Desde
el Mundial de Fútbol de 1966 llevado a cabo en Inglaterra escuché
el primer pitazo del Mundial de Fútbol. Fue por la radio, al
acercarme a un grupo de vecinos de Lomas de Urdaneta que escuchaban
aquel momento esperado. Estaba finalizando el año escolar, yo salía
del sexto grado y aún no habían llegado las transmisiones por vía
satélite a la televisión. Aún cuando pertenecía a la Liga de
Fútbol Menor que había fundado Antonio Cabrujas en Catia, jugando
en un equipo del Bloque 12 llamado Peñarol, homónimo de aquel
legendario club uruguayo que tantas estrellas dio al balompié
mundial, no sabía nada de lo que pasaba en los llamados Mundiales de
Fútbol.