París
tiene frío Paris tiene hambre
París
no come más castañas en la calle
París
se ha puesto viejos vestidos de vieja
París
duerme de pie sin aire en el “metro”
Todavía
más males impuestos a los pobres
Y
la cordura y la locura
De
París en la desgracia
Es
el aire puro es el fuego
Es
la belleza es la bondad
De
sus trabajadores en el hambre
No
grites socorro París
Vives
con una vida sin igual
Y
tras la desnudez
De
tu palidez de tu flacura
Todo
lo que es humano se revela en tus ojos
París
mi ciudad bella…
PAUL
ÉLUARD
Poeta
francés (1895-1952)
Fragmento
del poema “Valor”,
donde rememora la lucha
del pueblo de París contra
la
invasión nazi-fascista.
Entre las instituciones más queridas y respetadas
por caraqueños y caraqueñas desde siempre está el Metro de Caracas. En el mismo
arranque de su estupendo servicio, el pueblo ha tenido alta consideración a lo
que significa el espacio de transporte masivo por excelencia de Venezuela. Rapidez,
bajo costo, eficiencia, buen trato han sido algunas de las banderas de
funcionamiento. No es un secreto todo lo que ha afectado la guerra económica,
el bloqueo imperialista y los sabotajes internos del terrorismo cipayo a su
funcionamiento, golpeando directamente su rapidez y eficiencia. Quienes nos
montamos en el primer Metro en 1983 podemos decir lo mermado que ha estado el
servicio, tanto, que una parte de las usuarias y usuarios sólo miran las
dificultades que redundan en los problemas de funcionamiento, más que en los
logros imperceptibles, callados que van tomando cuerpo en la dinámica diaria
para fortalecer. Ancladas en el problema del aire acondicionado, del exceso de pasajeros o del tiempo de espera, las personas no perciben la reparación de las escaleras
mecánicas, la reposición de bombillos en andenes y pasillos o la repotenciación
de los vagones. No captan, ni reconocen que se trata de un acto colectivo de
extraordinaria resistencia social en el cual todos y todas participamos como
pueblo, contra las agresiones de enemigos internos y externos que tiene nuestro
proceso bolivariano.
Puede ilustrar con claridad este aspecto
importante de nuestra vida diaria el caso de las reparaciones recientemente
realizadas en la Línea 2 que va desde las estaciones Las Adjuntas y Zoológico (Suroeste
de la ciudad) hasta la estación Bello Monte (Este). Es muy importante decir que
esta línea, tal vez más que cualquier otro tramo de todo el sistema, ha sufrido
la acción del sabotaje directo de grupos terroristas, vandálicos, delincuentes.
No hace falta ser un experto, basta con ser usuario o usuaria históricos de
esta Línea, para darse cuenta del grado de vulnerabilidad con que fue construida
durante el periodo de la IV República, quienes tal vez no creyeron que iban a
ser desplazados por los movimientos populares. Nos sirve de ejemplo el tramo
que va desde la estación Mamera hasta la estación Ruiz Pineda, el cual cubre un
trayecto descubierto que hace presumir la incursión a estas áreas de gente ajena
al personal operativo, quienes en distintos momentos atacaron al sistema con el
robo de cables y otros graves daños que en varios momentos han provocado el
colapso, la extremada lentitud y la detención del servicio. A veces lo que está a la vista sí necesita anteojos cuando se trata de personas que adversan a una gestión gubernamental de manera disociada. Seguramente, debido a la experiencia
sufrida, ya las previsiones internas se han ido tomando con visos de permanencia y
soluciones.
El caso es que a los usuarios y usuarias de
la línea 2 nos tomó por asombro la medida técnico operativa gerencial de aumentar
considerablemente el tiempo de espera de los trenes, para efectuar trabajos de
reparación y mantenimiento en las estaciones que van desde Antímano hasta la
estación Las Adjuntas. Esta medida fue acompañada con la habilitación de un servicio
de Metrobuses entre las mencionadas estaciones (que fueron traídos de otras rutas y funcionaron con bienvenida eficiencia)
buscando en usuarios y usuarias ampliar las alternativas por vía superficial. Bueno
es aportar que además de la referida línea, también se afectaron los usuarios y
usuarias que vienen o van desde el Metro de Los Teques porque empalman con la
Línea 2. La experiencia de resistencia que vivimos quienes nos montamos en esta
alternativa ha sido educativa y meritoria. El aprendizaje en paciencia,
civismo, comprensión, tolerancia, reflexiones significa un palmarés como pueblo
que quedará en la memoria como un logro, una victoria producto de la
integración de quienes administran el sistema con eficacia, perseverancia,
técnica, sabiduría, conocimiento y quienes lo usamos, venciendo el sabotaje, la
agresión, la rabia, la impaciencia, el miedo.
Hoy se ha realizado y concluido el trabajo,
se han superado parte de las agresiones y molestias de nuestro sistema
predilecto de transporte caraqueño. No hay reportes constatados y emanados de
las gerencias, pero vemos a diario cómo el Metro es atacado en vagones y otras áreas
por el bandidaje que se pretende político. Nunca en tiempos de la IV República,
quienes la adversamos políticamente con justicia, encono y vehemencia, osamos si quiera
colocar una mancha en cualquiera de sus instalaciones porque para los
revolucionarios y revolucionarias las obras del pueblo son sagradas y el Metro le
pertenece al pueblo. En cambio, la oposición de acción e intención fascista ha
instigado y atentado contra las obras del pueblo y el Metro, como una de ellas, siempre ha estado en su mirilla oprobiosa y sufrido sus ataques. Sin embargo apostamos al pueblo sabio
y paciente (¡Cómo no parafrasear al padre cantor Alí Primera!) custodio de su
propio bien, que viaja a través de todo el sistema, pensando a diario cómo
resistir creativamente las adversidades y manteniendo la dignidad, en los
vagones o buses que siempre han servido para la conversa, las recetas, los
consejos, los encuentros, la amistad, las lecturas de libros, los amoríos, las
peleas familiares, las discusiones políticas y deportivas; para llegar al lugar necesario y vencer, porque en esencia somos un pueblo que -sobre el zaino potro de su revolución- va venciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.