Potius pugna vicit
gentibus
quid thug sanctus (*)
Epígrafe del libro sin título ni autor dedicado al santo
desconocido
Del santoral católico es el más oscuro, marginado y totalmente desconocido benemérito. Data su historia de la misma fundación eclesial, dado su nacimiento en Belén, justo aquel 24 de diciembre hace dos mil veinte años a escasos metros de un conocido pesebre. Huelga decir el milagroso salvamento de la persecución herodiana cuando un acaudalado fariseo, su padre, lo encargó a Juan el Bautista con el fin de convertirlo en sesudo profeta; éste lo echó de su lado pues, en la medida del crecimiento, el Bautista recibía del niño improperios y denuestos incalificables. Entonces su madre lo castigó con la obligación de vivir en el desierto cien días con sus noches a pan y agua. Esto le forjó un inexplicable carácter rencoroso.