A
Lina Ron
El
día de su siembra
Ceñiste un multiverso
de hilvanar tempestades
SANDRA
CARDOZO CUÑARRO
Contestar a tus bravuras con
estas letras imposibles
Embravecer con tus iracundas
solicitudes
la soledad que nos deja toda
compañía como la tuya
Impaciente
Solícita
Guerrera
Hacer de tu voz después
canto para conjurar cobardías
puede parecer el sórdido
murmullo de varios silencios
Hoy tocamos a una puerta
que supiste abrir y botar la
llave
como el Comandante barbudo que
juró
la caída de un dictador con el
agua de un río hasta el cuello
y lo cumplió
¡Quien
entra a la Revolución no sale!
Y la palabra Carajo recorrió las aceras
como una potra sin bridas
Mañana te encontraremos llamándonos
como siempre
a tomarnos el amargo café de
la arrechera
en la mesa del presagio
¿Qué ángel susurraba en tu
oído
cuando sentías el
desmembramiento del pueblo?
¿Qué flujo elevado te poseía
cuando la palabra era capaz de
mover tormentas?
¿Qué justo demonio te poseyó
en la precisa mentada contra
los enemigos?
La infamia oligarca no te
olvida
Siempre ha sabido su idiotez
donde la herida es más
seductora
Cuando escuchan música en sus
autos
surge tu voz y los asusta
En el sitio donde te fuiste
con tu carcajada
deben estar los rostros
enemigos
pisados por tu avasallante
clarividencia
Una flor desde esta letra para
ti
Un recuerdo que explote como
tus proclamas
y metafore nuestra calma
Te llevaremos en el mapire
cuando vayamos por el imperio
para ajustar cuentas
Allí serás arco y flecha
Venenoso curare
para colmarnos de victorias