sábado, 12 de mayo de 2018

EN EL AMADEUS DE MILOS FORMAN LOS GENIOS SON BUSCADOS ACOSADOS INCOMPRENDIDOS Y ENVIDIADOS




ALADINO Y LA LAMPARA MAGICA (1967)
Entre las cualidades humanas no hay virtud más descollante que la genialidad. Ser un genio o tener una hija o un hijo genio es tal vez, el deseo más ferviente de todo ser humano y no acceder a los dones que se dimensionan en este espacio sideral es la frustración escondida más resentida del alma humana. Ser tocado por el hado de la genialidad en algún estudio, trabajo, profesión o arte es motivo de encontrados sentimientos colectivos. Aunque las personas geniales pudieran ser arrastradas por la vanidad, la genialidad misma abstrae del mundo común a los verdaderos genios: ésta parece ser su característica más sobresaliente, por tanto, no debemos confundir la genialidad con la fama; la mayoría de los famosos carecen del verdadero genio, debido a que la fama está ligada (sobre todo en la modernidad) a cuestiones enteramente mundanas, en cambio, no todos los verdaderos genios son famosos, más en su época, porque la genialidad está ligada a despliegues que parecen no ser de este mundo; algo inexplicable. Por ello la noción de genio más cercana, más fuera de lo común, la hallamos en el bestial libro Las Mil Noches y una Más que son historias recopiladas por el poeta Muhammed el Gashingar, en donde es común la aparición de seres etéreos, bondadosos o severos, castigadores y burlones, cuyos dones se llaman genios.