Hallado
el fuego por el ser humano, se constituyó como un instrumento vital
de dominio. La mitología griega ofrece un lugar importante a
Prometeo, quien robó el fuego a los dioses, por lo cual fue
castigado. Mientras su reinado atravesaba por una crisis política,
se dice que el emperador Nerón ordenó quemar la ciudad de Roma
(64). En una acción católica de imposición religiosa que se ha
dado en llamar Las Cruzadas (1096-1291) se utilizó el fuego como
arma de invasión a los pueblos paganos y herejes. Los procesos de
inquisición en España (1478-1834) que instauró esa misma iglesia
católica para culpar, torturar y condenar a quienes eran acusados de
impíos, instituyó la hoguera como forma de matarlos. Con la
finalidad de ascender al poder en Alemania, el político austríaco
Adolfo Hitler tramó, junto a sus partidarios, la quema del palacio
de gobierno llamado Reichstag (1933) y una vez que promovió y llevó
a cabo la llamada segunda guerra mundial, su soldados utilizaron el
fuego para aterrorizar y arrasar con los pueblos invadidos.
En
su guerra contra el Vietnam (1955-1975), el gobierno de los Estados
Unidos (EEUU) utilizó un agente químico denominado napalm
que inflama terrible fuego al tomar contacto con cualquier cosa, con
el fin de quemar las siembras de arroz y tratar de matar de hambre a
ese pueblo que luego hizo comer el fango de su propia agresión al
ejército gringo. Dictaduras como la del general Pinochet en Chile
(1973-1990) y de los militares argentinos (1976-1983) utilizaron el
fuego para quemar libros y otras pertenencias de perseguidos
políticos. No pocas veces sucede que un grupo empresarial, en medio
de la quiebra de alguna de sus empresas, apelan a la quema de alguno
de sus pasivos para cobrar el seguro en golosos dólares. Desde los
albores de la humanidad el hallazgo y la utilización del fuego ha
oscilado en una dialéctica donde se dimensionan las metáforas
cobijo, alumbramiento, resguardo, reunión, alimento, arraigo,
seguridad, abrazo, pasión, amor y las contradicciones que generan la
lucha por el poder y el dominio hegemónico para aniquilar al
enemigo, conducta que los imperios han mantenido hasta hoy. No en
vano la carga de la artillería militar y la orden final del
fusilamiento las gritan: ¡Fuego!
SÍNTOMAS
El
sector capitalista que creció y se fortaleció al amparo del
desarrollo de los Estados Unidos como potencia, parece haber entrado
en una grave crisis económica en este siglo XXI. Las contradicciones
entre quienes representan a ese sector y otros del mismo capitalismo
que deben estar muy preocupados por el rumbo que toman los
acontecimientos mundiales, además de la crisis en materia de energía
que evidencia la Pachamama y afecta a los planes de ese mismo
imperio; el fracaso al tratar de imponer un mundo unipolar que
contrariamente a sus fines tiende a levantar conciencias
paulatinamente; el enfrentamiento que ya tenían previsto los EEUU
con otros polos de poder económico y bélico como China, Corea del
Norte y Rusia en donde tienen evidentes desventajas sobre todo en el
campo militar; el empobrecimiento económico y moral de EEUU a lo
interno que ya asoma sus pústulas, hacen que la necesidad de entrar
en una fase de ofensiva en todos los órdenes contra los pueblos,
tome las características de una Cuarta Guerra Mundial (la tercera
fue la llamada Guerra Fría).
Se
percibe la aceleración del antiguo plan de colocar el nuevo centro
de poder en Israel bajo la tutela definitiva del oscuro poder
sionista y para esto han profundizado el genocidio del pueblo
palestino, la designación de Jerusalén (otrora centro ecuménico)
como capital del gobierno usurpador sionista, la asignación de más
presupuesto a EEUU e Israel destinado a fortalecer el mercado mundial
de armamento que tiene como productor y negociador a este último, el
robo de reservas estratégicas de energía fósil al invadir el
Magreb luego del ataque a las Torres Gemelas y tutelar a los reinados
reaccionarios de Arabia Saudita, Qatar y Kuwait para garantizar junto
al sionismo, las amenazas y agresiones al gobierno y al pueblo de
Irán y así apoderarse del estrecho de Ormuz y las acciones
sangrientas de invasión al territorio de Siria. Todo esto aunado al
sabotaje social que hoy practican en Hong Kong para presionar al
gobierno de China y en países como Cuba, Venezuela, Nicaragua cuyos
gobiernos y pueblos han tomado un camino diferente al promovido por
EEUU para el continente Abya Yala. En este cuadro de agresiones
imperiales la utilización del fuego como símbolo y arma de guerra
está siendo importante para estos planes hegemónicos.
SEÑALES
Es
muy útil seguir el ritmo simbólico del imperio que nos domina a
través del cine y otros caminos de creación de subjetividades, por
ser la vía que han utilizado sus agentes para colocar mensajes
claves, mediatizar, alienar, ganar adeptos de intuición domada. En
torno a este importante recurso es de mucha ayuda para analizar los
sucesos que ahora mismo ocurren, ver dos películas que incorporan la
utilización del fuego como arma política y bélica, se trata de V
de Venganza (McTeigue, 2006) y Guerra Mundial Z (Forster, 2013). En
la primera se tergiversa por completo el sentido y las posibilidades
de emancipación social por vías de la protesta de calle, cuando se
personifica a un tipo enmascarado como el líder de una rebelión que
insta a la población (con énfasis juvenil) a colocar bombas
incendiarias en todas partes, contra un gobierno supuestamente
totalitario. Además de constituirse en un modelo de nuevo Superman o
Batman que tiende al individualismo y a desplegar una imagen perversa
del anarquismo, su ficción fue lanzada con tal fuerza mediática al
mundo, que logró calar a través de mediaciones ocultas, seguramente
articuladas, en grupos de agitación financiados por las oligarquías
para atacar a gobiernos y pueblos que no están siguiendo el modelo
de los EEUU, como por ejemplo Venezuela. Dos indicadores de esta
influencia lo constituyen la utilización de la máscara del líder
de la película referida, por parte de los mercenarios y en segundo
lugar, el uso del fuego directo contra la propiedad institucional y
comunitaria que ha llegado hasta la incineración mortal de personas.
Una
sociedad contaminada por un virus que transforma en zombies a grandes
masas de pobladores en el planeta es el símbolo que utilizan los
productores de la película Guerra Mundial Z. Con la propagación del
virus establecen analogía con los movimientos emancipatorios
antibélicos y antimperialistas que se viene desplegando durante el
siglo XXI con signos novedosos. La idea subliminal es que una persona
a quien le preocupa la realidad mundial y desea participar en
procesos de concienciación, está contaminada con el virus y por
ende es un zombie que muerde, infecta y debe ser eliminado (quemado),
de allí que reciba la vacuna o sea sometido al fuego en masa porque
el proceso de contagio es rápido. Durante la trama, el papel de
Israel en el descubrimiento de la vacuna y el combate contra el virus
es decisivo. La contraparte heroica es una mujer israelita, capaz de
cortarse una mano para librarse del virus. La película transcurre
con una familia compuesta por madre y dos hijas que deben separarse
del padre, quien se incorpora a combatir el virus. Al final, en medio
de escenas que muestran a los zombies sometidos a la destrucción con
bombas atómicas y fuego indiscriminado, en las que el padre llega a
una playa a encontrarse con su mujer y sus hijas, una información de
la radio dice que Ciudad de México ha sido declara
pérdida total y que en Moscú se libra una gran batalla, se
superpone la voz del padre con el siguiente mensaje:
“Este
no es el final. Ni siquiera se acerca. Perdimos ciudades enteras. Aún
no sabemos cómo empezó, sólo ganamos tiempo. Eso nos dio una
oportunidad. Otros hallaron el modo de enfrentarlos. Si pueden pelear
peleen. Apóyense. Prepárense para lo que sea. Nuestra guerra apenas
comienza”.
Esta
amenaza ya se viene materializando en el mundo y lanza una señal
mundial durante la madrugada del día lunes 15 de abril de 2019,
cuando llamas arrasaban con la cúpula de la emblemática Catedral de
Notre Dame en París, Francia. Los medios se hicieron eco de la
noticia a través de diversas opiniones y el análisis. Llama la
atención el portal de la revista Vogue, que hace una
interpretación del hecho como un anuncio de purificación, de
sanación que emula al Ave Fenix, agregando que es signo de que la
Catedral renacerá de sus cenizas. ¿Se incendió sola la
significativa Catedral? -nos preguntamos. ¿Acaso las manos del
saboteo oligarca escogieron a Paris, debido a que en esos momentos se
realizaban fuertes manifestaciones de los llamados chalecos
amarillos que enfrentaban a la policía y estaban
convulsionando a la opinión publica europea y a toda la Pachamama?
La consternación en que se sumió toda Francia y el resto de países,
da para pensar en los efectos que se buscaban, amén de la
reconstrucción que producirá una fuerte erogación en euros que
beneficiará nada más y nada menos que a la iglesia católica.
En
los primeros días del mes de agosto de 2019, una gigantesca extensión
del Matto Grosso de nuestro Abya Yala en Brasil, fue tomado por las
llamas de un incendio difícil de apagar. Desde el cielo se ve a
nuestro más importante pulmón vegetal herido de a puñal oculto con
la llaga de un fuego abrasador. Al recuperarnos del dolor que produce
esta exhibición trágica, nos asaltan lógicas o descabelladas
preguntas que nos hacen mirar necesariamente al porvenir. Cuando
recordamos las advertencias y recomendaciones que personalidades y
grupo ecologistas hicieron a los gobiernos de países del Abya Yala,
en cuanto a la necesidad de resguardar la biodiversidad y las
culturas ancestrales allí asentadas en el Matto Grosso, mil
problematizaciones nos señalan con definitiva ocupación, al sentir
la devastación que ahora sufre este lugar vital para la Pachamama.
Hipócritas sentimos a las intervenciones tardías de presidentes de
gobiernos regionales, parafraseando pretéritas frases agoreras,
mientras perdemos por años, siglos de respiración y belleza animal
y vegetal.
¿Grupos
fascistas del Brasil lo han quemado para luego ocuparlo con fines
terrófagos? ¿Corporaciones transnacionales han ordenado su
incineración para sembrar algún transgénico pernicioso para el consumo
humano? ¿Mafias ocultas inter-Abya Yala perpetraron el hecho con el
fin de situar sus dominios más allá de lo imaginable? ¿Fuerzas
imperiales tipo sionismo lo han quemado refrendando sus amenazas de
hacer lo mismo a toda la Pachamama como un mandato neocolonial? ¿Se quemó
como resultado de la enfermedad planetaria que el mismo capitalismo
ha provocado con el efecto invernadero? Estas preguntas señalan
acusación hacia la amenaza de sectores hegemónicos del capitalismo
de quemar pueblos con fines de dominio definitivo. El progresivo
retorno al esclavismo a que está siendo sometida la población de la
Pachamama se nos muestra, en la medida en que el fuego se va
posesionando de la naturaleza para someterla y ocupar sus tierras. En
la Patagonia chilena ya había habido una quema similar.
BASTIONES
DE RESISTENCIA Y ESPERANZA
La
organización y conciencia crecientes en los pueblos desde la década
de los años 60 del siglo XX y lo que va de este siglo XXI en toda la
Pachamama, hace que tengamos una gigantesca esperanza en nuestros
ánimos y corazones. No deja de ser cierto que esta brutal reacción
de las fuerzas hegemónicas, en buena parte, responde al
fortalecimiento de la conciencia del mundo en todos los rincones de
la Pachamama. Lejos de producirse una paralización de las
movilizaciones, por el contrario, se acrecientan los pasos de la
humanidad cada vez más fuertes en conciencia y en derecho creando
bastiones de resistencia y esperanza. Mucho más allá de la
preocupación inactiva, la ocupación cada vez más incidente de los
pueblos toma las calles con desafío, valentía, arrojo, conciencia
con deseos de posicionarse en los escenarios de toma de decisión,
para promover e instaurar espacios de democracia y paz. A pesar de la
vocación masacradora de los gobiernos cipayos de los poderes
planetarios que tiende a golpear la voluntad de los pueblos y sus
organizaciones, la reposición de fuerzas es inmediata en
continuidad.
Es
clave esencial de estos tiempos la democratización esperada del
mundo tecnológico, abierta con la utilización de las redes. Al
oscuro mundo de las hegemonías depredadoras ya le es imposible
detener esta avalancha de participación que se depura cada vez más
de la explicable irrupción de basura informativa promovida por la
maraña capitalista que se ha experimentado en los inicios, en
cambio, ocupa ahora una fuerza compleja y diversa cada vez más
organizada de participación comunicacional autónoma, libertaria,
emancipada que surge de los pueblos de una manera poética, en forma
de novedosas concepciones y prácticas políticas que se abren paso
diferenciada, no sin dificultad, de los antiguos y gastados tránsitos
emancipatorios de la modernidad. La demostración del efecto causado
por Julian Assange con el portal Wikileaks, quien posibilitó colocar
informaciones importantes de las étiles hegemónicas en las redes
para conocimiento de los pueblos organizados, ha significado un golpe
de incalculables consecuencias para el cruce de sus contradicciones.
Este océano comunicacional donde fluyen mares de los pueblos,
apagará los malignos fuegos del capitalismo mundial que se hunde en
un ocaso irremediable. Y los únicos fuegos preservados serán
atizados por los pueblos con la vida en su porvenir.
La
sociedad que nos odia y no tiene salida. Esta historia continuará…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.