jueves, 11 de junio de 2020

CROMAGNON




El mundo volvió a aparecer así, quieto, dormido o haciéndose el dormido. Una espeluznante araña, de tres patas quebradas, salía de la manga del sábado.
CESAR VALLEJO




No era nadie. Abrí los ojos y no era nadie. La oscuridad aplastaba al nadie que era yo. Flotaba en la nada como un pez sin huesos. Estaba entregado a un vacío que me era familiar pero no recordaba el origen. Había perdido todo, hasta el recuerdo de quién era. No había alto, ni ancho, ni profundo. Tampoco estaba el tiempo. La ninguna experiencia ante aquello me impedía saberme y sentirme. No podía identificarme con nada. Era todo pensar, nada cuerpo. La infinitesimal sensación sentida, apenas me permitía parecerme a un palpitar.

DEJAME





Je m’aperçois bien qu’en ce moment on mange dans mon coeur[1]
CESAR VALLEJO


Tú me enseñaste
a no matar las mariposas
que no cortara las rosas
que en tu jardín cultivabas
ALI PRIMERA


No es tan satisfactorio ser jalado de la cama cuando uno duerme con la profundidad de un buzo. Deja sorpresa en el cuerpo aún no terminado de salir de la dormida, el asimilarse a la despertada de súbito. Lagañas se resisten a dejar abrir los párpados, empegostadas, cristalizadas en las puertas de los lacrimales.

CURANDERA




A Lina Ron
El día de su siembra


Ceñiste un multiverso
de hilvanar tempestades
SANDRA CARDOZO CUÑARRO 


Contestar a tus bravuras con estas letras imposibles
Embravecer con tus iracundas solicitudes
la soledad que nos deja toda compañía como la tuya
Impaciente
Solícita
Guerrera

Hacer de tu voz después
canto para conjurar cobardías
puede parecer el sórdido murmullo de varios silencios

Hoy tocamos a una puerta
que supiste abrir y botar la llave
como el Comandante barbudo que juró
la caída de un dictador con el agua de un río hasta el cuello
y lo cumplió

¡Quien entra a la Revolución no sale!

Y la palabra Carajo recorrió las aceras
como una potra sin bridas

Mañana te encontraremos llamándonos como siempre
a tomarnos el amargo café de la arrechera
en la mesa del presagio

¿Qué ángel susurraba en tu oído
cuando sentías el desmembramiento del pueblo?
¿Qué flujo elevado te poseía
cuando la palabra era capaz de mover tormentas?
¿Qué justo demonio te poseyó
en la precisa mentada contra los enemigos?

La infamia oligarca no te olvida
Siempre ha sabido su idiotez
donde la herida es más seductora
Cuando escuchan música en sus autos
surge tu voz y los asusta

En el sitio donde te fuiste con tu carcajada
deben estar los rostros enemigos
pisados por tu avasallante clarividencia

Una flor desde esta letra para ti
Un recuerdo que explote como tus proclamas
y metafore nuestra calma

Te llevaremos en el mapire
cuando vayamos por el imperio
para ajustar cuentas

Allí serás arco y flecha
Venenoso curare
para colmarnos de victorias

 

ROMANCE




Una anciana se sentó junto al hombre que tenía rato ocupando una mesa en un restorán al aire libre de Sabana Grande. Una mujer gorda ¿se ve más o menos joven por ser gorda? Esta discusión la sostienen los estetas y la gente que se ocupan de corrillos callejeros. ¿Qué puede importar este detalle si la mujer allí sentada, luego de asaltar con osadía el círculo vital de aquel hombre, se mostraba como una gorda de sonrisa nerviosa, ojillos vivaces ya entrados en la catarata, abultadas mejillas pasadas por un leve panqué brillante, ensortijadas mechas de pelo gris jaladas por el alisamiento perpetuo debajo de un gorro de terciopelo de color crema? Este andamiaje femenino iba metido en una tersa piel morena. De una, al hombre le pareció simpática, como simpático su vestido de florecitas marrones y su sorpresiva llegada.