viernes, 29 de diciembre de 2017

ENTREVISTAMOS A LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE VENEZOLANA


La Guarida del Druida (LGD) ha logrado la exclusiva mundial: entrevistar a la Asamblea Nacional Constituyente venezolana (ANC). Perseguimos a esta compañera durante meses, incluso desde antes de las elecciones donde resultó triunfadora el día 30 de julio de 2017 y no habíamos podido dar con su paradero. Finalmente la conseguimos tomándose un café en la Plaza Bolívar de Caracas luego de hacer la cola correspondiente.

LGD: Oiga. ¿Es Usted la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela?
ANC: Sí, dígame.
LGD: ¿La Asamblea Constituyente de 1999 o la de 2017?
ANC: Soy la de 2017. La del 99 es mi hermana. Ésa estaba descansando, pero a raíz de mi éxito, la han estado llamando para entrevistarla. ¿Tú la quieres entrevistar?
LGD: No. A ella no. Es con usted que queremos hablar. La de 2017.
ANC: Estamos a la orden.
LGD: ¿Se ha vuelto muy popular Usted, no?
ANC: Si. Por obra del Presidente Maduro que me llamó para que viniera a orientar en la solución de los problemas del país. Eso fue el primero de mayo de este año 2017. Sin embargo, yo creo que mi pueblo venezolano me anhelaba porque antes de ponerse en práctica en la legislación, las constituyente de todo el mundo son anheladas por los pueblos. Ahí el Presidente Maduro, nuevamente dio en el clavo.
LGD: Pero, eso de venir a orientar en la solución de los problemas del país ¿no es, acaso, una pretensión muy ambiciosa?
ANC: Realmente no creo que sea una pretensión. Tal vez una ambición social de un sector importante de la sociedad que es el pueblo, te insisto, el pueblo. Fíjate el problema de violencia que hemos tenido, provocado por una clase social pudiente, adinerada, que ha sido financiada por factores externos para sabotear al país y sacar de la Presidencia de Venezuela al Presidente Nicolás Maduro. Eso es un problema social muy grave que yo vine a buscar cómo solucionar, sin dejar de ser del pueblo.
LGD: Pero hay otros problemas de fondo, problemas mucho más estratégicos que aún no se han solucionado.
ANC: Ahhhh, esos problemas sí que yo no los puedo solucionar, pero mi acción puede abrir el camino de facilitar su solución. En mis conversaciones con el Presidente Maduro, este aspecto siempre ha estado claro.
LGD: ¿Cómo fueron estas conversaciones con el Presidente Maduro?
ANC: Fueron unos debates muy intensos, signados por la urgencia del momento. Hasta altas horas de la noche conversamos muchos días antes de lanzar el decreto. Recordemos que fueron horas aciagas para la Patria. El Presidente es una persona muy inteligente, con una alta sensibilidad social, un trabajador incansable; aprendió mucho con el comandante Hugo Chávez. También ha aprendido bastante en estos años como mandatario, su discurso denota lecturas intensas de la realidad nacional y mundial. Sin duda era la persona ideal para el cargo y para la gran responsabilidad que nos ha tocado vivir. Ahora bien, ya desde 1999, el antes constituyentista Maduro, discutió con mi hermana en el 99, la posibilidad de abarcar lo más amplio posible el estamento jurídico para favorecer al pueblo, sin embargo, en aquella oportunidad se marcaron ausencias significativas porque las presiones de la burguesía metida dentro del proceso con sus manipulaciones y vicios fueron muy fuertes; tenían agentes leguleyos que metieron freno de mano a muchas transformaciones sociales que se quedaron para después.
LGD: ¿Por ejemplo?
ANC: Las transformaciones en el orden de la propiedad no fueron completas, ésas relacionadas con el socialismo; quedaron en riesgo los recursos naturales al no completarse los normativos y sanciones, las de orden laboral por igual fueron baypaseadas. También la voz de los intereses burgueses quedó viva en muchos artículos.
LGD: Se habla mucho del aspecto de las sanciones a los grupos sociales que cometieran infracciones graves…
ANC: Es cierto, pero eso, siendo importante, no es lo más grave. No se le puso coto transformador a quienes producen y procesan los alimentos y delinquen con el acaparamiento y lo estamos viviendo en estos momentos. Los intereses de la burguesía quedaron intactos. Mi hermana del 99 no fue socialista, más bien tuvo un marcado sesgo socialdemócrata con algunos avances e innovaciones, tales como el reconocimiento de la pluriculturalidad que abre paso a la inclusión de los derechos de los pueblos indígenes, esto hace revolucionaria a mi hermana. El lenguaje de género que consagra los derechos de la mujer y la familia es un logro. Pero en otros aspectos la cosa quedó igual. 
LDG: ¿Qué me puede decir de la llamada Ley contra el Odio?
ANC: Muy necesaria.
LDG: Aunque los sectores opositores se han estado burlando de su sanción por aquello de que es imposible regular el odio argumentando que es un sentimiento y hasta han utilizado canciones del género musical bolero.
ANC: Allí los opositores demuestran una vez más el sentido actual de su política nefasta. Así como el amor, el odio se puede educar y fomentar. Hay libros que se han escrito en donde el amor se estudia como un arte. En realidad deberíamos decir: "Ley contra el fomento del odio". No es bueno que ninguna persona odie.
LGD: La oposición se burla por el análisis de Carlos Marx acerca del llamado "odio de clases" que luego se encargaron de promover militantes políticos como el Ché Guevara. Se burlan de una contradicción que ven entre el "odio de clases" marxista y el espíritu de la Ley que condena la práctica del odio.
ANC: Ellos saben de qué se trata y ocultan buena parte del análisis. El odio de clase de la hegemonía fue primero que el de los explotados. Ellos odian y desprecian a los explotados quienes deben servirles sumisamente. Ésta ha sido la historia desde  los albores de la división social del trabajo. La historia de sumisión de los explotados de la tierra es, tal vez, el pasaje más triste y amargo habido en toda la historia de la humanidad. De hecho, los pueblos "no odian" no porque sean sumisos sino porque aman. Coherente con esta prédica, el Comandante Hugo Chávez siempre dijo que no odiaba a sus enemigos, de allí el perdón del año 2002 que muchos han criticado. Sin embargo, muchos pensamos que sin ese acto de perdón, tal vez la guerra que hoy vivimos se hubiese adelantado de una manera cruenta.
LGD: Pero no se castigaron a los culpables de aquellos hechos. 
ANC: Hubo fallas en nuestro sistema de justicia. Por eso estamos aquí. Ahora bien. Desde el planteamiento marxista, el odio de clases se orienta a los explotados (que son muchos más que los explotadores) para que logren derribar la inmensa barrera histórica de sumisión que les ha sido impuesta por la clase explotadora y logre tomar conciencia de su papel histórico. Lo primero es que vean que tienen un enemigo de clase, porque uno de los efectos fundamentales que produce la explotación es la alienación y de ésta emana una identificación de los explotados con los explotadores. Por esto es que se ve ese fenómeno de que los explotados, los jodidos, los del barrio, defienden los intereses de los explotadores que los engañan, los desprecian, los explotan.
LGD: Pero éste odio de clases no entra en el espíritu de la Ley, ¿Cómo es esto?
ANC: El odio de clases es un proceso de conciencia que se debe despertar en el ser humano explotado, alienado para que identifique su enemigo histórico y le haga recuperar sus propios intereses. El odio que sanciona la Ley es ese odio inconsciente, abisal, manipulado por la mediática imperial y las clases hegemónicas, trabajado semióticamente durante años para que odien a las personas por sus diferencias, su color de piel, su apariencia física, su forma de pensar, su opción sexual, su posición en el mundo. Es ése el odio que pretende sancionar la Ley: el odio fascista.
LGD: El odio de los explotadores ¿No es odio de clases?
ANC: Sí es odio de clases. El caso es que en la lucha de clases el odio de clases del explotador no le permite recuperar su conciencia y humanidad, por el contrario, lo hace más inconsciente e inhumano, en cambio el odio  de clases sí le permite al explotado hacerse más consciente y humano, porque le provee de la suficiente conciencia para restablecer su dignidad que es el reconocimiento de los otros como legítimos.
LGD: ¿O sea que lo que la Ley condena es ese odio burgués que toma la forma de fascismo y lo convierte en una bestia inconsciente e inhumana que violenta la dignidad de los otros?
ANC: Exacto. El odio de clases libera al oprimido, al explotado, al pobre. Lo libera de su propio odio, lo desaliena, lo humaniza porque lo hace consciente de su papel histórico, en cambio, el odio de clase condena al opresor porque lo sumerge en su propio odio, lo aliena cada vez más y ese sentimiento se transforma en algo destructivo.
LGD: Es por esto que el primer impulso que tienen los opositores es a destruir porque sus amos explotadores no pueden extinguir su propio odio.
ANC: Sería anti-histórico que lo hicieran. Ellos tienen el papel histórico de demostrar ese odio que sólo se extinguirá cuando dejen de ser explotadores, como el caso de aquel Pu Yi, el último emperador chino, que fue depuesto por la Revolución Popular China y terminó siendo un jardinero, que es uno de los oficios más bellos y edificantes que pueda hacer un ser humano.
LGD: Si esta Ley contra el Odio se hubiese implementado en el mundo luego de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo en los países europeos, no tuviésemos ese regreso del fascismo que hoy experimenta  el mundo como un serio peligro para la humanidad.
ANC: Eso es verdad. Esta es una Ley que se debe implementar en todos los rincones de la sociedad porque todos somos proclives a fomentar el odio fascista si no somos educados de una manera diferente. Se debe implementar en la familia, en la escuela, en los centros religiosos, en los consejos comunales.
LGD: Toda esta visión histórica la conocen los opositores. 
ANC: Algunos la conocen, ocultan ese conocimiento y lo tergiversan a propósito; la mayoría la desconocen porque son unos ignorantes, producto de la falta de formación política que tienen. Fíjate que el primero en experimentar el odio de clase, antes que Marx, fue el Libertador Simón Bolívar con el Decreto de Guerra a Muerte que denunciaba ante el mundo las bestialidades que cometía del poder imperial a manos del ejército realista y le permitió hacer consciente a sus partidarios de quién era el enemigo en la guerra de independencia; y una vez conscientes de esto, ese odio amainó como las fuertes lluvias, producto de la gran conciencia que obtuvo su líder. También pasó con la llamada lista Tascón que en un momento de peligrosa incertidumbre, luego de los sucesos de abril de 2002, surgió de manos de la misma oposición. Esto detuvo las acciones de saboteo institucional y social que estaban preparadas. Fue un acto genuino de odio de clases. Cuando aquel diputado lanzó la lista, trajo conciencia de quiénes éramos en esta lucha. Muchas caretas se cayeron. Es por esto que no se debe llamar a la burla a una Ley que viene a normar la conducta ciudadana para un mejor porvenir en democracia.
LGD: Sin embargo, es significativo acotar que esta conducta de burla a este importante aspecto de las leyes constituyentes también responde a la estrategia de banalización de la política que tienen los sectores hegemónicos. Es una estrategia que tiene como objetivo desesperanzar a los sectores populares para despojarlos del accionar político.
ANC: Es así. Hay que recordar que nuestro pueblo no ha realizado este proceso bolivariano por obra y gracia del espíritu santo. Nadie le regala a los pueblos su formación política. Nuestra educación política es producto de una práctica constante y una lucha que por décadas sostuvimos para reconstruir el movimiento popular reprimido por las políticas de la Cuarta República. Pero se continúa subestimando al pueblo que somos, diciendo que no tenemos la suficiente madurez para encargarnos de los problemas y esto es una falacia. Ya basta de que los funcionarios institucionales dirijan los destinos de la revolución. Ya estamos preparados para tomar las riendas de este proceso. Ya nuestra participación política no es nada ingenua. 
LGD: Se dice que los constituyentistas del 99 se fueron de ingenuos o inocentes al respecto de no estipular las sanciones.
ANC: ¡Yo no creo esa vaina! Buenos nada. Ingenuos o inocentes menos. Las reglas del juego eran las mismas para todos. Eso es como si entre dos equipos de fútbol que juegan bajo lluvia, los que pierdan digan que perdieron porque el campo estaba mojado, lleno de fango. En una cancha no llueve para un solo lado. Lo mismo pasó en el 99. ¿No sería que hubo quienes miraron hacia arriba y dejaron pasar la oportunidad de transformar la sociedad a fondo?
LGD: Usted cree que en esa oportunidad se pudo ir más lejos.
ANC: Aunque no es bueno hacer la política del “todo o nada”, en cualquier oportunidad humana se puede ir más lejos. Lo que pasa es que hay situaciones que yo prefiero que sea mi hermana del 99 la que exprese su criterio. Fíjate la anécdota que ya es pública en donde no dejaban que el Presidente Chávez colocara sus propuestas. No lo dejaban pasar al recinto de la ANC del 99.
LGD: Esos son momentos donde hay muchas presiones por parte de los grupos de poder económico.
ANC: Así es. Recordemos que eran momentos en que se iniciaba lo que hoy llamamos la Revolución Bolivariana. El chantaje con las amenazas de violencia por parte de las burguesía ya comenzaba a coger cuerpo en la sociedad venezolana de entonces. Es bueno decir que esas presiones no han cesado, por el contrario, se han incrementado. Fijémonos en la violencia fascista de este año 2017.
LGD: ¿Pero se pudo ir más lejos o no?
ANC: Claro que sí. Y lo demuestran los sucesos de abril de 2002. De todas formas iban a atentar contra el gobierno e incluso contra el Estado. Hasta secuestraron al Presidente Chávez.
LGD: Entonces ¿hubo ingenuidad o no?
ANC: ¿Ingenuidad? ¡Vacié! En mi distancia veo más bien acuerdos.
LGD: Un constituyentista del 99 dice que se fueron de poetas.
ANC: Eso es completamente ridículo. Si hubiesen estado poetas en el 99 no pasa lo que ellos dicen que pasó. Si poetas como el Chino Valera Mora hubiese sido constituyentista, les canta su poema “Amanecí de Bala” y todos se chorrean. Hubo más bien mucha politiquería qué cortar. El gamelote politiquero campeaba y no podía ser diferente. Ésa era la Venezuela del momento. El adequismo estaba intacto y aún hay mucho adequismo qué cortar. Fíjate que eso de que “se fueron de poetas en el 99” no es más que una clásica salida adeca. Echarle la culpa a la cultura, cuando los politiqueros son unos incultos, nada saben de poesía.
LGD: ¿Todavía hay mucho adequismo en la sociedad?
ANC: Yo creo que está muy golpeado el adequismo, pero aún tiene mucha fuerza, sobre todo en las instituciones que fue donde clavó su puñal más terrible.
LGD: La Asamblea Nacional puede ser la mejor muestra.
ANC: Si, pero no la de ahora solamente. “Los pueblos pueden vivir sin reyes y sin congresos” decía el maestro Simón Rodríguez. Los Congresos y Asambleas nacionales, llámalos como quieras, son escenarios de representatividad, jamás podrán ser de protagonismo del pueblo. Esa Asamblea Nacional desde que se terminó la Constituyente del 99 no ha sido más que una réplica del Congreso Nacional bipartidista. Esto lo sabía el pueblo en las calles. Si aquí hablamos de revolución de verdad, de transformación profunda de la sociedad, no podemos estar trabajando para legitimar aún más a las Asambleas Nacionales representativas. Deben ser organismos protagónicos con mecanismos donde el pueblo decida y quien mande lo haga obedeciendo al pueblo. Hay mucha gente que siendo pueblo accede a la representatividad de una Asamblea y hasta allí llegan sus impulsos en favor de su gente. Cuando tienen el cargo comienzan a hablar el lenguaje del enemigo histórico y a defender sus intereses.
LGD: ¿Quiere decir que la Asamblea Nacional actual no es la peor que hayamos tenido?
ANC: No es la peor. En la de ahora, por lo menos podemos saber un poco más acerca de quién es quién en ese redil. Vemos los extremos de la polarización. La peor es la que estaba llena de adecos con franela roja. La mejor muestra de que éste es un pueblo politizado y arrecho es la forma cómo en el 2015, con sabiduría y paciencia (como dice la canción de Alí Primera) y con el voto, sacó una pila de adecos con franela roja que poblaban la Asamblea como garrapatas chupasangres.
LGD: Fue el voto castigo.
ANC: Ésa es una expresión adeca que deja en la superficie solo la nata de lo esencial, del fondo.
LGD: Disculpe Usted.
ANC: Disculpado. Lo trascendente de este momento es que para 2015 las fuerzas revolucionarias estaban inmovilizadas frente a una función politiquera desde una Asamblea Nacional donde las actitudes adecas estaban disfrazadas de revolucionarias. No pocos parlamentarios rojos-rojitos por fuera y blanco-blanquitos por dentro, conchupando y viviendo de los dineros del pueblo. Con esas dietas cualquiera decía que era un revolucionario. Así sí que es sabroso hacer una revolución que nunca llega.
LGD: Quiere Usted decir que el pueblo decidió cambiar el escenario político para avanzar en la transformación de la sociedad.
ANC: Fue lo que hizo. Metió a los adecos y demás opositores en su escenario natural con la mayoría que a ellos les gusta para agudizar las contradicciones. Un análisis medianamente marxista corroboraría esta aseveración. El pueblo rompió con la comodidad parlamentaria en que se encontraban las fuerzas bolivarianas que eran criticadas a diario en las calles y rincones del país. Con mediaciones perniciosas que aún no se han marchado, aún están allí, pero esto es un proceso de largo aliento y no se decide todavía.
LGD: Pero el pueblo le dio el poder a sus enemigos.
ANC: Ese es un poder que siempre han tenido los agentes de la reacción oligarca, burguesa, opositora, aun en el proceso bolivariano. El hecho de que hayan sido minoría en la Asamblea Nacional no demuestra que habían perdido el poder político y social. Siguen teniendo ese poder de negociación y mando, lo que pasa es que verse en la desventaja de la Asamblea les incomodaba el protagonismo mediático que necesitan para moverse en las redes y seguir profundizando su guerra contra el pueblo desde dentro y desde afuera. Pero siguen teniendo poder aún con aquella desventaja con que llegaron a las elecciones de 2015 por la Asamblea.
LGD: Se recuperó dentro de la Asamblea.
ANC: Esa recuperación estaba cantada. El llamado chavismo había logrado lo que sus sectores conservadores anhelanban: conchupar con la oposición hasta 2015. Mientras el pueblo chavista quiere una transformación de la realidad social a fondo, el conservadurismo chavista (neo-adeco) quiere que las cosas sigan igual. Por esto, ese llamado permanente a convivir políticamente, esa invocación a una oposición cívica, tranquila, coqueta, perfumada, convivencial, claro, que les permita conchupar.
LGD: ¿No es éste el juego democrático?
ANC: Si. Es el juego de la democracia representativa, donde el pueblo es mirón de palo. Y como las Asambleas de ese tipo nunca serán diferentes, siempre serán sitios de representatividad, conchupancia, corrupción. Son espacios donde el ejercicio político es un negoción porque circula mucho billete para repartir entre todos los que allí rumian y benefician a la oligarquía que es al final quien termina ganado. Son dineros de la Patria. Ese es el modelo de Asamblea que consagraron los adecos. Modelo que nunca cambiará mientras las reglas del juego sean éstas.
LGD: ¿Entonces, para que el pueblo pueda incidir en una política que le favorezca, este modelo de Congreso o Asamblea (da lo mismo) debe desaparecer?
ANC: Sin lugar a dudas.
LGD: Tal vez no han habido oportunidades de acabar con esa práctica de Asamblea o Congreso en estos dieciocho años de Revolución.
ANC: Sí las ha habido. En lo concretico son dos: una buena y una mala: ¿Cuál quiere que te diga primero?
LGD: Para seguir la costumbre, dígame la mala primero.
ANC: La mala oportunidad se presentó cuando el golpe del 11 de abril de 2002. Concretamente el 12 de abril cuando la oligarquía y su lacayo Pedro Carmona Estanga eliminó a la Asamblea Nacional junto a todos los poderes. Ese día, mi hermana del 99 pidió asilo en el Tibet para que no la agarrara el sionista Isaac Pérez Recao. Toda la oposición, desde la terrorista extrema hasta la más rastrera se pasó políticamente al anarquismo, sin darse cuenta. Es posible que esto sea un caso sin precedente en el mundo. Fueron tan brutos que ni sabían que habían provocado esto. Si los sectores revolucionarios (que debe haberlos en esta sociedad) hubiesen tenido una pizca de influencia y poder en la Fuerza Armada, toman el poder social íntegro y Chávez hubiese regresado de su secuestro, en medio de una propuesta anarquista del Poder, sin deseos de tener poderes constituidos sino puras asambleas populares. No hubo discurso ni planteamiento para esa estupenda propuesta. Fue un momento constituyente que se perdió. En instantes como éste, tan extraordinarios, pasan acontecimientos en fracciones de segundo donde la imaginación y los tiempos se trastocan. Si Chávez me hubiese llamado el 14 de abril de 2002, ahora mismo tú y yo estuviésemos hablando de otra cosa política.
LGD: Claro. Por eso es que Jorge Olavarría pone el grito en el cielo cuestionando aquel decreto número uno.
ANC: Por supuesto, como buen burgués. Todos los representativos vieron el acabose de la sociedad burguesa por la mano de los mismos burgueses. Un país sin reyes y sin congresos, tal y como lo soñó Simón Rodríguez. La representatividad ya es un piso político podrido para los pueblos, pero todavía tiene algunos listones discursivos que los sostiene y gente con mucha influencia.
LGD: ¿Y la buena oportunidad cuál fue?
ANC: Se presentó cuando la oposición se negó a participar en las elecciones a la Asamblea Nacional del año 2005. Ésa fue la gran oportunidad para elaborar un proyecto de Ley que consagrara otras formas de legislar del pueblo y marcara la paulatina y segura eliminación de ese antro que es la Asamblea Nacional. Había que embarcarse en un ejercicio de estudio urgente en este sentido. El Presidente Chávez sabía de esta oportunidad pero no pudo hacer nada por la creciente representatividad que desde ya mostraba su partido. Chávez sabía que a muchos de sus partidarios les encanta representar al pueblo sin ser pueblo. Si hubiese planteado esto, tal vez se hubiese enfrentado a su propia la dirigencia; si le pasó a Lenin y a Mao, que le pasara a Chávez no era de extrañar. Recuerda usted cuando en un Aló Presidente, Chávez planteó la necesidad de la eliminación de los poderes de la burguesía y la cara de muchos de sus seguidores no era la mejor. Allí tal vez supo que debía ir con paciencia y cuidado.
LGD: Prefirieron legislar solo con los rojo-rojitos en aquella oportunidad.
ANC: No tenían otra alternativa… viéndolo desde el punto de vista representativo, pero desde un ojo protagónico había que liquidar esa asamblea podrida a través de una constituyente originaria. Tardé mucho en llegar. Me hubiesen llamado en ese momento y la carga fascista no se hubiese revelado como en este 2017, la hubiésemos detenido. La revolución hubiese avanzado. Esa poética hubiese triunfado. La oposición demostró toda su carga demagógica y manipuladora. Hicieron esa jugada con la finalidad pantallera de siempre, no buscando objetivos estratégicos sino para desgastar al contrario desgastando a la política frente al pueblo. Continuaron con su campaña de desprestigio del hacer político. Se afincaron en ese proceder detestable de banalizar la política como posibilidad ciudadana y el chavismo conservador le siguió el juego. No hicieron en la calle un sólo aporte a la democracia, al ejercicio ciudadano, al diálogo y a la formación política, no les interesa. Lo más triste es que el sector bolivariano dirigente tampoco hizo grandes aportes, se atornillaron en sus bancadas creyendo que el pueblo se los iba a perdonar.
LGD: Recordemos que se propuso y se practicó el llamado Parlamentarismo de Calle.
ANC: ¿Tenemos que hablar de ese bodrio?
LGD: Sería importante recordarlo como aporte.
ANC: Decirle “aporte” a “eso” es darle una alabanza que no merece.
LGD: Yo creo que se practicó.
ANC: Observo que lo dices con un dejo de conmiseración.
LGD: El caso es que lo recuerdo.
ANC: Es importante recordar el fulano Parlamentarismo de Calle como una pantomima. Fue una careta que inventaron para decir que el pueblo tenía acceso a la Asamblea Nacional mas no a sus decisiones. Si el pueblo no decide en algún espacio social, ese espacio no le sirve de nada. Ese parlamentarismo de calle se diluyó en un tinglado que montaban con sillas y toldo para que unos personajes hablaran diversos temas, se preponían ciertos intercambios y luego todo el mundo se iba para su casa. Allí no se decidía nada ni se tocaban cuestiones medulares de la sociedad venezolana. ¿Dime un solo aporte significativo que haya podido dar el pueblo como colectivo organizado a la Asamblea Nacional desde ese fulano Parlamentarismo de Calle; y lo que es más importante, al acto de legislar sus asuntos más esenciales? Ninguno, amigo mío, ninguno. ¿Dónde está la sistematización de ese proceso dizque legislativo? En ninguna parte. No interesa.
LGD: Ciertamente.
ANC: Fue un Teatro de lo social cuya experiencia se puede exponer en algún Festival Internacional para comerse unos sanguchitos y tomarse un juguito, pero nunca como un ejemplo de revolución política en Venezuela. El cadáver de ese fulano parlamentarismo de calle lo arrastraba la oposición luego de haber ganado las elecciones a la Asamblea de 2015.
LGD: La Asamblea se llenó de opositores.
ANC: Ese es un espacio natural de ellos. Allí comulgan fascistas radicales, fascistas moderados, derechistas oligarcas, derechistas gerenciales, socialdemócratas, izquierdistas de todo tipo, bien pagados con los dineros del pueblo. Aunque, más importantes que las personas que allí llegan son las actitudes. Función y estructura como decía Demócrito. En esa estructura se funciona de esa manera politiquera, arribista, manipuladora, no da para más. La actitud adeca ha moldeado las actitudes parlamentarias a su imagen y semejanza. De allí salieron entrenados todos los terroristas que llamaron a la oposición a quemar el país. Una revolución es para crear y desde el punto de vista de la legislación se deben promover otras dimensiones que den cabida al pueblo con sus ideas y prácticas porque se habla mucho de protagonismo y lo que campea es la representatividad. Esos representantes avalaron el entrenamiento fascista que recibieron niños y niñas para trancar las calles y quemar personas. Esos representantes de fascistas van cada vez a Washintong a implorar de rodillas una intervención directa en Venezuela. Esos representantes echaron el cuadro del Libertador Simón Bolívar al basurero.
LGD: Hay otra clase de parlamentarios en la Asamblea Nacional pero están en minoría.
ANC: Sospecho que si están en mayoría fuesen iguales. En el pasado reciente, cuando legislaron solos la diferencia no fue mucha. El aporte a lo popular fue nulo. Por eso cuando el pueblo cambió la correlación salieron los politiqueros a culparlo. A llamarlo malagradecido. A sacarle en cara lo que la Revolución le ha dado sin hacer balance de los aportes en valores políticos que ese pueblo ha recibido en donde no hay consideración de su protagonismo, del aporte organizativo que ofrenda a diario a la Revolución, de la feroz resistencia que libra día a día. El saldo positivo ante el mundo de aquella derrota fue la ratificación de que tenemos un Poder Electoral extraordinario, importante, baluarte de la democracia; un poder electoral que reconoció (como debe ser) la victoria de los opositores, pero las razones por la que se perdió nunca han sido reflexionadas por la dirigencia chavista. Esa derrota tuvo sus razones de fondo en la grave falla política que ha habido en el ejercicio político parlamentario donde no se quiere romper con ese pasado representativo que deja por fuera al pueblo. Yo a ese Capitolio lo transformaría en un prescolar. Los niños y sus maestras lo cuidarían mejor.
LGD: En efecto, lo cuidarían con más amor. El Presidente Chávez casi que tuvo que rogarle a sus propios dirigentes que le pusieran atención a la consigna: “Comunas o Nada”.
ANC: A ese Ministerio de Comunas nadie le pone atención. Muchos politiqueros lo consideran como al pueblo: un cero a la izquierda. Un ministerio para funcionarios castigados.
LGD: Entonces, si la cosa es así: ¿Qué viene a hacer Usted en este escenario?
ANC: Yo vengo a librar dos luchas muy importantes: la primera abarca las medidas que son urgentes de tomar para fortalecer el rumbo popular del país. Como ya se ha hecho, se han tomado medidas desde mi gestión en materia de orden público, contra la impunidad, de fortalecimiento del Poder Moral que soñamos con el Libertador, se destituyó a la nefasta Fiscal y se nombró a alguien que está tomando acciones; se nombró a un nuevo Defensor del Pueblo para apuntalar el accionar ciudadano contra quienes infringen la Ley desde mafias organizadas y actitudes especuladoras, valiéndose de servicios que deben prestar y distribución de bienes; también se han tomado medidas que tienden a contrarrestar la violencia que vivimos este año.
LGD: ¡Todo un logro!
ANC: Gracias. Es un logro. Sin lugar a dudas. Y no debemos olvidar que ha sido un logro imposible de alcanzar sin el pueblo. Sin ese voto de confianza en la Revolución, sin esa victoria gloriosa del 30 de julio nada de estos logros hubiesen sido posibles. Pero también he venido a sentar las bases para una sociedad diferente.
LGD: Una sociedad diferente a la actual que es capitalista significa una sociedad socialista.
ANC: Eso mismo es. Estamos hablando de una Constituyente que impulse definitivamente el socialismo y apuntale con fuerza la liquidación de este período de transición que se está tornando difuso, como la época. Nuestra transición política hacia el socialismo pareciera estar cruzando la “modernidad líquida” que enunció el investigador polaco Zygmunt Bauman. En nuestro proceso gravitan dimensiones de la realidad que ofrecen perspectivas sólidas que pudieran marcar un camino o una estancia firme, duradera, visible sin embargo existe un amplio espectro social líquido que circula permanentemente y se acomoda a cualquier espacio que se le ofrezca.
LGD: Es muy importante precisar en qué terreno se despliega esta liquidez social.
ANC: En el terreno de las ideas, del conocimiento, en el terreno político. Debemos reconocer que las hegemonías han sabido jugar bien y bien sucio. Han manejado con mano zurda la grave crisis paradigmática que se ha presentado en la modernidad, secuestrando el accionar político y banalizando toda posible forma alternativa de práctica política de los pueblos. Y aquí han utilizado a los poderosos medios de comunicación de que disponen. Han realizado un gigantesco lavado de cerebro mundial, conformando un ejército mercenario invisible que invade las mentes y aliena toda posibilidad de tomar conciencia de cualquier realidad. La fabricación de realidades superfluas y sentidos alienantes. Por esto quieren arrasar con Venezuela porque ha demostrado que la política se puede aproximar a lo que anhela el pueblo. El nivel político de nuestro pueblo hoy es el más alto del mundo por esto es que la burguesía y los politiqueros de ambos bandos lo desprecian y lo tienen en la mira para destruirlo. Con su esfuerzo, este pueblo venezolano ha hecho de Venezuela el país más democrático del mundo.
LGD: ¿Esa no es una aseveración exagerada?
ANC: No lo es. ¿Dime qué pueblo ha detenido una guerra imperial como lo ha hecho este pueblo venezolano con el arma del voto?
LGD: Ninguno. Es cierto. Lo del simulacro fue increíble. Ni la dirigencia chavista creía que el pueblo se iba a manifestar de esa manera tan abrumadora en favor de la constituyente y de la paz. Se detuvo una guerra que ya estaba a punto de desencadenar un enfrentamiento civil de incalculables proporciones.
ANC: No pocos constituyentistas electos dicen que fueron ellos quienes hicieron el trabajo. Se erigen como héroes cuando fue el pueblo quien logró esta hazaña con su resistencia, su paciencia y los votos. Algunos miembros del partido del gobierno también lo dicen. Se equivocan, tal vez deliberadamente.
LGD: ¿Una equivocación deliberada?
ANC: Sí. Una posición de esta época de la post-verdad porque dicen que fueron ellos quienes obtuvieron el logro, sabiendo que ha sido el pueblo.
LGD: ¿Eso no es gatopardismo? ¿No se trata de manipular?
ANC: El caso es que este clima de post-verdad le da validez irrefutable. Es por esto que nuestro pueblo debe afianzar sus organizaciones autónomas, comunitarias para que enfrente los mensajes que la post-verdad está permitiendo en las dimensiones de alienación que manejan sus agentes.
LGD: Sería interesante preguntarse qué es “verdad” en la llamada post-verdad.
ANC: En los terrenos de la post-verdad todo es verdad. Aquí está el truco, la brutal impostura (y el gran logro) mediático de las clases hegemónicas: debemos reconocerlo para enfrentarlo y derrotarlo. Nos llevan un paso adelante. Han hecho creer que todo es verdad que no existe la mentira. Quieren matar el ejercicio de la imaginación y el derecho a la ficción que le pertenece al pueblo para aniquilar la participación política. La gran posibilidad -artística inclusive, poética por demás- de identificar la mentira, la están neutralizando al promover la verdad total y la ilusión de que nada es mentira: todo es cierto, pero siempre gana quien tiene el medio para difundirla y aquí vuelve a aparecer Carlos Marx con su análisis porque los medios tecnológicos actuales son medios de producción de mensajes que son esas verdades impuestas de la post-verdad.
LGD: Pareciera que andan detrás de encarcelar las hermenéuticas que abren posibilidades de identificar las distintas unidades que están bullendo en las dinámicas sociales y humanas, para imponer una diversidad falsa que sólo responde al mundo unipolar que han impuesto. Han creado la ilusión de que el mundo que se nos vende es diverso y verdadero, cuando es al contrario, se trata de una falsa diversidad que responde al hegemón.
ANC: Exacto. Allí, en ese espacio social ilusorio, cada certeza que se pretenda colectivizar para resistir ante el hegemón y preservarnos, es atacada con una lluvia de verdades programadas, creadas artificialmente y manejadas individualmente, sin importar su origen ni su vínculo real con los intereses humanos. Aquí el individualismo juega un papel fundamental porque pretende hablar desde el interés de todos como masa amorfa. Como la humanidad ya no les importa, cada “verdad” que inventan se disipa rápido en un creer efímero. Ya no importa que una verdad se vaya, pase, porque vendrá otra en su lugar a reinar por un día o menos.
LGD: ¿Y cuál es la salida?
ANC: Los referentes. Es por esto que el comandante Hugo Chávez les quebró el Plan de manera irrecuperable. Chávez era un líder extraordinario y su pueblo lo transformó en un fuerte referente; logró colarse en las entrañas de la hegemonía, nada más y nada menos que en uno de sus centros de poder más emblemáticos, como es el ejército. Chávez le infringe un golpe devastador a la hegemonía cuando le quiebra la lluvia de verdades impuestas y saca la mentira de su escondite para denunciarla. Recordemos la declaración: “Huele a azufre” luego del discurso del presidente G. W. Bush en la ONU y el acto de regalar el libro “Las Venas Abiertas de América Latina” al presidente Obama, fueron dos actos que golpearon la post-verdad porque descubrieron la mentira. Chávez utilizó el poder de la ficción aprendido de su pueblo para aniquilar la verdad impuesta por la hegemonía. Jamás se podrán recuperar de este golpe.
LGD: Es por esto que cuando los países del eje hegemónico quieren invadir a un país que se les está rebelando proceden a desprestigiar a sus líderes que son sus referentes. Este es un paso fundamental para ellos. Hacer que el pueblo al que atacan deje de creer en sus referentes, en sus líderes y cuando esto sucede el líder cae y la invasión es un hecho. Sucedió en Irak con Saddam Hussein, con Gadaffi en Libia.
ANC: Nos estamos entendiendo bien. Y no sucedió con Chávez porque la demostración de apoyo del pueblo hacia el Comandante era impresionante. El pueblo venezolano con su lucha y resistencia hizo de Chávez un referente mundial.
LGD: ¿Y con el Presidente Maduro?
ANC: Son dos situaciones diferentes las que les tocó vivir a ambos. Creo que al Presidente Maduro le ha correspondido enfrentar a la post-verdad como nunca lo tuvo que hacer el comandante Chávez. No hubo post-verdad que pudiera con Chávez, quien también supo hacer de su liderazgo un referente indestructible desde la dimensión comunicacional. Chávez y su pueblo erigieron un lazo indestructible. El Presidente Maduro tiene a la post-verdad contra las cuerdas, para hablar en términos boxísticos, porque ha desarrollado una sorprendente gestión presidencial de posiciones desde lo comunicacional; porque a pesar de las fallas en esta dimensión, su imagen, discurso y medidas han sido muy versátiles, eficientes y sorpresivas. También su política exterior ha sido muy eficiente. Casi como en épocas de Chávez, el Presidente Maduro le ha dado muy duro a la post-verdad.
LGD: Hablando de lazos indestructibles ¿Qué le parece el edificio que le han construido a usted en la esquina de Las Monjas de Caracas?
ANC: Me hace pensar que quieren que yo sea una especie de sustituta de la Asamblea Nacional que ganó la oposición. Si esto es lo que se busca les digo que no es posible. Yo vengo a fortalecer la refundación de la República Bolivariana de Venezuela, a contribuir con el pueblo en su transito hacia el socialismo y a ayudarle a aniquilar todos los vetustos poderes que signifiquen representatividad. Les digo: yo no vengo a ser una Asamblea Nacional sustituta, mi paso es transitorio, yo no me vengo a quedar en ese edificio que están preparando, quien se va a quedar para siempre haciendo la política como poder originario, como poder constituyente en la calle es el pueblo venezolano organizado con una democracia participativa y protagónica en su dinámica.
LGD: Y si se lo ofrecen lo tiene usted que aceptar.
ANC: Yo no viviré allí. Tendrán que refrendar la post-verdad que el hegemón nos está imponiendo. Tendrán que fabricar mil verdades sin referentes que las defienda. De todas formas, como lo dijo el comandante Hugo Chávez, el pueblo será quien decida como lo hizo el 30 de julio.
LGD: ¿Me permite que hagamos un ping pong para finalizar?
ANC: Dale.
LGD: Calle.
ANC: Educación Popular.
LGD: Delincuencia.
ANC: Cultura Popular.
LGD: Delincuente.
ANC: La Burguesía.
LGD: Corrupción.
ANC: Mano dura.
LGD: Salud.
ANC: Médicos Integrales Comunitarios.
LGD: Imperio.
ANC: Cautela.
LGD: Invasión.
ANC: Resistencia cívico-militar.
LGD: Intervención.
ANC: Sabiduría.
LGD: PDVSA.
ANC: Que caigan todos.
LGD: Política
ANC: Enséñale a pescar.
LGD: Petroleo.
ANC: La rabo e’ cochino.
LGD: Guerra económica.
ANC: Capitalismo.
LGD: Harina Pan.
ANC: Chantaje.
LGD: Estados Unidos.
ANC: Un pueblo.
LGD: Las Presidenciales.
ANC: Nicolás Maduro pa’los que salgan.
LGD: Gracias.
ANC: Siempre a la orden del pueblo.

Oscar Rodríguez Pérez

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