«El
cine es político hasta por omisión»
Carlos Saura
SALA DE CINE EN EL DESIERTO DE SINAI |
Plantear
una problematización humana, mostrar sus tendencias de manera aguda, optar por el
reclamo de los derechos humanos, denunciar las injusticias, elaborar un
discurso coherente con valores de transformación social, desplegar mensajes
contra hegemónicos de alta factura conceptual, escenificar luchas libradas por colectivos
humanos sean tal vez los objetivos más importantes del llamado cine político.
La
primera película que lleva la distinción de ser considerada política es El Acorazado Potemkin (1925) del ruso
Sergéi M. Einsenstein y mucho del cine soviético posterior al 1917 pre estalinista,
fortalece la categoría de cine político. La primera gran película del género
político en Hollywood es sin lugar a dudas El
Ciudadano Kane (1941) de Orson Welles que le costó su carrera artística por
la persecución de que fue objeto por parte del multimillonario Randolph Hearts
a quien denuncia.