martes, 11 de mayo de 2021

NUEVA YORK: ESCOMBRO CIVILIZATORIO

 





¿Cómo es posible haber vivido en estas moles monstruosas?

Dientes de concreto y asfalto nos muerden la conciencia

Nos persiguen en nuestros imaginarios estos yerros filosos

Sospechamos una luz detrás de esas alturas dementes

Apenas vemos sus desesperadas espadas luminosas

No nos liberan pues nos ofrecen la ilusión de libertad

Algún día continuaremos la implosión ya comenzada

Podremos imaginar la verde naturaleza por sembrar

Manos de la infancia dibujarán en sus hojas a color

Recién nacidas nos darán un sol verdadero y una nueva vida.

 



 

 


PALESTINA: CAPITAL DEL MULTIVERSO

 





 

Las Estrellas fugaces son excrementos de los astros.

Ernesto Cardenal

Poeta nicaragüense



La caída genocida de misiles sobre Gaza oigo

Voz del Yaveh castigador en saña hegemónica

Estruendos del monstruo tecnológico radiactivo

Explosiones prendadas en el terror infantil

 

Tengo una colección de explosiones cobardes en la memoria

Misiles han salido de Tel Aviv y cayeron en mi recuerdo

Hay un Estado usurpador que se disfraza de nación víctima

Sus mentores lloran en un muro y luego asesinan madres

 

Veo sangre manar en océanos impunes

Barcos fantasmas atracan en oídos sordos

Los puertos institucionales jamás ponen atención

El pie de la letra del plan sionista se ha cumplido

 

Oigo ambulancias llorar a través de las calles

¡Apartemos los escombros de las orejas del mundo!

¡Limpiemos la ceguera de los ojos de la humanidad!

Coloquemos en sus manos cadáveres abiertos

 

Ese pequeño brazo no se corresponde con aquel cuerpo

Esa piernecita es de una niña que busca a su padre desolado

Hay un colmillo de labio levantado como riente cancerbero

En algún lugar de Israel hay un festín de pólvora encendida

 

¿Qué quedará del baile de aquellas muchachas placenteras?

¿Qué será de los olivares vistos como abuelos guardianes?

¿Adónde irán las abuelas a sembrar el porvenir enrojecido?

¿Qué cerdo sionista va detrás lamiendo hondas huellas?

 

¿Volverán acaso alientos de paz a detener esta maldad?

¿Cuántas preguntas faltan para una sola respuesta?

¿Por qué las noches se me vuelven llantos de sangre?

¿Por qué me parece pisar el rostro del asesino mayor?

 

Anoche soñé un mundo libre de plaga imperial

Un planeta sin armas atómicas ni puñales traperos

Campos abiertos de una Pacha Mama sanada

La capital del multiverso que somos era Palestina