domingo, 1 de octubre de 2017

CATALUNYA: EL PORVENIR ES HOY





No murió Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975 en la tranquilidad de la opulencia familiar. Así como no murió la maravilla derrotada, tampoco murió la bestia triunfante. El General siguió poderosamente vivo en el franquismo que se ha mantenido apuñalado en la herida del corazón de España por largas décadas. Con su entrada al ruedo de la guerra desde los contingentes anclados en la África colonizada, Franco inició, en 1936, una cruzada fratricida contra la República Española y contra el pueblo que la apoyó. De su paso bélico por los campos hispanos se han escrito páginas de todo tenor a favor y en contra. Quienes lo apoyaron favorecieron toda la saña que le caracterizó, bajo la filosa daga de la iglesia católica y su Opus Dei, la dupla que formaron los gobiernos fascistas de Alemania e Italia, el celestinaje de los países gobernados por socialdemócratas, una poderosa facción falangista del ejército y sectores de la sociedad amamantados por la oligarquía asesina y la monarquía vagabunda de tanto ocio y corrupción. Quienes enfrentaron a Franco, asumieron una milicia popular heroica como nunca antes pueblo alguno había logrado armar contra un enemigo apoyado por el poderoso armamentismo que se preparaba para perpetrar la llamada segunda guerra mundial. Con las manos obrero-campesinas armadas de mil y una esperanzas y fusiles casi artesanales que se disponían a construir una España democrática, lo más hermoso del pueblo español rindió su vida en una lucha desigual. Las bombas que cayeron sobre las España del 36, mataron por igual al pueblo partidario y contrario a la República. La cruzada franquista triunfó sobre la osamenta de un millón de españoles apoyada por la tecnología armamentista que se ensayaba para llenar de sangre a toda Europa. La fealdad más espantosa triunfó sobre la belleza.



POR LA DES-GRACIA DE DIOS
Si cruenta fue la Guerra Civil, más cruel, cínica, despótica, humillante y abominable fue la llegada y el entronizamiento del franquismo en el gobierno de la España devastada por la contienda. Ningún pueblo durante el siglo XX vivió y sufrió en carne viva un terror social tan inhumano como el español a la caída de la República. El clima y estado de horror desatado sobre la población por guardias civiles, franquistas fanáticos, falagistas cebados, soplones vesánicos, curas y monjas adiestrados por siglos en la tortura física y psicológica, docentes sádicos, torturadores policiales, mostraron al mundo con los años, las escenas sociales más dolorosas y desgarradoras que fueron repetidas al calco en toda Europa desde 1939. Por varios años, la tragedia del pueblo español fue silenciada por una Europa que se desangraría luego con 65.000.000 de muertos por causa del nazismo alemán y sus secuaces. El pueblo español se caló a bayoneta sangrante y silencio doloroso el genocidio perpetrado por un puñado de monárquicos y oligarcas derrotados en las urnas democráticas, que luego fueron comandados por un criminal en armas que les prestó una valentía, una bandera ignominiosa manchada de odio, el garrote vil y los fusiles cargados para ejecutar sumariamente a miles de personas que cometieron la hermosa osadía de la democracia.



GOOBBLES CONCEJERO DE REYES
El delirio fanático franquista se impone en una sociedad que tenía la vanguardia cultural y literaria más brillante de Europa. A pesar de que la mayoría del pueblo -agrario por historia y esfuerzo- se encontraba sumido en el analfabetismo, oscurecido por el miedo beato del catolicismo, explotado por los rudimentos y procedimientos del latifundio medieval producto de una clase monárquica espantosamente atrasada, España había desarrollado un fuerte vínculo con las artes, la educación y la literatura. Culturalmente hablando, España era vanguardia popular de toda Europa luego de la Unión Soviética. Su avance democrático en tan pocos años que los lleva a fortalecer un legítimo ensayo de República, llenó de esperanzas a los pueblos del mundo. La España democrática del 36 se ganó inmediatamente las simpatías de los desheredados de la tierra así como la repulsa de las burguesías capitalistas europeas. Todo esto quedó demostrado luego de la derrota, con el testimonio de muchos exiliados que fueron rompiendo discrecionalmente el silencio impuesto por Franco a la firma de sus sentencias de muerte y a la diplomacia hipócrita de un mundo alcahuete.



ESCRIVA DE BALAGUER: MIRADA DE CULTURICIDA
La falaz unidad franquista de España hizo creer al mundo que, a fuerza de represión, había logrado acallar la cultura de las nacionalidades, cuyos movimientos luego fueron llamados “separatistas”. Las narraciones escuchadas en nuestro Abya Yala acerca de la imposición cultural del catolicismo franquista sobre esos pueblos legítimos son escalofriantes, tanto como las habidas durante la terrible época de la “Santa Inquisición”. A través de un proyecto educativo autoritario, fascista, católico, dirigido por el Opus Dei y el desarrollo de una estrategia cultural homogenizante y banalizadora, Franco y su franquismo se fueron contra el pueblo y los restos de izquierda que quedaban resistiendo en los escenarios sociales; pretexto adecuado para zumbarse sobre las naciones habidas en la conformación histórica de la Península Ibérica. Por igual, vascos, catalanes, andaluces, gallegos, canarios recibieron el bautizo de fuego cultural que el falangismo retrógrado del gobierno franquista hizo caer sobre sus frentes y su espiritualidad. Aquella consigna “La Letra Entra con Sangre” que nuestros indígenas sufrieron en la piel y en sus vidas durante el genocidio abyayalo, la sufrieron con saña los partidarios de las nacionalidades durante la época de la reconstrucción. A no dudar que aquellos fusilamientos producto de juicios amañados, dantescos, de sainete, cuyas sentencias de muerte ya estaban anticipadamente firmadas por Franco, fueron de muchas maneras actividades secretas de “limpieza étnica”, de “barrido político”, de “culturicidio”. Investigaciones a fondo pudieran corroborar estas visiones, así como este mismo año 2017, no sea nada extraño que los atentados perpetrados en Barcelona, atribuidos a supuestos “criminales islámicos”, hayan sido planificados y pagados por agentes de una metrópoli temerosa de este desenlace democrático. Por esto es cínico y sinvergüenza que reyes y vasallos franquistas vengan ahora a dar lecciones de democracia a otros países que tienen legítimos gobiernos constitucionales, desplegando transformaciones sociales favorables a sus pueblos.



Hoy que Franco estaba confiado ante la neutralización de los movimientos armados en la vascongada y además, por tanto avance del poder unipolar en el mundo, se visibiliza el movimiento republicano de Catalunya. Como es de suponer, su génesis no es producto del decreto, ni la improvisación, ni el inmediatismo y aunque debe tener sus obligadas contradicciones, el maceramiento de una larga discusión nacional que tiene en protagonismo pleno a las últimas generaciones de catalanes, cobra vigor inusitado cuando las condiciones sociales parecieran estar dadas para una ascensión social de Catalunya como legítimo país, auténtica nación, laureada República.



RAJOY: EL DEDO DE FRANCO
Cual bofetada al Franco que vive y colea en la rastrera y corrupta política española como serpiente venenosa, esta insurgencia catalana se produce en medio de un movimiento que tiene como bandera a la democracia. Como alerta al Franco que agoniza, Catalunya de hoy, que tampoco murió a pesar del genocidio, está dispuesta como aquellos catalanes que apoyaron a la España republicana del 36, a ejercer el derecho de decidir si se establecen como República independiente. Como aviso al Franco que de seguro, pronto morirá para siempre, la verdadera unidad de España que se impondrá por encima de la unidad mentirosa que el franquismo montó como la vitrina que justificó su degollina, estará fortalecida por estos estados-naciones que se conformarán cuando el resto de nacionalidades sigan el ejemplo democrático y republicano del pueblo de Catalunya.



EL PORVENIR ES HOY
En el poderoso y digno interés que nosotros los abyayalos siempre debemos tener por España, sería interesante preguntarnos ¿Cómo será la conformación del gobierno de esa Catalunya que nace como República venida de su sueño democrático? Pues ese gobierno será como al pueblo de Catalunya le dé su perra gana. Lo verdaderamente importante ahora es que todos los pueblos de la Pachamama debemos favorecer, apoyar y advenir con vivas a esta avanzada democrática en una España que jamás se desarticulará con el fortalecimiento de las nacionalidades como Repúblicas, por el contrario, el siglo XXI verá a una España integrada por Repúblicas democráticas viviendo de manera soberana e independiente, articuladas para la Paz y la democracia, una vez hayan mandado a las monarquías al museo más oscuro y escondido de la historia. En 1939, cuando Francisco Franco entraba triunfante en Madrid con su ejército de asesinos, jamás se hubiera creído que 80 años después, el vetusto General comenzaría a agonizar verdaderamente. El síntoma inequívoco de este deceso definitivo del franquismo es Catalunya que florece en el jardín de los pueblos que continúan forjado su libertad y su independencia.

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