NIÑO LEYENDO EN LONDRES TRAS BOMBARDEO |
Nada
es tan mágico como un libro. Cualquier ser humano o animal o
espiritualidad se inclina ante un libro como ante un monumento. Si
alguien regresara de la muerte, buscaría antes que nada una
biblioteca para meterse entre las páginas de un libro. El tropiezo
de un caballo, un pelícano o una mariposa frente a un libro puede
tener curiosos misterios. Aunque no sepa para qué lo querría, la
visita de una persona a cualquier estancia le impulsaría a la
atención de un libro antes de tomar cualquier otra cosa de su
interés. El libro es un compañero silencioso, un arma infalible
(mientras más pequeño más peligroso), de los objetos el más
conocido; si cien personas fuesen escogidas en un concurso para traer
cualquier cosa a un lugar, por lo menos una de esas personas traería
un libro. Como un libro es poderosamente político porque tiene una
política en sí mismo, toda revolución social, si es digna y
genuina, se dimensiona desde la promoción, edición y difusión de
libros. La Revolución Bolivariana, como proceso político en
Venezuela, no ha faltado a este designio.