domingo, 14 de abril de 2019

VENDAVAL CINEMATOGRÁFICO VIVIDO: ÉRASE UNA VEZ EL SEXO




El genio del realizador italiano Giuseppe Tornatore nos dejó en un filme, maravilla y padecimientos habidos en el cine en toda su historia y la gran fascinación está precisamente en que la trama es adaptable a todo pueblo. Lo planteado en el filme Cinema Paradiso (1988) —desde la censura hasta la implosión de las salas que terminaron alquilándolas a grupos religiosos— ocurrió de la misma manera en cualquier parte. Es irrepetible la escena en donde las audiencias masculinas se rendían ante las imágenes de Brigitte Bardot en «Y Dios Creo a la Mujer» (Vadim, 1956) mostrando lo que jamás se podría volver a sentir de la misma manera. A un mismo momento, el cine significaba una vía para mostrar la sexualidad al mundo.

LA LEY DE HERODES: «O TE CHINGAS O TE JODES»



Si utilizamos una metáfora proveniente del boxeo, podemos decir que libra por libra, el político más genial y significativo de todo el siglo XX fue sin lugar a dudas Vladimir Ilich Lenin. Quienes abrazaron el determinismo neoliberal de finales del siglo XX, le atribuyeron a Lenin un sin fin de defectos y equívocos a su visión política, sobre todo luego de la caída del Muro de Berlín, sin embargo, debemos ratificar que sin su genial pensamiento, nada de lo ocurrido durante aquellos cien años convulsos, tumultosos y extraordinarios, hubiese tenido la repercusión que hoy podemos dar cuenta.