Conceptos como: guerra, miedo e inseguridad son generados
por las oligarquías. ¿A quiénes aplican la guerra los oligarcas? Aplican la
guerra a los desposeídos. Mantener un estado de guerra social y mundial sobre
quienes son despojados de las riquezas robadas siempre por los oligarcas, crea
la apariencia de que las hegemonías dominantes luchan contra un supuesto
“enemigo de todos” que sólo se encuentra en sus laboratorios mediáticos. Las
oligarquías crean guerras contra los desposeídos para mantenerlos en estado de
opresión y así utilizarlos como carne de cañón de la misma guerra creada.
domingo, 28 de mayo de 2017
JOSEBA
DIBUJO: GANDHI |
Nadie
lo ve sobre esos campos donde aún se encuentra el héroe desfaciendo entuertos. Admira la vejez que lo encumbra hacia la inolvidable
gesta jamás imaginada. Ha reparado en el huesero que es su cuerpo erguido sobre
la ancha locura de la humanidad y ríe ante sus victorias eternas, habiendo querido
ser el soldado que jamás le hizo falta, el escudero que nunca ha sabido ser
Sancho, el juglar acompañante para la poesía, para la siembra de las noches de
descanso y los sueños imposibles.
“Viejo”-
le susurra al oído como si fuese un hijo perdido, pero no lo escucha, no repara
en ninguna contemplación; son esos momentos en los que suspira por encontrar
una nueva quimera, prefiere no escuchar para no confundir ecos con onomatopeyas
escritas de ninguna parte; se queda con los ojos fijos en el cantar de los
grillos de la madrugada.
Llegó
tarde a la cita. Cuando supo que en Lepanto había una increíble narración que
surgiría para enaltecer las locuras del corazón, salió con la velocidad de los
duendes, pero calculó mal el tiempo; nunca fue bueno con la utilización del
reloj y la aplicación que tienen sobre las distancias. Hubo una mortandad y
recibió la noticia de un hombre golpeado irreparablemente en un brazo. ¿Cómo
escribiría entonces acerca de un anciano que enloqueció? ¿Adónde se fue?
Vagó
por lo predios y marchó lejos anhelando poner orden a sus extravíos. Preguntó por
un manco que escribiría una historia gloriosa acerca de un viejo que necesitaba
cordura, pero nadie reparaba en sus palabras. Los seres del aire son presentidos
(hasta pueden ser sentidos) mas no serán jamás escuchados.
Encontró
al escritor ya satisfecho por la primera edición. Había sanado de sus heridas y
sólo un libro recién hecho con aventuras escritas ocupaba su atención. Miraba al
hombre y al libro con la débil envidia de quien pudo haber ido a una gran
fiesta pero se levantó tarde aquella mañana. Ni montar en Rocinante, ni
enamorar a Dulcinea podría. Sólo regresar a La Mancha y fundirse en el aire de sus
tardes le queda, a ver si un viejo enloquecido se aparece con ganas de vencer
algún molino de viento, habiendo olvidado a Sancho Panza en el jolgorio de alguna
taberna del camino.
CERVANTES |
Del libro inédito LIMBIC@S: Buscan contextos para llegar a ser textos.
VOLCAN
A Danny Subero in memoriam
A colmillo alimentado
De insania morbosamente
Canalla de poca mente
Te malogra asesinado
Basural que han fermentado
Los perversos de repente
Con envenenada fuente
De imperio desvergonzado
Son la baba enloquecida
Del capricho genocida
De un Aqueronte ocioso
Ten mi lágrima sentida
Que dará la arremetida
De este pueblo victorioso
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Volcán
MUHAMMAD ALI
VUELO COMO UNA MARIPOSA |
Mientras
le decías a Dundee: “Yo no salgo al próximo round, Ángelo”, resulta que Joe
estaba viendo cómo regresaba del planeta adonde lo habían enviado los golpes que
le pegaste durante los trece anteriores.
Se dieron
tanto, como se dan dos amigos que se ponen los guantes por primera vez en el
barrio y sus novias los están viendo desde ventanales llenos de flores y olores
de eucalipto. Buscaste a tu pueblo (tan humilde) entre los rostros del gentío
que gritaba aupando la paliza que se estaban dando y no encontraste más que pasado,
antiguas miradas trabajadoras, paseos a la escuela, Mamá preocupada porque
fueras aseado y hubieses orado al santísimo. “Sé bueno Cassius. No pienses
demasiado”.
En todas
las peleas, el tiempo se te devuelve; te ves de nuevo en el podio, con el oro de
los pesos semi completos en el pecho de Roma; te miras sorprendido por Henry
Cooper: “¿Y a este inglesito qué le paso?”, le preguntas a Dundee. “No te
descuides ante nadie, Clay, mira como te envió a la lona”- te responde.
PICO COMO UNA ABEJA |
Son negros
los oponentes y blancos los empresarios que te contratan. Elisha Muhammed te narró
acerca de un esclavo tracio que se reveló pocos siglos antes de la venida de
Jesús e hizo temblar a Roma. “Yo también hice temblar a Roma en el años 60,
Ángelo”. Dundee lo mira con ternura y le dice: “Pero pocos sintieron el temblor,
Clay. Hay que tronar más fuerte”. “Alá suena fuerte, Ángelo, en todos los
cielos”.
Mírame
Alí. Desde aquí te estoy recordando, con el Parkinson que borró tu implacable
sonrisa. Levantaste la barbilla al porvenir que siempre te sonreía sobre todo
si ganabas. Saltaste los cuadriláteros del mundo, con la guardia de guantes siempre
arriba. Te admiraron sobre todo si ganabas. Te adularon sobre todo si ganabas. Te
pagaron buen dinero sobre todo si ganabas. Te atrapó el imperio porque no
quisiste matar a tus hermanos humanos en una guerra siempre injusta. Te encarceló,
te quitó tu título y volviste por la revancha. Tu alma de Negro siempre venció.
Del
libro inédito VIDAS A CARBONCILLO
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