A
propósito de FILVEN 2012
Los seres humanos y humanas debieron haber llegado por
primera vez a este cosmos terráqueo con un libro en el imaginario más
recóndito. La idea de dejar plasmada su existencia en alguna parte, utilizando
cualquier medio perdurable a su alcance es tal vez —junto a la música— una de las
primeras manifestaciones que reivindican al hombre y a la mujer en su contexto
existencial. Aún sin alumbrarse con el fuego, tendían a cantar de noche y a
horadar las piedras de día para dejar allí sus primeras señales. Son éstas las
huellas del libro en la humanidad, desplegadas a todo lo largo de la historia
en piedras, cuevas, paredes, palimpsestos, papiros hasta llegar al papel y a la
edición. Hoy cuando tenemos un libro en las manos y abrimos sus páginas para
dialogar con autores y autoras, poco imaginamos esta fabulosa historia nuestra,
donde una dimensión ancestral serviría de atracción imperecedera: la memoria.
Los poderes del libro son los mismos de todas las artes,
sin embargo, está la memoria como maga esencial para integrarlos. A través de
sus páginas, en el libro se abren con permanencia todas las temáticas
alcanzadas por la humanidad, aunque, en el único arte donde es homenajeado a
diario es en el cine. Muchos equipos de producción y realizadores echan mano de
libros para buscar argumentos a sus filmes y así recrear pasajes ya escritos en
tránsitos literarios significativos. Historias de ficción, crónicas, biografías
y el testimonio autobiográfico son tendencias predilectas del cine, sacadas de
páginas editadas para estructurar y justificar el arte del guión. Trasciende un
poco más el libro cuando se transforma en filme, sin embargo, el poder
cinematográfico sacude cada tanto su esplendor para visionarse con fuerza. Si
en esta simbiosis se impone el libro o es más trascendente el cine es una vieja
discusión (por fortuna) sin conclusión.
EL LIBRO ES UN ACTOR DE PRIMERA LINEA
FILME LA HISTORIA INTERMINABLE |
En reconocimiento de que el libro es un contexto vivo,
una dimensión que tiene existencia propia, es el máximo homenaje que el cine
hace al libro cuando lo incluye en la trama como una parte significativa, bien
como tema central, referencia directa o personaje. Vemos en la pantalla al
libro a plenitud ontológica, visibilizándose como ethos vinculado a la memoria. Entre realizadores que han destacado
por traer el libro a la pantalla se encuentra el alemán Wolfgang Petersen
(1984) con el filme La Historia
Interminable, adaptación de novela homónima del escritor alemán Michael
Ende, quien propone como personaje a un libro leído por un niño. Con menos
trascendencia, Mark Waters dirigió en 2008 Las
Crónicas de Spiderwick donde niños hermanos tratan de resguardar un libro
de hadas, gnomos y ogros.
FILME BUSCANDO A FORRESTER |
En el filme Apocalipsis
Now (Coppola, 1979) aparece al inicio el libro La Rama Dorada de James George Frazer que inspira al capitán Willard (Martin Sheen) para
continuar en la pavorosa guerra de Vietnam. Vida y martirio de una heroína
judía de la vida real, pudieron rescatarse en un diario que posteriormente se
transformó en el libro El Diario de Ana
Frank que sirvió de argumento a un filme de nombre análogo (George Stevens,
1959). Este libro es uno de los personajes de la película Los Escritores de la Libertad (La Gravenese, 2007) donde una
maestra de secundaria se propone conmover a sus estudiantes y logra un hermoso
proyecto. El destacado director Gus Van Sant hace visible a un libro de ficción
y a su escritor (actuado por Sean Connery) para motivar a la escritura y
criticar al sistema educativo en el filme Buscando
a Forrester (2000). Como personaje fugaz o trascendente de algunas películas,
el libro aparece cada tanto cual espiritualidad importante para testimoniar su
influencia sobre las gentes.
LA IDEA PERSIGUE AL MISTERIO: ANTIGUA TEMÁTICA
UMBERTO ECO |
El filme que coloca al libro con mejor dimensión tal vez
sea El Nombre de La Rosa dirigido por
Jean Jacques Annaud (1986). Se pudiera considerar a la novela homónima del
destacado semiólogo italiano Umberto Eco como una obra mucho más trascendente
que el filme por su bien dimensionada y abrumadora complejidad, la profundidad
histórica que comprende una minuciosa descripción de la realidad católica del
siglo XIV, la excelente densidad literaria, pero el filme extrae con no poca
habilidad la motivación investigativa que se genera a raíz de una sucesión de
crímenes ocurridos en una abadía de la orden benedictina y que asoman una
complejidad sorprendente. Al inicio la centralidad del argumento es la visita a
la abadía de Guillermo de Baskerville
(Sean Connery), quien viene acompañado de su ahijado Adso de Melk (Christian
Slater) para asistir a una reunión de monjes pero termina investigando los
asesinatos.
Con la intervención aguda del monje en la indagación de
los sucesos se demuestran algunos de los pasos del método científico. Surgen
como pistas, a saber: observación para mirar con poder los sucesos, distanciamiento de lo investigado,
acumulación de datos, necesidad de la objetividad para interpretarlos,
mediación de probabilidades, actos comparativos, conjugación de la práctica con
la teoría, utilización transitoria de la intuición y evaluación permanente.
Tanto Eco en el original escrito como Annaud en la versión para el cine,
muestran los primeros indicios de decadencia del pensamiento absolutista
católico y las monstruosidades de la inquisición, a través de las cuales se
abría paso subrepticio la racionalidad instrumental, cuyo auge se mantuvo hasta
bien entrada la década de los años 80 del siglo XX: un largo reinado. Tras esa
clandestina incubación de lógica y razón frente al absolutismo, también venia
agazapada hasta su aparición un siglo después, el instrumento supremo que abrió
todos los imaginarios al servicio de esta racionalidad y del libro: la imprenta.
GRANDEZA Y TRAGEDIA HISTÓRICA DEL LIBRO
En el filme cobra notoriedad con misterioso romanticismo
la hacinada atmósfera de los copistas de libros de la abadía. Monjes calígrafos
y dibujantes adiestrados en bella estética, copiaban las páginas de los libros
entre letras de asombrosas líneas e ilustraciones de genial acabado. Annaud nos
muestra a su manera, el ambiente previo a la imprenta, contexto donde la
habilidad de la mano que imperaba iba a ser desplazada por la efectividad de la
máquina de producción en serie, desde una transformación en la manera de pensar
y hacer con nuevas lógicas donde se advenía la dialéctica. Toda una revolución
tecnológica que auguraba el monje Guillermo en sus análisis.
JEAN JACQUES ANNAUD Y GUILLERMO DE BASKERVILLE |
Metáfora más significativa de la novela recreada en el
filme es el secuestro del conocimiento a través de las bibliotecas monásticas
medievales, en las cuales estaban libros prohibidos. Se trata de la eterna
grandeza y tragedia del libro en una misma dimensión epocal: la maravilla de
transcribir y resguardar el conocimiento en libros y bibliotecas y la horrenda
tragedia de prohibir la difusión de las ideas por los poderes dominantes
hegemónicos. El protagonismo del libro como tema y personaje es de leyenda en
ambas obras, al tratarse como objeto de persecución y secuestro por posesor de
ideas y temas diversos que incomodan y preocupan a los poderes; y por
visibilizarse como un sujeto integrado con arraigo en el imaginario de la
humanidad al cual defendemos con frenesí. Causa conmoción en el filme el monje
Guillermo, cuando a riesgo de su vida, nombra y hojea con asombrada reverencia,
entre las llamas que arrasan la biblioteca, los títulos de libros ocultados por
la ignominia. Todo un homenaje al pensamiento occidental, a las ideas y al
libro como su objetividad más preciada, desde la dimensión subjetiva más
trascendente de las que se haya proveído la humanidad: el cine.
Nuestro agradecimiento al Semanario Las Verdades de
Miguel por la publicación de este artículo en el año 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.