Estaba
el abuelito parado en un rincón
de la fiesta cuando lo aborda una muchacha:
-Ay abuelito, qué hace ahí tan triste. ¿Qué le pasa?
-Es que se me murió la abuelita, mija.
-Ay, lo siento abuelito. Y yo que quería sacarlo a bailar.
-No importa, mija. Yo bailo triste.
VERSIÓN DE LA GAITA DE LOS ABUELITOS
CANTADA POR EL CÓMICO VENEZOLANO
JOSÉ DÍAZ “JOSELO”.
de la fiesta cuando lo aborda una muchacha:
-Ay abuelito, qué hace ahí tan triste. ¿Qué le pasa?
-Es que se me murió la abuelita, mija.
-Ay, lo siento abuelito. Y yo que quería sacarlo a bailar.
-No importa, mija. Yo bailo triste.
VERSIÓN DE LA GAITA DE LOS ABUELITOS
CANTADA POR EL CÓMICO VENEZOLANO
JOSÉ DÍAZ “JOSELO”.
Las
canciones que más alegran suelen ser las más sencillas, las menos
complejas en cuanto a la tesitura musical y a la temática. Son
repetitivas en estribillo y en ritmo. Las danzas indígenas dedicadas
a la Pachamama y a los dioses, llaman a la alegría y la producen
hasta el jolgorio y la elevación espiritual porque las consagra la
sencillez. Los tambores africanos son muy potentes en arrastrar al
alma humana a la alegría del cuerpo y del espíritu, por su
repetición constante, su fuerza avasallante y sus voces que llaman a
la integración.