domingo, 19 de febrero de 2017

SIMILITUD


Arte Oscar Rodríguez












Te me estás pareciendo a la primavera
Al rocío que amanece trabajando
Huellas escoltas de la terquedad

Pasas por mi recuerdo que es como una calle
Donde hay dos abuelas que conversan
Un cardumen de muchachos corren tras su alegría
Tu talle se queda tatuado en la sombra del mediodía
Dibujada por el sol con tu silueta sobre mis ojos

Te me estás pareciendo a la primavera
¿Llevas flores en tus manos?
¿O son tus dedos cual pétalos indecibles?

Has enredado tu vuelo de abeja desatada
Entre banderas que enarbolo como dagas
Tejes a pura miel mi corazón que te persigue
Que no deja renacer el carmín de tu boca
Que hace y deshace mi ansiedad con tu sonrisa

De tanto parecerte a la primavera
Te lleno de sitios seguros como un árbol
Fluyo hacia tu vientre con impetuosas aguas
Acuso a la soledad de alejarme de ti
Al trabajo al salario a la revolución a los amigos
Si te atrevieras a pedir limosnas
Mi corazón caería palpitante en tu mano abierta
Si esta tarde no se llena de araguaneyes con sonrisas amarillas
Es porque los desojé para saber de ti acaso anhelada
Si toco a la puerta del licor
Es porque la embriaguez me trae tu voz

Te me estás pareciendo a la primavera y no es cuento
No son dibujos en un cuaderno infantil
No son versos antiguos de libros polvorientos
Ni el acomodado discurso de una damisela pretendida
Lo que admiro de tu boca cuando habla
Es que mirarte y ver la primavera
Tiene el secreto discurso del mar
Que desaparece en la infinita espuma
Y luego renace como un fenix delirante



Del libro inédito El Pozo de la Anhelos 

CÓMO HACER UN FILME DE FICCIÓN SOBRE EL 27-F Y NO TRAICIONAR AL PUEBLO VENEZOLANO


YULIMAR REYES






«Aquel 27
Todos éramos pardos
Todos éramos negros
Todos éramos pueblo
Aquel 27
Se nos acabo la historia
Las vidrieras no soportaron la nostalgia
Aquel 27
Compartimos la carga
Porque hasta para saquear
Montamos la fiesta…»

Efraín Valenzuela
Poeta venezolano




De los sucesos más trascendentes del siglo XX en Venezuela, ninguno como los acaecidos a partir del 27 de febrero de 1989 (27-F) ya que no tuvieron vanguardia política que pueda reconocerse como impulsora de sus acciones: solo el pueblo puso instinto, movilización, arrojo, sentido previsivo y arrechera para enfrentar a la primera manifestación directa del neoliberalismo en Venezuela. Ese día el llamado puntofijismo quedó en cueros, el tinglado de la Cuarta República fue desmontado a piedra limpia, el bipartidismo gobernante durante los últimos cuarenta años quedó con pelucas torcidas, lunares embarrados, carmines regados, perfumes delatados, trampas denunciadas ante el mundo, frente a un pueblo en guerra total desde las calles.

POSADA
La ficción artística hoy en Venezuela pareciera estéril de musa, vacía de estética, descoordinada de ética y con una fuerte minusvalía política para emprender visiones profundas, de manifestaciones que vayan más allá del necesario panfleto, de la adulancia o de la verborrea demagógica, que tanto rodean hoy al 27-F. La poética, la pintura y la canción tuvieron muestras significativas en momento posterior a aquel trágico Febrero, que tienden a forjarle memoria imperecedera, pero no ha sido suficiente. Al 27-F es necesario fomentarle un movimiento cultural permanente que fortalezca el sentido de lo popular en tanto que político y para esto las muestras artísticas son imprescindibles, pero se le tiene miedo al pueblo precisamente en este sentido, por la extraordinaria trascendencia histórica de luchas que trae consigo y las denuncias que deja al descubierto. Respecto al cine, la obra de ficción acerca del 27-F es completamente nula, está gravemente ausente, de allí que haga falta mostrar algunas pistas emergentes que orienten a quienes se mueven en la realización desde este maravilloso campo, para producir muestras auténticamente artísticas, de solvencia ética, acerca de una dimensión donde fuimos (como pueblo) arrojo, valentía, política, justicia, denuncia, heroísmo, rebelión, poesía.