Al hermano
pueblo boliviano
en
esta hora de resistencia combatiendo
¿Cómo
hacer de este instante
una
letra a la canción por escuchar?
¿Cómo
se explican las balas imperiales
atravesando
sueños con su fuego masacrante?
¿Cómo
espetar a la historia ensangrentada
la
palabra Basta en su nido de ignominias?
Cuando
el silencio se llena de gritos antiguos
Dependerán
siempre de las gargantas originarias
aquellos
dolores incesantes brotados del látigo
Tanto
cielo iluminado en el tiempo
por
miradas buscando respuesta
Tanta
esperanza en la lluvia
en
los campos resecos por lo injusto
en
la semilla amada por el recuerdo
en
el surco dibujado por la mano herida
Ahora
te encarcelan Esperanza
Te
disparan a quemarropa
Queman
tu piel en un nuevo socavón
Lapidan
tus palabras con la risa de la muerte
Cuando
un río llora
lágrimas
maternas trae
Porque
sus cabeceras se llenaron de asesinos
Y
los hijos son cadáveres regados en las riberas
El
agua será vendida con sus dolores ocultos
Soldados
disparan contra su pueblo
¡Maldícelos
General Bolívar!
Desoigo
el trinar de pájaros
El
mudo cantar del rocío
La
roja carcajada de la rosa
Que
mis orejas atrapen arrecheras
Si
se me va este dolor
el
olvido hará de mí un guiñapo
Si
se me van estos muertos
la
indiferencia me apuñalará el corazón
Si
se me borra esta sangre
la
vergüenza me bañará de insomnios
¿Quién
me dará una limosna de recuerdos
si
mi denuncia se esconde en mi espalda?
Incendiadas
llegan voces aborígenes
Mi
conciencia les abre la puerta
Mi
pasado les ofrece alimento
Mi
corazón les augura victorias
Hoy
en mi alma hay una Whipala
flameando
en iracundia