FIDEL CASTRO EN EL DÍA
Despierto frente al alba y su alegría
que a cuatro voces canta en cuatro mares,
capitán de sinsontes y palmares,
Fidel Castro inaugura el nuevo día.
Dejando va rumores de herrería
por campos, vegas y cañamelares
y levantando pueblos escolares
que lo saludan en la lejanía.
Con el atardecer, Fidel regresa
al libro digno y a la digna mesa
de quien ganó su estrella cotidiana.
Y al volverse el crepúsculo amarillo,
Fidel se mete el sol en el bolsillo
y le dice a su pueblo: hasta mañana.
AQUILES NAZOA
POETA VENEZOLANO
CENTENARIO
Al Ruiseñor de
Catuche
In memoriam
Desde el sabio griego
Aristóteles, la mediadora mexicali Malitnzi y el cacique caribe Guaicaipuro,
sabemos que todo es político. Nada que piense o realice el ser humano deja de
tener el impulso de ese animal que el filósofo ateniense identificó en los
pasos de la pregunta y el diálogo, esa seducción que la mediadora aborigen
practicó con terrible saña en su mirada vengativa y el grito rebelde que el legendario
jefe de los toromainas lanzó contra la invasión bárbara que asoló al Abya Yala.
Nada más sospechoso en
el mundo que alguien diga que “no es político”. Lo apolítico no existe. La pretendida
omisión de la política en la acción y el pensamiento humanos, además de ser una
posible perversidad, es más política que cualquier política planificada con
intencionalidad militante.
La política se
dimensiona en la realidad para resolver los problemas humanos en comunidad.
Cuando los primeros hombres y mujeres, ganados en conciencia, encontraron esta
concepción y forma de seguir juntos, divisaron el porvenir, comprendieron la
salida y puesta del sol; respondieron al por qué las palabras, las manos
inventando y el pensamiento tramando debían asamblearse.
POETA DE MUCHAS
POLÍTICAS
|
POETA AQUILES NAZOA |
Con una formación
cultural extensa, además de autoaprendida, el poeta venezolano Aquiles Nazoa comprendió
la maravillosa complejidad habida en el holograma de la política. Supo de los nexos
y redes tejidos por las arañas del pensamiento y el corazón donde caen los
ideales, proyectos, deseos y sueños humanos para ser devorados por las pasiones
militantes.
Militó en la retórica
versada, sabia y profunda, en la literatura de conmovedora hermosura, en la
lectoescrituralidad incansable, onírica, terrenal y en el humor dado para la
ironía, el sarcasmo, la intuición jocosa, la jodedera propia del caraqueño, la
cursilería habida en las contradicciones de clase y en los desconsuelos del
arte. Estas tres dimensiones le llevaron a otras militancias más comprometidas,
arriesgadas, ontológicamente tendenciosas.
En algún lado de su
gran obra literaria, el laureado escritor colombiano Gabriel García Márquez llegó
a escribir que los pueblos de nuestro Continente nos hacemos matar por la
política. Nada más verdadero. Territorio de lacerantes injusticias, la ofrenda
de la misma vida para transformar esta realidad oprobiosa es tomada como fe,
confianza, compromiso, proyecto, gobierno popular. Una de esas pasiones para la
conciencia a pura vida en el Abya Yala ha sido Cuba y su Revolución Socialista,
lugar donde Aquiles Nazoa nos dejó unas letras de obligada referencia.
LA MIRADA POÉTICA EN
LOS PROCESOS HISTÓRICOS
El poeta Aquiles fue
uno de los muchos en la Pacha Mama que puso los ojos con avidez esperanzada en
el proceso revolucionario cubano, desde que irrumpió el 26 de julio de 1953,
cuando se hermanó a nosotros y nosotras en el discurso La Historia Me Absolverá
en letra y voz del entonces abogado Fidel Castro, se detuvo en México para
zarpar de regreso a la Patria en el barco Gramma y entró triunfante en la ciudad de La
Habana el 1° de enero de1959 luego de una épica acción guerrillera que vinculó
la montaña con la ciudad.
A partir de ese
momento, radicalizada la posición del gobierno rebelde que derrotó a una
dictadura criminal en la mayor de las islas antillanas, ahora con el
imperialismo yanqui en contra debido a las medidas tomadas por la Revolución en
favor del pueblo, se impuso el bloqueo genocida por parte del gobierno de
Estados Unidos (EEUU) extendido hasta hoy. Toda posición a favor de Cuba, su
pueblo y su revolución podía cobrar un riesgo de persecución, acoso, represión,
detención arbitraria, desaparición forzada, juicio amañado, cárcel, muerte en
cualquier país del Abya Yala.
Participar a favor de
Cuba en cualquier parte del mundo también podía ser riesgo de la vida.
Nunca ofreció
declaraciones públicas acerca de su posición política militante el poeta
Aquiles, ni lanzó arengas sobre tarimas para fijar posturas tácticas y
estratégicas, ni para prometer paraísos ni asaltos al cielo ni porvenires
esperanzadores, nunca militó en ningún partido, aunque con su solidaridad,
amistad, acción cultural, pensar y hacer literario, en una Venezuela dominada
por la política de la IV República, en donde hasta por reclamar un poste de luz
para el barrio era respondido con tiros de revólver por parte del gobierno, el
poeta se colocó del lado de la izquierda, que era colocarse del lado de quienes
arriesgaban la vida por los pueblos. Entonces la Revolución Cubana -y su
novedosa y sorprendente rebeldía emancipadora- encontró en este poeta
venezolano a un firme aliado.
LA COHERENCIA HISTÓRICA
DE UN PUEBLO REBELDE
Muchas veces me hice
la misma pregunta, y todas las respuestas que hallé son las que pueden
resumirse en la expresión “coherencia histórica”.
AQUILES NAZOA
Nadie más subestimado
en el mundo de la política que un poeta. Gobernado por la racionalidad, el
hacer político siempre ha estado apuñalado por una visión rígida ante los
procesos humanos, por una línea esquemática que mete los acontecimientos en etapas
inamovibles, por una olla frígida donde los resultados están fragmentados por
el bisturí de la racionalización.
El primer atractivo de
la Revolución Cubana para todos los poetas del mundo es la carga metafórica que
la signó y trajo consigo para los pueblos. Este proceso que se iniciaba, estaba
consagrando la frase del poeta español León Felipe: Toda revolución es una
metáfora. Motivo por el cual el bardo Nazoa comprendió que ya era partícipe de
aquella hazaña. ¿Cómo no estar en la seducción de esta gesta, si su promotor
esencial Fidel Castro, cuando es capturado por los esbirros batisteros y
preguntado por el líder del asalto al Moncada respondió: ¡José Martí! Ningún
poeta olvidará aquel momento convertido posteriormente en un legado.
La suprema motivación de
aquel impulso revolucionario la tenía José Martí: esencialmente un poeta. Esta
aseveración recorrió el mundo y es cuando Aquiles Nazoa se encuentra ante el
hallazgo que le lleva a escribir su ensayo titulado Cuba de Martí a Fidel. Entre
el poeta José Martí: líder espiritual y Fidel Castro: espiritual líder, hay un
trayecto por seguir como pista segura, para fortalecer nuestra historia del
Abya Yala, tan tergiversada y golpeada por el colonialismo, el imperialismo y
el capitalismo como amos actuales.
En este espacio, en
este no lugar estupendo de reencuentro con lo político, Aquiles refiere la
metáfora denominada coherencia histórica, como ese trayecto complejo, no
lineal, recursivo, ordenado implicadamente, para explicar lo que el cacumen obtuso
de la socialdemocracia y hasta la brillantez esquemática de la izquierda (incluyendo
todo el periodismo) no lograban comprender. Escribe el poeta en su obra:
“Hace poco, cuando en una
reunión política se hablaba de la Revolución Cubana, a la extrañeza que le
causó a una oyente el que no se aludiera a Martí en los discursos, un joven
periodista y dirigente democrático venezolano se burló un poco piadosamente de
la dama, y le preguntó a su vez qué tenía Martí que hacer con la Revolución”.
No fue precisamente la
flor y nata de los políticos ni de los partidos de izquierda la llamada a
comprender lo que estaba sucediendo en Cuba. Aquel barco despedazado por la
aviación dictatorial e inmortalizado por el grito de Fidel: Los días de la
dictadura están contados, estaba significando para muchos intelectuales,
escritores y poetas, un émulo de aquellas naves mitológicas referidas en la
poesía homérica y en todas las leyendas y mitos antiguos, que los osados y valientes pasos de los barbudos convertían en realidad. Aquiles no olvidó en aquel
ejercicio literario la afrenta a la historia abyayala, venida de quienes,
rebosantes de ligereza, ningunearon el mensaje enviado:
“Porque la ignorancia
ensoberbecida de algunos dirigentes sin vuelo espiritual se encogió despectivamente
de hombros ante el hecho nuevo que surgía para la Historia en los sucesos del
Moncada en 1953, es por lo que tantos partidos revolucionarios del continente purgan
ahora, a precio de desprestigio y de desmoralización, el pecado de haber
bautizado a Fidel Castro con los cognomentos de loquito y aventurero.”
Como los
acontecimientos trascendentales humanos, la Revolución Cubana llegó, con esas
ocultas planificaciones fractálicas que terminan siendo semejantes a los
anhelos de los pueblos, no sólo para denunciar, enfrentar y enjuiciar a los
imperios y lacayos que oprimen a los seres humanos en desventaja, sino para
desenmascarar la falsedad escondida en la politiquería, la demagogia, el
parlamentarismo, el oportunismo de quienes dicen ser “revolucionarios”.
MARTÍ: LA POETICA
HABIDA EN LA POLITICA
El apóstol de la
Revolución Cubana José Martí, es uno de los intelectuales más prolíficos y
connotados de todo nuestro Abya Yala. Formado en la segunda mitad del siglo
XIX, Martí emprendió un estudio complejo y extenso de su patria, de todo el
Continente y de toda la Pacha Mama. Su formación cultural y artística
es sólida, tanto por lo sabio, versado, hermenéuticamente coherente de su
encuentro con el pensamiento, la investigación y el aprendizaje, como por los
llegaderos sensibles, elevados, filosóficos, poéticos encontrados en sus
posiciones políticas.
Todo este bagaje llevó
a Martí por el camino de la acción social y política que encontró asidero y
cauce en las posibilidades del ejercicio periodístico. Fundó su papel más
preciado y de sabiduría colmado; la revista La Edad de Oro, la cual está dedica
a todos los niños (y niñas) de América (nuestro Abya Yala). Allí se nos muestra
como uno de los ensayistas más lúcidos de toda la Pacha Mama y tanta fue esta
lucidez que la dedicación de esos temas tan sabios a la infancia continental,
mostraron la confianza tenida en la niñez y a su vez tendieron puentes
educativos, sensibles y sabios, a quienes serían los ejecutores y ejecutoras de
la transformación profunda de la sociedad cubana.
Este logro ha sido
manipulado y tergiversado a través de la historia del Continente, por quienes tendenciosamente
han favorecido y favorecen las políticas imperiales. Juegan, apuntando a
desprestigiar la dimensión poética, a meter a pensadores, filósofos, artistas y
escritores como Martí, en un redil supuestamente “artístico”, aséptico de
política, desmanchado de militancia, independiente de la opción de clases; aún a sabiendas de que Martí ofrendó su vida en una batalla por la independencia de Cuba. Aquiles
Nazoa toca este tema con aguda visión:
“El aire revolucionario
que difunde toda su obra, las señales que se levantan desde su pluma subversiva
para orientar el rumbo que seguirán después de él los Zapatas, los Sandinos,
los Fidel Castro, fue siempre el problema más conflictivo que la personalidad
de Martí significó para los cultivadores del martianismo convencional.
Procediendo con un criterio de higienistas políticos semejante al que preside
la mayoría de sus ediciones, jamás académico alguno ni inaugurador de estatuas
osó aproximarse a la figura de Martí sin haber sometido previamente al héroe a
un proceso de detergencia del que sus ideas salían bien bañadas y afeitadas,
bien maquillado de retórica su dulce rostro de poeta, como para que su
presencia no discordara en esos gentiles convites del panamericanismo, donde se
sientan a una misma mesa los generales, los doctores y el embajador de los
Estados Unidos.”
Esta planchada y
perfumada imagen de Martí es la que aún tienen como epónimo y promueven,
ciertas iniciativas y proyectos neocoloniales que en el Abya Yala pululan para
lanzar monsergas ideológicas contra la Revolución Cubana, bien pagadas en
dólares por los agentes del gobierno de EEUU que, con su bloqueo genocida,
pretenden la frustrada acción de acabar con la idea y la acción de un pueblo
que hace más de 60 años decidió como su más justo provenir. El poeta Nazoa
apuntala su análisis:
“Pero Martí se les
escapa; está demasiado vivo en el afán cotidiano de su pueblo, vuelve a él cada
día, recorre con él sus campos, y reitera en la voz del guajiro que canta, el
tierno anhelo que embelleció su vida de libertador y de poeta:
Con
los pobres de la tierra
quiero
yo mi suerte echar;
el
arroyo de la sierra
me
conmueve más que el mar.”
FIDEL: HERMENEUTA POLITICO DEL PROYECTO MARTIANO
El que tenga buen camino tendrá sillas peligrosas
que lo inviten a parar.
SILVIO RODRIGUEZ
Hacer un acompañamiento consecuente a la historia personal
y política del comandante Fidel Castro, hace posible darse cuenta de la
claridad con la cual este gran líder de pueblos, logra materializar una
tesitura, un talante, una calidad de dirigente político cuya humanidad
trasciende al común de hombres del cotidiano y a líderes que en su momento se
perfilaron como dirigentes protagónicos y sus prácticas se estrellaron contra
las peligrosas mañas, trapisondas y trampas de los agentes imperiales.
Emblemáticos son también los casos de estupendos dirigentes populares, quienes fueron asesinados en celadas preparadas
para detener su paso revolucionario.
La compleja y hasta fascinante personalidad
política y humana del comandante Fidel Castro parece ser la síntesis de los
anhelos de libertad y justicia de un pueblo que tuvo en José Martí a su maestro
por sabiduría y poética. La coherencia histórica de las que nos habla Aquiles
Nazoa, tal vez se encuentre en la conjunción habida entre los trayectos
emancipatorios emprendidos por un pueblo de líderes constantes y sacrificados, un
pensamiento martiano cuyas coordinaciones y directrices estan impregnadas de
firme filosofía, aquilatadas apuestas a los fines del pueblo, comprensión de lo
porvenir desde el estudio y la investigación y una poética imprescindible para
concretar una personalidad dispuesta a dar la vida por el pueblo.
Aprendimos de los viejos y estudiosos comunistas,
los conocimientos atesorados en el ejemplo revolucionario constante del comandante
Fidel Castro, cuyo arrojo y valentía fue demostrado desde la misma insurgencia
del Asalto al Cuartel Moncada y, sin detener en ningún momento, dio muestras de
sublime heroísmo al lado de su pueblo en los sucesos de Playa Girón: la primera
derrota del imperialismo yanqui en la historia del Abya Yala. Sin embargo, entre
los aprendizajes del Comandante se encuentra para la posteridad, la actitud
frente al enemigo en situaciones de reflexión política, donde la ternura
cavilante tiene en la dialéctica entre el diálogo y el peligro su más
intrincado desafío.
La clave del estudio e investigación constante
parece ser suprema en el Comandante como herencia del apóstol. Jamás dejaron de
leer la realidad y los libros, estos próceres de nuestra historia continental.
Cuestión que les permitió identificar y estar alertas ante momentos importantes
de la gran responsabilidad que atesoraban. No por casualidad ni por retórica
preciosista, José Martí conmovió al mundo entero cuando escribió: Estoy en las
entrañas del monstruo, sin lugar a dudas, una señal de admiración, pero,
además, una pista importante de su posición política que no se dejaba obnubilar
por aquella impresión por desmedida que fuese. La objetividad mostrada por
Martí en ese trozo de literatura de nuestra política es conmovedora, contundente
y decisiva.
El poeta Aquiles Nazoa muestra en este agudo
señalamiento, lo que fue el castigo para muchos prometedores políticos y una
señal de coherencia histórica en el Comandante Fidel:
“...cuando
entre las clases dirigentes del país o entre sus representantes en los partidos
políticos aparece un hombre con quien se puede platicar sin temor a ser
asesinado, los dirigentes revolucionarios descuidan en sus relaciones con estas
figuras el primer deber de un revolucionario, que es la objetividad”.
En
el pensamiento y la acción del Comandante Fidel Castro encontramos esa
constante objetividad que, habiendo puesto en riesgo su vida en acciones
heroicas y necesarias para la causa revolucionaria que abrigaba, no se perdió
nunca en los momentos de reflexión y diálogo, y que funcionó como un escudo
invisible, protector frente a los engaños y artilugios de un sistema cuyas
seducciones son muy poderosas. En la obra musical titulada Las Sillas del
cantor cubano Silvio Rodríguez, tal vez se encuentren signos metafóricos de
advertencia muy importantes, en torno al necesario proceder político que deben
tener los dirigentes para proteger a su pueblo.
AQUILES
NAZOA: UN POETA SABIO DE LA POLÍTICA
Encontró
el poeta venezolano una clave para identificar al monstruo que acusó Martí y
enfrentó Fidel con su pueblo. La clave no estaba afuera sino en las propias
entrañas del monstruo como recomendó Martí mirar y fue fabricada con habilidad
y costuras ideológicas sacadas del mismo proyecto comunista. Se trata de un
monigote alimentado por esa tramposería que es de esperarse de todo imperio
para dominar y entenebrecer la conciencia de quienes se sienten llamados a
enfrentarlos y derrotarlos y, además, amansar cada vez más la genuflexión de
los cipayos arrodillados ante sus dominios.
Fue
esa ciénaga politiquera llamada "browderismo", especie de mescolanza de falso comunismo
con sonrisa adulante preparada a traicionar por los servicios de inteligencia
gringos y subvencionada con los oprobiosos dólares de siempre para detener la
historia de los pueblos. A continuación el poeta politiza:
“El
browderismo, con sus consecuencias de oportunismo y tendencia a la
conciliación, penetró muy hondo en el cuerpo de las fuerzas populares
hispanoamericanas. Nos reblandeció y nos hizo miopes. Aceitó demasiado las
coyunturas de nuestra flexibilidad, limó los filos de nuestra agresividad clasista,
ablandó nuestra saludable dureza hasta volvernos excesivamente elásticos,
sustituyó nuestra capacidad de discusión por un meloso cultivo de la urbanidad
y buenas maneras, y nos sentó como un comensal bien educado, a la mesa del
enemigo.”
Evidencia el poeta
Aquiles Nazoa sabiduría política desde una hermenéutica muy necesaria, al describir
de manera tan prístina lo que ha sido esta plaga politiquera que logró vencer
el comandante Fidel Castro junto a su pueblo, a punta de verdadera formación
martiana, educación política constante, objetividad como líder y sensibilidad
hacia su pueblo cubano. Además, nos advierte nuestro bardo, a cien años de su
nacimiento que las raíces del browderismo están vivas y hoy dirigen los hilos de
los monigotes que pretende contribuir con el acabose de nuestra rebeldía y
movimientos revolucionarios. Sin embargo, también está vivo el arte político del comandante Hugo Chávez Frías, quien comprendió la necesidad de mostrar el humor en la política como lo aprendió del poeta Nazoa.
Volver al poeta caraqueño
del barrio El Guarataro leyendo su célebre libro Humor y Amor es de una gratificación
inenarrable para el alma. Degustar sus crónicas amadas a la Caracas física y
espiritual de sus sueños es un acto cultural de alto vuelo. Detenerse en sus
retablillos navideños, sus ruegos secretos por salvar el aguinaldo y el
nacimiento como costumbre popular, honrar a la Muñeca de Trapo como juguete de
una poética transpersonal; leer sus denuncias nostálgicas acerca de la desaparición de costumbres sanas por obra del modernismo transcultural; hacer seguimiento a sus sentidos papeles críticos de
la política, donde los adecos eran su blanco predilecto como crítico feroz e
ideal del demonio rentista petrolero; rezar cada tanto el Credo:
dimensionamiento artístico de imágenes imperecederas en el hacer poético de los Poderes
Creadores del Pueblo y así participar de sus infinitos aconteceres literarios, ha sido y
será la más digna acción en favor de su memoria y su centenario.
POR AHORA CON EDMUNDO
ARAY
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POETA EDMUNDO ARAY |
La primera, digna,
valiente y desafiante edición del ensayo Cuba de Martí a Fidel fue posible debido
a esa iniciativa editorial de la dimensión política revolucionaria venezolana
que se llamó Rocinante, dirigida por Edmundo Aray. Militante de la izquierda y de
la Cuba revolucionaria por siempre, escritor, poeta, cineasta, Edmundo hizo
posible a través de una modesta –pero no menos hermosa- publicación, que Cuba
pasara de mano en mano del pueblo venezolano con el eco del apóstol de su
revolución y la presencia de su líder fundamental, en la voz altamente
cualitativa de nuestro poeta centenario. Para Edmundo y Aquiles el abrazo cósmico
desde las tareas que continuamos creando y emprendiendo con los referentes de los
pueblos del Abya Yala para dar cada vez más definición revolucionaria a nuestro
porvenir político y humano.