martes, 24 de diciembre de 2019

GATILLO




Los amaneceres seguirán enrojecidos detrás de la puerta
Ningún disparo les impedirá mirar el rencor esperado
Embadurnan de escleróticas unciones cerebrales sueños
No podrás enunciar histerias cuando sientas las retinas

Sin que amenaces la obscuridad se llenará de colores
Tanta bondad tanta esperanza tanta alegría pese al dolor
A limaduras de amargura te sabrá el postre vespertino
Humeantes cañones de odio resguardan tus ruines instintos

Cada visión caída se levantará como batalla del porvenir
La sopa la cuchara el humeante sorbo tendrán vistas acusantes
Sentirás dentro de los lagrimales oteadas que te persiguen ciegas
¿Acaso ves una soprano cantando las fuerzas que te enloquecen?

Sabemos que aún no has inventado la última forma de matar
¿Y si te despertaras y sólo vieras en el mundo tus resentimientos?
¿Y si para el almuerzo tuvieras un plato de pólvora servido?
Te dicen que hiedes a esclerótica mártir cuando bostezas

Tantas vistas sobre los recuerdos ¿Acaso son acusaciones?
Se rumora que has instalado una fábrica de vendajes y bastones
¿Se podrá sepultar la oftalmología en la vergüenza policíaca?
¿Cómo hacer con esa manifestación de pestañas batientes?

Llegó la hora de abrir párpados a esas laceraciones producidas
Buena parte de la sociedad presiente que se acerca tu féretro
Irás acostado de traje formal y carabina de mirilla telescópica
Nadie lanzará flores ni besos ni adioses al vuelo de la tarde

Cuando el cajón de madera baje entre cuerdas y brazos cancelados
Pocos recordarán que fuiste el esclavo de la impunidad que cegó
La baba siniestra de incógnito alivio pagada a silencio de muerte
Los tuyos saben el por qué los despojos llevan párpados huecos

Tanta muerte vista por tus ojos que habrán huido