A
Majd Barbar
Palestino
Y a su pueblo en resistencia contra la hiena imperial
Luego de bañarte de ignominia en
sus mazmorras
Colocaron comillas a su ley y
te enviaron a casa
Padre madre hermanos y amigos
te limpiaron con su alegría
No puede la hiena atisbar la
felicidad otra
Celebraban tu figura amorosa
de nuevo en casa
Tu sombra el regalo del día con
el sol abierto
Tu luz saliendo del corazón
como pájaros ansiosos
Tu sudor manando como lluvia
de tu frente laboral
Tu seriedad en el porvenir de
tu pueblo mancillado
Tu abrazo el huerto de las
abuelas en sus siembras
Tu sonrisa el trampolín de la
infancia en la tierra
Tu beso huella de la memoria
imperecedera
Tu libertad baile eterno
colectivo infinito al tiempo
Tus pasos homenaje a la calle de
la sencillez
No soporta la hiena tanta
humanidad sin su colmillo
La soldadesca te buscó de
nuevo entre las risas
Apartaron bienvenidas a golpes
de ladridos babosos
Patearon los jolgorios
aplastando cariños y ternuras
Hicieron salir la interrogante
la perplejidad el encono
Allanaron el porvenir con
asfixia de pólvora y cañón
La valentía prestada de sus
cancerberos se impuso
Ayer te volvieron a encarcelar
Pero en el desorden dejado en
tu hogar
por estos enemigos de la dignidad
De las raíces hondas forjadas
por la angustia
Seguirán creciendo
Como bellas flores imbatibles arrecheras
Certeras afiladas lumínicas resistencias
Aladas sublimes gloriosas
dagas
Los pueblos con sus
conciencias las abonarán
En ese jardín justiciero ha de
culminar la expoliación
Del detritus sionista