jueves, 27 de febrero de 2020

27-F-89: DE COMO EL PUEBLO VENEZOLANO RECUPERO SU HACER POLÍTICO





Aquel 27
Todos éramos pardos
Todos éramos negros
Todos éramos pueblo

Aquel 27
Se nos acabó la historia
Las vidrieras no soportaron la nostalgia

Aquel 27
Compartimos la carga
Porque hasta para saquear montamos la fiesta

Aquel 27 será
El recuerdo que en mí vivirá…

Efraín Valenzuela
Poeta venezolano


En los primeros intentos de sobrevivencia, cuando apenas buscaba protección en el medio que lo rodeaba y se vio obligado a encontrar la vida junto a los demás de su género, había creado en la relación con el otro y con la otra, esa posibilidad de armonizarse con la realidad y así perpetuarse en el diálogo y en la acción. Era una fuerza que le hacía posible solucionar los problemas y vencer a la muerte. En la civilización occidental, a través de la cultura griega, el filósofo Aristóteles la identificó como un animal: una bestia que en la división social del trabajo quedó en poder de la clase poseedora, de los acumuladores, de los ricos: LA POLITICA. Es el fuego que Prometeo robó a los dioses y quiso ocultar frustradamente de la acción y praxis de los pueblos. El Zoon Politikon: el animal que sólo colectivamente tiene el poder del entendimiento que como humanos y humanas somos en el mundo, de la comprensión para andar juntos y juntas y solucionar los problemas. Los poderosos, las hegemonías se lo apropian para siempre usufructuar con el poder de unos pocos, el poder popular que lo disputa y lo hacen salir al ruedo de la realidad para encontrar la felicidad del caos y el sosiego del orden de todos y todas. Este es el gran desafío humano. Los imperios se apropian de este animal benéfico reprimiendo a los pueblos para que no lo tengan, no lo amaestren, no lo suelten, razón por la cual éstos últimos lo mantienen oculto, lo alimentan a discreción, lo aprehenden para soltarlo en momentos determinados, en instantes históricos y así dignificar el nombre de la libertad, de la justicia, al amparo de la emancipación humana.