a
Federico García Lorca
Escucha
el silencio de la tarde
Fuente
de Vaqueros recoge los susurros
Ni
un vuelo de pájaros
Ni
un zumbido infantil
Ni
un cantar de abuelas
La
marcha del puñal ríe su filo
La
pólvora mortal cuenta las horas
El
miedo criminal envalentona
Los
gritos dan aliento a los fusiles
Oran
a bajo color las flores en el campo
Ha
caído el poeta de Granada
Los
bosques de lágrimas se llenan
Gimen
iras los muñecos del teatrino
El
respirar se colma de gitanos
La
castañuela anhela las manos
La
voz busca la voz del cantaor
Las
cuerdas de guitarra lo revelan
Anaqueles
de libros lo denuncian
Bibliotecas
tejen ojos al buscarlo
La
sangre quiere huir de los espantos
El
toque de las puertas nos anuncia
Han
matado al poeta de Granada
Llegan
en vuelo raso las preguntas
Buscan
la verdad entre bocas las preguntas
Imploran
entre pechos y congojas las preguntas
No
escuchan las descargas las preguntas
Incrédulo
guarda lamentos el pasado
Se
esconden en el viento las respuestas
Hablan
en los tablaos de rebeliones las respuestas
Descorchan
dignidad burbujeante las respuestas
Asaltan
nocturnidad y versos las respuestas
Rompiendo
en pedazos el temor anuncian
Han
detenido los pasos del poeta de Granada
Trae
en tus manos una tea flameante
escondido
el as de basto de la baraja
algún
avío concentrado en el hatillo
la
sordera contra la voz desconcertante
Deja
a los gatos que hagan su trabajo
Trae
todas las sombras del día sobre los hombros
Alienta
con tu aliento a Dios que solloza
Si
alguna semilla de ideas se te cruza ¡Tómala!
Recoge
maduros sólo frutos esperanzadores
Únicamente
el más hondo dolor dirá la noticia
Han
descorazonado al poeta de Granada
Los
versos del cadáver salieron hacia el cosmos
En
la noche han sido sombras en el día luz
En
la tarde armado ramillete de amoríos
En
las estrellas han sido brillo en la aurora rojo
En
el cantar la conjunta voz de los caminos
En
el nuevo abc de los muchachos
En
la ventana donde la mujer es invencible
En
el trago ácido a grito de la uva
En
la eterna galaxia del trabajo
Allí
donde ha vencido la locura
El
poeta de Granada es redivivo