lunes, 26 de marzo de 2018

LA HAZAÑA DEL PUEBLO QUE SOMOS Y SU COMANDANTE EN JEFE



Es tentadora hacia la comparación, la hazaña que en estos momentos realiza el pueblo venezolano que somos junto a su Comandante en Jefe Nicolás Maduro, respecto a otras similares realizadas por pueblos de la Pacha Mama y que la mayoría de los opositores habrán de considerar como “odiosas” (prejuicio) desde el lado de la mirada que se les antoje dimensionar. Por ejemplo: en la manera de enfrentar y abrir pasos adecuados contra la guerra económica que sufrimos es inevitable la comparación con el estadounidense Franklin Delano Roosevelt, en cuanto a llevar la crisis generada a partir del año 29 del siglo XX, que lamentablemente desembocó en la llamada Segunda Guerra Mundial; en el acoso de los sectores reaccionarios internos y externos, el parangón con el Lenin de la Revolución Rusa del año 1917 pudiera ser cita obligada en muchos aspectos; el paso económico que en este momento estamos efectuando en medio de fuertes restricciones, por parte de los sectores imperiales, respondidos con medidas de emergencia que provocan la consternación en el enemigo y el entusiasmo en partidarios, nos equipara con el llamado Gran Salto Adelante llevado a cabo en la China que produjo una Revolución socialista de la mano de Mao Tse Dong; resistir el bloqueo económico del hegemón capitalista y soportar el éxodo de la población afectada ideológica y económicamente nos recuerda la situación de la Cuba en la primera década de Revolución dirigida por el comandante Fidel Castro.


Agradeciendo el análisis de personas aliadas como Ignacio Ramonet, Fernando Buen Abad entre otros que ofrecen miradas importantes a las acciones del gobierno del Comandante en Jefe Maduro, es importante resaltar el día a día del pueblo que somos y la enorme hazaña que libramos en el dimensionamiento de esto que nos atrevemos a llamar Revolución Bolivariana. Es aquí donde el Comandante en Jefe se torna más original por estar integrado al pueblo al cual pertenece. No existe divorcio entre pueblo y gobernante. Hay una cotidianidad, sin lugar a dudas, revolucionaria, en donde estamos librando batallas sociales al instante, de una guerra económica evidente que no pareciera así para algunos sectores escépticos o decepcionados que la miran como una manipulación, un efecto mediático o un ardid gubernamental
 

Reconocemos lo difícil que hoy resulta admitir como una guerra a lo que hoy vivimos, dado el prejuicio que muchas y muchos tienen en el imaginario por décadas enteras de amaestramiento mediático que han promovido los laboratorios del imperio hasta la saciedad, desde una visión bélica a lo “cowboys gringo”, de soldados con cascos hasta la nariz, botas gigantescas, uniforme verde (green-go), morral abultado con una radio de antena inmensa, cara manchada de betún y mueca bucal con dientes de perro; imagen ridícula y detestable utilizada por Benjamín Rausseo (Conde del Guacharo) para atacarnos como pueblo. Los mercenarios de hoy no tienen esta imagen y además, la guerra que nos ocupa está en su fase llamada de baja intensidad. Es un belicismo conducido a distancia por agentes imperiales de un sitio especulativo al que llaman “Dólar Today” que hace guisos mediáticos con monedas tradicionales y sus cipayos cómplices, (que a su vez subyugan a los pueblos del Abya Yala) y en nuestro caso, para atacar los vitales centros humanos de la alimentación y la salud. La intención ha sido ponernos de rodillas practicando toda clase de marramucias ya conocidas con la distribución de la comida y los medicamentos. ¿Cómo ha respondido el pueblo que somos a este ataque demencial?


EL LEGENDARIO GENERAL GIAP
Recién sembrado el Comandante Hugo Chávez, cuando el escenario comenzó a recrudecer en violencia y se inició la escalada de terrorismo económico que se alentó y se ha intensificado a través del cuadro de hiperinflación sostenido hasta hoy, la actitud de la mayoría del pueblo que somos ha sido la de NO DEJARSE MORIR, tal y como lo pronosticó en su momento el líder político ruso Lenin. Ningún pueblo en fase revolucionaria, como el venezolano de hoy, se va a dejar morir por los ataques imperialistas; también lo demostraron los pueblos de Rusia, China, Cuba, Vietnam, Nicaragua y hasta Chile en la resistencia al fascismo.
 

EL LIBERTADOR
Apelando a su más alta dignidad, el pueblo que somos ha recurrido a la creatividad alimentaria en una resistencia que tal vez tenga precedentes en luchas contra dictaduras, pero jamás ha tenido parangón con el apoyo de un gobierno que ha orquestado estrategias exitosas para enfrentar la adversidad bélica tramada desde el imperio. Lo que hoy los reaccionarios internos llaman “docilidad”, “sumisión”, “rastrerismo”, al referirse a la actitud social del pueblo que somos, no es más que la acción heroica y de conciencia creciente de un pueblo que comprende cada día, mirando la realidad, quienes son sus verdaderos enemigos. A punta de paciencia frente al auge terrorista de 2017, la escalada violenta más grave del siglo XXI; bajo la sabia orientación del Comandante en Jefe Nicolás Maduro, los venezolanos y venezolanas que creemos en el porvenir de paz dimensionando una sociedad diferente a la capitalista, hemos logrado mantener el Estado democrático y el proceso de Revolución Bolivariana con la bandera de la paz.
 

¿Y qué ha sido del paradero del Comandante Hugo Chávez? Los niños y las niñas son su trinchera segura. La mayoría de niños y niñas de todas las clases sociales saben y siguen al Comandante Chávez. Esta noción se basa en dos sensibilidades, a saber: la primera es que Chávez convirtió toda su obra en un camino trazado hacia el porvenir de los niños y las niñas venezolanos, por esto llenó de canaimitas las escuelas: eran su tesoro. La segunda se basa en que toda fuerza espiritual histórica tiene a la infancia como anuncio de luchas populares y cambios profundos. Esto lo saben los sacerdotes y chamanes de todas las religiones. Durante el imperio, cuando los romanos percibían que vendría un cambio social, a todo los niños varones los sacerdotes los miraban a los ojos y si veían en él a un predestinado lo asesinaban. El pasaje bíblico del Rey Herodes basa su lógica en la intensión de asesinar niños porque vienen cambios y, no sólo uno, sino toda una generación vendrá a producir transformaciones y a liderarlas. Chávez sabía esto y por eso los protegió
 

Los juventud es la duda acerca de Chávez, la prueba, incluso la descreencia. Buena parte de la generación de jóvenes post Chavez, no vivieron o no recuerdan su acción y su mensaje por esto serán una juventud muy severa con la memoria del Comandante, con su historia, con sus logros. Muchos la negarán, por esto se están yendo del país. Las sacudidas sociales que están sucediendo y las que vienen en Venezuela y en el Abya Yala los pondrán a prueba y les abrirá los ojos. En quienes se hicieron adultos durante estos últimos veinte años y vivieron la Venezuela antes de 1998 como jóvenes, están tocados por fuertes contradicciones. Han perdido el argumento con qué defender al Chávez que conocieron y frente al ataque de guerra económica sienten decepción. Tanto jóvenes como adultos necesitan dimensionarse en contextos de formación política y espacios de cultura espiritual para ampliar el conocimiento y la conciencia. A ambas edades les está sucediendo algo similar: les cuesta mucho conseguir respuestas cuando más bien deben hacerse preguntas. En cambio para la mayoría de los abuelos sí hay un Chávez resguardado y seguro en la memoria. El Comandante Chávez supo asegurarse de dejar un camino seguro para todos los venezolanos y venezolanas de la tercera edad. Y para el comandante en Jefe Nicolás Maduro, garantizar las pensiones de los abuelos y abuelas de Venezuela es un acto sagrado e intocable. Aunque la mayoría de abuelos y abuelas hacen su cola religiosamente para cobrar la pensión con expectativa y diálogo critico, sin embargo, todos saben (hasta la minoría de los opositores) que de retroceder a algo parecido a la IV República, significará una catástrofe para los pensionados. Por eso la mayoría resguarda a Chavez y está con Maduro quien les ha cumplido a cabalidad.
 

En medio de un ejercicio de pluralidad muy difícil, sometido a situaciones de incertidumbre bastante contradictorias, en donde el pueblo que somos ha logrado transitar con un sabio silencio activo en las calles para no caer en provocaciones, frente a sectores sociales políticamente intermedios sometidos a un explicable descontento que no responde a una conciencia política pero que sí se está atreviendo a dialogar y deliberar en el escenario de la calle, la situación social se encuentra en los actuales momentos en un punto de expresión y acción política bastante sólido. Los sectores que hace veinte años se mantuvieron escépticos, expresando un desprestigiado concepto de la política, hoy no tienen más remedio que manifestar su posición sea cual fuere y esto es un estupendo logro para una revolución como la nuestra, en donde la reacción mediática ha buscado banalizar el acto político sin obtener los resultados esperados; hasta el éxodo de ciudadanos del cual tanto se manipula en las redes, con sus tragedias y mentiras, responde a móviles políticos. El proceso de banalización en que hoy se debaten los pueblos de la Argentina con un Macri sometido al ridículo, de Brasil con un Temer inconstitucional y tramposo, del Perú con un Kuczynski que renuncia embarrado de inmoralidad, de una Colombia sometida por tirios y troyanos a un Santos igual de inmoral y perverso; de un México donde el Peña Nieto cipayo y entregado se atreve a ponerse de ejemplo sobre la tumba de 100 periodistas asesinados y miles de ciudadanos desaparecidos; esto es completamente contrario a lo que sucede en Venezuela, donde la politización es cada vez más creciente y el diálogo cada vez más consciente en el pueblo que somos.


La debilitada propaganda reaccionaria susurró durante un tiempo la mentirosa especie acerca de la bondad de los gobiernos anteriores a 1998: quisieron renovar aquella consigna de “con los adecos se vivía mejor”, argumento que se les ha caído por su propio peso. Cuando el gobierno promueve desde los medios tecnológicos un proceso de bonificaciones que se realiza a través de la educación popular tecnológica y un aporte económico constante al pueblo, nos hace ver que existe un gobierno activo y en resistencia económica permanente, dispuesto a contribuir en la medida en que se implementan ajustes económicos progresivos; contrario a los gobiernos anteriores a 1998 que implementaron dádivas parciales a través de las escuelas, en alianza con sectores tradicionalmente enemigos del pueblo que somos. Los gobiernos de CAP II (1988-1992) y Caldera II (1993-1998) jamás fueron tildados de dictaduras ni sufrieron amenazas de los imperialistas ni de sus cipayos, como lo ha sido el gobierno del Comandante en Jefe Nicolás Maduro.


Sacando partido cotidiano a la paz ganada durante el proceso constituyente, educándose en la cola de la compra hacia el cambio de hábitos alimenticios que ya se está logrando, en la administración de recursos para el conocimiento de lo que se gasta y se consume, en la organización hacia una incidencia del poder popular en la toma de decisiones, en la creatividad para vincularse con el enraizamiento de propuestas alternativas soberanas a la solución de los problemas, en el acceso constante a los medios alternos diferentes de los privados para estar informados y comunicados de la verdad social nacional e internacional, en la reflexión problematizada acerca de la eficiencia o ineficiencia institucional que se debe mirar siempre con ojo crítico, está un pueblo que en estos veinte años de Revolución Bolivariana tiene los ojos abiertos a la política, está activado y resistiendo en lo cotidiano, tiene las alternativas a flor de piel en la práctica ganada a fuerza de participación activa de resistencia contra la guerra económica y de lucha con unos referentes ancestrales e históricos en plena ebullición formativa
 

EL COMANDANTE EN JEFE
Hace falta una mayor y constante supervisión de los procesos económicos echados a andar desde las instituciones y hacia las diferentes economías, en donde incida el poder popular para poner correctivos a la especulación, la desidia, el saboteo. Hay que impulsar la participación de la gente más consciente en los escenarios donde se debate el día a día económico, donde está la compra venta de los alimentos y lamentablemente aún el bachaqueo campea libremente. El pueblo organizado debe incorporarse para la solución de todos los problemas que nos afectan. Este pueblo ya está preparado para echar a andar el Estado Comunal que Chávez soñó, tiene las bases formativas en su experiencia y la conciencia política cada vez en ascenso. Sabemos que la reacción interna y externa tratará de impedir esta ascensión pero ya no hay vuelta atrás en esto y el enemigo capitalista lo sabe, pero más sabe el pueblo venezolano que somos. No es el primer imperio que enfrentamos y por la decadencia que demuestra, correrá la misma suerte de caer derrotado por nuestra estirpe libertaria. Al imperio capitalista, mientras termina de desmoronarse, le conviene decir adiós en paz.



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