A la pendenciera Trinitaria
Eres la trémula Hydra
guardiana del jardín
Asomas mil cuchillos cual
temible pirata
Moviéndose en el viento un
baile de hojalata
Escondes con mal genio en las
ramas sin fin
Embrujas con tus pétalos de
rojo colorín
Son sedas primorosas de tu
tersura innata
Que tienes en los tallos como
fuerza insensata
Y en la piel de un humano pueden
darse un festín
Castigadores látigos tienes
arrogante
Para herir en su paso al
lerdo caminante
O al errabundo niño atrapado
en su andanza
Quizás por las heridas que
el hombre mal cabeza
Ha causado perverso a la
naturaleza
En tu caricia cruel se oculte
una venganza