La
mayoría de personas en el mundo sabemos cómo se nace y se vive en carestía. Sabemos
cómo se nace y se vive sin herencia. Comprendemos cómo forjar el tesoro de los
valores desde la vida. Salimos de allí… de un barrio y allí estamos.
En
las grandes ciudades como Caracas, el barrio suele estar en un cerro. Allí subimos
o bajamos extensas filas de escaleras, hacemos largas colas para subirnos en un
yip, construimos nuestras casas con la emergencia del día, con la solidaridad
inmensa de la gente más sencilla y con nuestra invencible bandera del
agradecimiento. Allí nos hacemos pueblo.
De aquí
salió José Ramírez.