Eres mi pregunta predilecta
Interrogo a la calle al
poste de luz al botiquín
También indago en el cipo
del café
Y en la espuma de la cerveza
Te pregunto en el paso de
las aves
En las antiguas miradas de
los niños
A ver quién eres cuando
vienes a mí
Qué traes en los labios
además de palabras
Qué oscuro placer esconden
tus senos
Cuál huella tuya debo seguir
para hallar el delirio
Eres mi pregunta predilecta
Sólo dejo que vengas a mí
como respuesta
Me respondes contigo y me
basta
Tu mirada
me responde
Me
responden por igual
Tu cadereo
Tus
consignas
Tus hondas
conmociones
Cuando tu
lágrima es la misma del niño masacrado
Cuando tu
grito es el grito por la bomba asesina
Cuando un
pueblo incendiado es el fuego que quieres apagar
Me
respondes y me siento imbatible
Todos tus
pasos escucho a la salida de una fábrica
Todos tus
sueños observo en el recién nacido que duerme
Todas tus
aristas las traza una estudiante que toma un helado
Eres mi
pregunta predilecta
No me
responderán por ti las horas del día
Ni las
esquinas de una ciudad bochinchera
Ni la fila
de atardeceres por meditar
Tú en la
bandera roja
Tú en
garganta de un pueblo anhelante
Tú en el
secreto de un cielo rebelde
Tú en las
victorias de un mundo en peligro
Sólo tú
podrás ser la respuesta
A mi pregunta predilectaDel poemario inédito El Pozo de los Anhelos