viernes, 22 de noviembre de 2019

EL DOMINÓ QUE DOMINÓ ANTERO



A mi Papá

Asombrando siempre, mi Papá fue un excelente jugador de dominó, lo cual significa que fue un secreto sabio de las matemáticas, aunque no pasó del cuarto grado de la instrucción básica. Al leer el libro El Hombre que Calculaba de Malba Tahan, supe que él estaba en esas páginas contando bandada de pájaros al vuelo, manada de caballos al trote, granos de maíz que caían al saco como cascada tornasolada. Se conocía las veintiocho piedras como si mi abuela lo hubiera parido con ellas – y esa caja rectangular de madera en que vienen resguardadas con olor a depósito de bazar de chinos. Daba gusto verlo haciendo el ritual de invitar a los amigos, compadres o vecinos a rodear las cuatro esquinas de una mesa de pantry de tapete verde que teníamos para todo.