Bertolucci
realizó una significativa cadena de
experiencias en el arte cinematográfico pero siempre se le recordará por la
película El Último Tango en París (1972). En Venezuela este filme fue prohibido
por el gobierno de Rafael Caldera, teledirigido por la organización
reaccionaria Opus Dei. Este filme fue muy polémico ya que una de sus temáticas era
el sexo, que siempre genera repudio y fuertes restricciones hipócritas en muchos gobiernos e
instituciones como la iglesia católica, cuando accede a la expresión artística.
MARIA SCHNEIDER Y MARLON BRANDO |
En
este filme se despliegan escenas y diálogos controversiales entre los dos protagonistas
centrales: el actor estadounidense Marlon Brando y la actriz francesa María Schneider.
La mediática mundial armó un escándalo con el filme que llegó a Venezuela para ser
amordazado por el antifaz clerical. El pueblo de entonces bromeaba en las calle
diciendo que los curas la veían completa antes de prohibirla. Algunas editoriales,
de forma clandestina, hicieron ediciones en revistas de entrega semanal con las
partes del guión más polemizadas y algunas fotografías. Estos números se vendieron
en quioscos no sin la persecución de los inquisidores copeyanos.
BERTOLUCCI Y BRANDO |
Es
un continuador del neorrealismo italiano Bernardo Bertolucci, es decir: su
trabajo significó la herencia muy bien forjada de cineastas de la talla de Roberto
Rosselini (Roma Ciudad Abierta 1945), Vittorio De Sica (Ladrón de Bicicleta
1948), Luchino Visconti (La Tierra Tiembla 1948), entre otros. Algunos estudiosos
inauguran con la generación de Bertolucci la categoría post-neorrealismo,
Bernardo se encuentra entre sus más trabajados exponentes.
NOVECENTO: SUTHERLAND-DE NIRO- DEPARDIEU |
Siguiendo
estos referentes, Bertolucci se inscribe en dimensionar un cine de marcada
tendencia política, donde la historia y la denuncia se compaginan con la
belleza y la crudeza. Con mejores posibilidades económicas que sus maestros
(recordemos que los neorrealistas tuvieron fuertes restricciones económicas, debido
a que hicieron su cine sobre los escombros y la pobreza que dejó la guerra)
Bertolucci ocurre a espacios interiores muy bien trabajados como en el filme La
Luna (1979) donde expone la desmistificación de la figura materna, y en su más acabada
obra, la monumental Novecento (1976); tal vez, junto al Gran Dictador (Chaplin, 1940)
y Fascismo Cotidiano (Romm, 1965), es el
filme más completo que se haya realizado acerca de la temática del fascismo. Es
buena parte de la historia política de Italia entre los siglos XIX y XX. Entre las
más llamativas denuncias de este filme se exponen los diferentes pactos
políticos que se van reflejando en la cotidianidad del pueblo y la siempre
interesante visión de la lucha de clases.
PASSOLINI |
Como
todos los buenos alumnos de los neorrealistas originarios, Bertolucci cumple
con el sagrado deber político de denunciar la decadencia de la burguesía como
clase hegemónica, a través de sus películas esenciales. Así como su amigo Pier
Paolo Passolini rindió su vida en este cometido con su terrible filme Saló o
los 120 Días de Sodoma y Gomorra (1975) o Luchino Visconti nos demostró las
veleidades de la burguesía con el nazismo en su genial filme La Caída de los
Dioses (1969) o Ettore Scola con su ocurrente Nos Amamos Tanto (1974) donde elabora
con gran sarcasmo el cambio que dan los jóvenes aventureros hacia el terreno
burgués, Bertolucci nos confronta y deslumbra con su filmografía que comportó, junto
a una pléyade de cineastas legendarios (Liliana Cavani, Lina Wertmuller, Dino
Risi, los hermanos Taviani, Federico Felllini y un largo etcétera), el mejor
cine del mundo entre las décadas de los años 70, 80 y 90.
Digno
condiscípulo del fenecido cine de autor, Bernardo Bertolucci nos deja el recuerdo
de breves conmociones culturales en sociedades como las de nuestro Aby Ayala,
gobernadas por la ignominia brutal de la represión y la censura. Cuando se
estrenó el filme El Último Tango en París en Caracas, las colas para verla
superaban las de cualquier tiempo (así los reaccionarios de hoy lo duden). Y
pensar que el tema del sexo solo es un señuelo para que podamos acceder al
planteamiento más desgarrador acerca de la crisis (tal vez definitiva) del
patriarcado occidental y del machismo. Este filme, posibilitó la apertura en
Venezuela de las salas de cine de películas de sexo explícito, hoy totalmente
desaparecidas, como casi todo el cine. Con las películas de video hacen de las
suyas.
EL TOTO DE CINEMA PARADISO |
Vale
revisitar a Bertolucci o dedicarle algún Foro-Cine para extraerle sus críticas
y sus denuncias. ¡Hasta la próxima exhibición, Maestro!
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