lunes, 19 de agosto de 2019

ADAGIO DEL SILENCIO Y EL POETA



a Federico García Lorca

Escucha el silencio de la tarde
Fuente de Vaqueros recoge los susurros
Ni un vuelo de pájaros
Ni un zumbido infantil
Ni un cantar de abuelas

La marcha del puñal ríe su filo
La pólvora mortal cuenta las horas
El miedo criminal envalentona
Los gritos dan aliento a los fusiles
Oran a bajo color las flores en el campo

Ha caído el poeta de Granada

Los bosques de lágrimas se llenan
Gimen iras los muñecos del teatrino
El respirar se colma de gitanos
La castañuela anhela las manos
La voz busca la voz del cantaor

Las cuerdas de guitarra lo revelan
Anaqueles de libros lo denuncian
Bibliotecas tejen ojos al buscarlo
La sangre quiere huir de los espantos
El toque de las puertas nos anuncia

Han matado al poeta de Granada

Llegan en vuelo raso las preguntas
Buscan la verdad entre bocas las preguntas
Imploran entre pechos y congojas las preguntas
No escuchan las descargas las preguntas
Incrédulo guarda lamentos el pasado

Se esconden en el viento las respuestas
Hablan en los tablaos de rebeliones las respuestas
Descorchan dignidad burbujeante las respuestas
Asaltan nocturnidad y versos las respuestas
Rompiendo en pedazos el temor anuncian

Han detenido los pasos del poeta de Granada

Trae en tus manos una tea flameante
escondido el as de basto de la baraja
algún avío concentrado en el hatillo
la sordera contra la voz desconcertante
Deja a los gatos que hagan su trabajo

Trae todas las sombras del día sobre los hombros
Alienta con tu aliento a Dios que solloza
Si alguna semilla de ideas se te cruza ¡Tómala!
Recoge maduros sólo frutos esperanzadores
Únicamente el más hondo dolor dirá la noticia

Han descorazonado al poeta de Granada

Los versos del cadáver salieron hacia el cosmos
En la noche han sido sombras en el día luz
En la tarde armado ramillete de amoríos
En las estrellas han sido brillo en la aurora rojo
En el cantar la conjunta voz de los caminos

En el nuevo abc de los muchachos
En la ventana donde la mujer es invencible
En el trago ácido a grito de la uva
En la eterna galaxia del trabajo
Allí donde ha vencido la locura

El poeta de Granada es redivivo