lunes, 20 de julio de 2020

EL SOBRECITO DE CÉSAR





No nos va a deparar una catástrofe irremediable. Al contrario, pienso precisamente que este caos está haciendo mucho por esa toma de conciencia, es decir, está golpeando, sacudiendo a todos los venezolanos en una forma dura, pero también precisa para que se abran los ojos y las conciencias.
César Rengifo


A Yorlando Conde


Aprendimos a respetar a los comunistas y las comunistas desde la conciencia política: los perseguía la policía quienes aún no terminan de ganarse el respeto de las sociedades. En cambio, sabíamos de que las casas de los comunistas eran allanadas, sus familiares maltratados, humillados, chantajeados, sus vidas perseguidas, encarceladas, desaparecidas, aniquiladas. Satanizados por los poderes hegemónicos del mundo, causantes de los males contra los cuales se hicieron conscientes y en lucha. Leer cosas interesantes también ha sido siempre leer a los comunistas: Marx, Engels, Lenin, Trostky, Rosa Luxemburgo, Gramsci, Neruda, Mao, Fusik, Eremburg, Eluard, Guillén, Fidel, Fernández Retamar, Mariátegui, El Chino Valera Mora, Ligia Rojas, una larga, infinita lista de corazones inteligentes editados en panfletos subterráneos, en los libros, no pocas épocas, proscritos, clandestinos.