Soy tu combatiente
Aparto algas de tu desnudez
Restos de espumas y
caracoles
La arena de tus senos
Los ecos de un alcatraz de
tus ojos
Soy tu combatiente
El Ave Fenix me recibe con
tu abrazo
Indago la próxima batalla
Hay una fogata en el lecho
Sonrisas conjuran la muerte
Batallas de piel brotan de
nuestras raíces
Tempestades
corpóreas auguran sudores
Una cadena
de ruidos universales baja de los infiernos
Tuyo y mío
es el desafío de elevarse o no hasta los confines
¿Por qué si
no estás oigo tu voz?
¿Por qué
tus angustias me recuerdan a Palestina?
Eres esa
reinvención que me espera ardiendo
Sé que una
aurora te anida en palpitares
Soy tu
combatiente
Y en cada
saliva tuya hay un eco en alerta
Renazco en
la tierra donde acaecí sorprendido
Me escuchan
una selva un canto y tus anhelos
Apuñalo el
delirio con cuentos de mi vida
Soy tu
combatiente
¿Acaso
estas olas esta arena y este mar me lo has regalado?
¿En qué
lugar las tempestades del sur hicieron nido?
Basta con
imaginar la distancia entre tu ombligo y tus rodillas
Apareces… y
tus justanes huyen despavoridos ante mi avalancha
Deletreo
oraciones invocando llamados
Habrá
templos donde acepten mis desvelos por tus caderas
¡Qué manía
verte como la diosa de una taberna en jolgorio!
El trago en
un pequeño vaso y una rocola recitando canciones olvidadas
Carta de
una baraja entre nosotros
Lees la vía
láctea con embrujos calmados
Invocas
todos los desiertos y todos los silencios
Decretas
las artes de creer en mí como un augurio
Soy tu
combatiente
Y te dejo
mis armas esenciales
Mis ojos
para tus insomnios
Mis manos
para tus artilugios traviesos
Mis pasos
para que dibujes el silencio
Y eso sí…
te dejo mi cuerpo
Para que tu
pubis lo mantenga despierto
Restregado
en dianas imbatibles
Porque soy tu combatiente
Del poemario inédito El Pozo de los Anhelos