sábado, 14 de octubre de 2017

LAS DIEZ PREGUNTAS MÁS IMPERTINENTES DEL AUTORITARISMO EDUCATIVO


La impertinencia educativa tiene su base en arrebatar a los educandos la pregunta clave de la educación: “¿Por qué?”. El maestro Simón Rodríguez llamaba a “dejad que los niños sean preguntones” porque para él, la pregunta “¿Por qué?” es potestad de la infancia que está frente a su educación.

El poder hegemónico de marca patriarcal, a través de conductas autoritarias, se ha apropiado de la pregunta “¿por qué?” que no le corresponde en el inicio del diálogo educativo y ha transformado su práctica en la escuela en un acto impertinente e irresponsable, imposibilitado de provocar los conocimientos y los aprendizajes de manera pertinente: no es un acto educativo libre, aquel que secuestra la pregunta “¿Por qué?” del intelecto y el corazón de un niño. Al reprimir los “por qué” los están alejando (tal vez para siempre) de la investigación.

El deber de todo educador con tendencia democrática en los actos educativos es dejar (o provocar) que su estudiantado pregunte: “¿Por qué?” a toda la realidad. Que pregunten “por qué” es una manera de interpelar la realidad. Nada más impertinente en la educación que ese abominable momento en que la infancia se ve privada de preguntar “¿Por qué?”, debido a la apropiación indebida que ha realizado el educador autoritario de esa importante pregunta.

Por lo general, cuando un educador hace esta pregunta a cualquier educando, la realiza delante de sus compañeros y compañeras, provocando una situación de humillación. El “¿Por qué?” del educador debe corresponderse con el “¿Por qué?” de los educandos. Sin el “Por qué” de los educandos, el “Por qué” del educador es una pregunta estéril, amenazante, represiva. Muchas preguntas pertinentes de la educación, pierden su efecto trascendente porque se aniquila el “¿Por qué?” de los niños, niñas y adolescentes. Los educadores autoritarios son activos ladrones de “¿Por qué?. Aniquilan el diálogo de saberes con sus estudiantes.

He aquí las 10 preguntas más impertinentes de los educadores autoritarios...