad lingüistica.