Con respecto al calendario, es sólo muy tardíamente que se puede comprobar que el calendario Maya es perfecto, pues, el telescopio sólo se inventó a principios del siglo XVII, es decir, en 1600. En este sentido, podemos afirmar que ellos se adelantaron a este conocimiento. Los calendarios Mayas fueron más precisos que los inventados por la cultura Occidental. Reafirmamos, fueron pintores, escultores, alfareros, escribanos, relatores de historias y narradores. Poseían escuelas de enseñanzas de las artes, de la oratoria, de la poesía, del teatro y de las letras. Había escribanos o escribas, hombres y mujeres que eran muy respetados, eran como los catedráticos de nuestras universidades. En el deporte, tenían … el juego de pelota que respondía a principios rituales y jugarlo requería de la destreza de los dioses del tiempo.
RONNY VELASQUEZ
Antropólogo y Docente universitario venezolano
Definitivamente la política es el arte mayor de los seres humanos y humanas. Causa fascinación verlo desplegarse desde sus más genuinas expresiones en los procesos arengados por libertadores y libertadoras o en la acción de milicianos y milicianas de las luchas de la Pacha Mama; todos y todas signados por la sinceridad, transparencia y entrega a las causas a favor de la humanidad y los pueblos organizados.
Tal
vez una expresión causante de particular fascinación y complejidad sea cuando
la agudización de las contradicciones sociales tácticas y estratégicas obligan,
más allá de ver, a tocar con cada vez más propiedad y sentido a la política,
tal y como lo recomienda el genial Nicolás Maquiavelo. Cuando la política
agudiza su escenario, siendo el teatro de lo humano y crea un sin número de
apariencias de la realidad a través de las relaciones de poder, buscada y
encontrada por los sujetos actuantes, quizás está mostrando su rostro más
sublime, su cuerpo más interesante, su paso más prometedor de transformaciones,
obligando a quienes asistimos a su comprensión a echar mano de todos los
recursos de análisis disponibles, con el fin de lograr las mayores y más
importantes aproximaciones.
¡JAQUE
AL HEGEMÓN!
La
elección presidencial llevada a cabo en Estados Unidos (EEUU) que desde el mes
de noviembre de 2020 aún no había concluido entrado el año 2021, nos obligan a
meter el ojo analítico a fondo para ir desde un mero ver de asomados o
curiosos, a tratar de tocar el fondo de una maraña intrincada que promete
pistas importantes para continuar en el terreno de las luchas de los pueblos.
El
día de reyes fechado 06 de enero de 2021, cuando toda la Pacha Mama está políticamente
mucho más interesante desde las movilizaciones y expectativas organizativas y
sociales frente a graves problemas como la pandemia del COVID-19, en el
Capitolio de EEUU se llevó a cabo un acto de reconteo de votos que para muchas
personas había sido un proceso totalmente desconocido porque en elecciones
anteriores se trataba de una mera formalidad, hasta que el candidato Donald
Trump tomó como táctica, problematizar los resultados electorales porque le
fueron adversos.
LA
COMEDIA VISTA DE LEJOS
Es
casi imposible dejar de ver lo sucedido en EEUU como un Show. Quienes gobiernan
a ese país y controlan los intrincados hilos sociales, económicos y políticos habidos
con el capitalismo mundial (de fuertes nudos bélicos), han propiciado esta
manera de percibir a su sociedad: les conviene que sea así. Pareciera que las
contradicciones habidas internamente son manejadas desde cíclicos y compulsivos
procesos de banalización de la política, con el fin de perpetuar su dominio y
controlar a la sociedad; tienen un lema secreto: “la política es cochina,
nosotros la manejamos por usted”.
El
Show del 6-E-21 era totalmente esperado. Ha sido canalizado por las élites y
sus agentes con una técnica de control de masas denominada “Válvula de Escape”
que en la historia política de EEUU ha tenido momentos estelares. ¿Por qué la
utilización de este recurso? Resulta que Donald Trump –virtual presidente
saliente- en su gestión (2018-2021) exacerbó al máximo las contradicciones
internas de esa sociedad, sin mostrar caretas liberales ni discursos democráticos
ni mesiánicos hacia el resto del mundo, con acciones que han girado desde
lanzar papel higiénico a Borinquen luego de un cataclismo natural, pasando por
apuñalar aún más el bloqueo genocida a Cuba y Venezuela, hasta cortar todo lazo
con tratados internacionales en favor de importantes cambios planetarios y
aumentar la escalada bélica en el Medio Oriente contra Siria, Irán, Irak,
Líbano.
Internamente
Trump ha promovido, con una práctica cínica y burlesca, el resurgimiento de voceros, grupos y activistas de una política supremacista cuyas
últimas expresiones se habían extendido desde tiempos de la segunda post guerra
desencadenada en la llamada Guerra Fría, hasta las reyertas callejeras por los
derechos civiles. Una especie de neo-macartismo ha cogido cuerpo socialmente, con
el ingrediente de que los juicios contra los ciudadanos sospechosos se están
ejecutando en las calles bajo una permisada ley marcial. El racismo, la
xenofobia, el ultranacionalismo puestos en boca de la figura del Presidente de
EEUU contra sectores sociales internos, ha colocado la presión social en un
punto de ebullición: actitud de esperarse de toda estrategia fascista.
Volvieron
a las calles de EEUU con toda impunidad los viejos capuchones del Ku Klux Klan
(KKK) con fanáticos dentro, las antiguas hordas de cruzados contra los
ciudadanos afroamericanos, las bandas activas promotoras del odio contra los
abyayalos y personas de otras nacionalidades, los aniquilamientos a la luz del
día con impunidad aprobada desde la Casa Blanca, los cientos de miles de grupos
paramilitares regados por todo el país (en su abrumadora mayoría de las
derechas), y el tradicional agitador de a pie que había sido controlado por la
promoción del odio hacia lo externo y que ahora espeta su resentimiento contra
quienes están en la esquina de su barrio por el delito de verse diferentes.
Era
necesaria la presencia en la Casa Blanca de un representante de los arios
mundiales como Trump, para encargarse de colocar en el controlado debate
social, la urgente necesidad de una vuelta a las antiguas formas y prácticas
contra lo considerado no-blanco, no-ario, no-puro, ya que el manejo de la curva
reaccionaria racista como influencia étnica en la sociedad ha descendido
dramáticamente hasta tal punto que, esa costumbre de tratar a los sectores
sociales no-blancos como “minoría” se ha ido transformando en un evidente
eufemismo. De no cumplirse los atroces planes supremacistas de segregación,
apharteid, exterminio y expulsión de ciudadanías y pueblos, hasta ahora
convivientes en EEUU bajo el pisoteado emblema del "american way of
life", la influencia aria-supremacista-blanca quedará en un punto de no
retorno y desaparecerá en los próximos veinte años. Una babel popular se
impondrá definitivamente en ese país.
La
misión de Trump ha sido meterle presión al máximo a esta realidad y colocar
provocadoramente a todos los grupos sociales al borde de una confrontación
civil. Los arios esperaban un positivo escalamiento del discurso supremacista
de Trump que se ha materializado de manera sorprendente y favorable, en la
importante cantidad de votos recibidos. Y también esperaban un arrinconamiento
de resistencias y de movilizaciones de ciudadanos y ciudadanas en su contra que
mermara esas manifestaciones en los comicios de noviembre 2020, mas no ha sido
así. A pesar de las presiones y chantajes (sobre todo del COVID-19) por parte
de los arios, la avalancha de votos a favor de un cambio de gobierno ha sido
contundente y manifiesta. Ni siquiera alcanzaron el recurso del “empate
técnico”. En resumidas cuentas, los supremacistas perdieron y con ellos toda
esa larga fila de reaccionarios, cipayos, gusanos, pitiyankis que pululan
interna y externamente en favor de las políticas imperiales.
Trump
debe irse; desde la misma noche posterior a las elecciones se sabía; todos en
EEUU lo sabían, pero… ¿Cómo recoger las aguas servidas a los intereses más
reaccionarios, regadas por su gestión a lo largo y ancho de ese país? ¿Adónde
buscar el coleto que seque los instigadores líquidos tumefactos de su discurso
de confrontación civil interna ya empozados como real posibilidad en las
acciones políticas y sociales? ¿Cómo sacar a Trump sin que su apetito ultraderechista
desencadene una fuerza contraria a los intereses del mismo hegemón, como
siempre ha sucedido con los experimentos fascistas?
Como
es sabido por muchos, la versión más conocida de la actividad deportiva llamada
beisbol fue acuñada en EEUU. Es ya tradicional en las denominadas “grandes
ligas”, cuando un equipo va a cambiar o construir un nuevo estadio o finaliza
sus actividades porque ha sido vendido a otra franquicia, que los antiguos
dueños permitan a los aficionados en el último juego, destruyan el estadio porque
será demolido. Muchos hablan de “venganza controlada de los fanáticos”, otros
de “contribución con los constructores” o de “válvula de escape”.
En
el estadio del juego político estadounidense de este momento, los dueños del
teatro de operaciones de la estructura geopolítica gringa, les están
permitiendo –antes de irse- a los (bien llamados) fanáticos arios-supremacista,
destruir el tinglado que ellos mismos fabricaron. Si bien observamos cómo se
produjo la instantánea escalada al Capitolio en Washington, detallaremos que
estuvo dentro de los cálculos y estimaciones. A saber: llamado de Trump al
vicepresidente Pence con el objetivo de detener a los senadores en su labor de
reconteo y (ante la negativa de Pence) llamado a sus partidarios a ejecutar el
acoso al Capitolio cantando “fraude”; fueron echados algunos gases tóxicos para dispersar a los primeros asaltantes; empujones de los fanáticos para
franquear el cerco policial que, a los pocos minutos, dejó pasar casi sin
restricciones a los asaltantes; empinamiento a través de paredes y muros por
parte de grupos tipo comando; ocupación de las instalaciones, salones y
oficinas por tipos armados; movida (y tal vez pérdida) de ornamentos; agresión con
violencia histriónica, teatral, bufónica a los trabajadores de los medios de
información y a sus equipos; difusión de declaraciones desmedidas de asaltantes
por las redes para descargar la presión; disparos de armas de fuego que
supuestamente causaron la muerte de cuatro personas (en las guerras gringas se
le llama daños colaterales); huida del vicepresidente Pence en un helicóptero y
escapada de los senadores a un sitio de resguardo en el Capitolio; decreto de
toque de queda durante quince días por parte de la alcaldesa de la ciudad;
llamados de altos funcionarios de aplicar la 25 enmienda de la Constitución de
EEUU para destituir a Trump en veinticuatro horas; llamado de Trump a sus
fanáticos a mantener la calma; regreso de los senadores a continuar su trabajo
de reconteo. Salida la presión social y ya es hora de cerrar la válvula.
LA
TRAGEDIA VISTA DE CERCA O EL SHOW DEBE CONTINUAR
Mientras
este ensayo es leído, ya los senadores deben haber ratificado el triunfo de Joe
Biden en las elecciones de noviembre de 2020, bajo la (cínica) promesa de
Donald Trump de permitir una transición “pacífica”.
La
trágica realidad de la sociedad estadounidense es evidente. Tras este
berenjenal se esconde una aguda contradicción entre los grupos de poder donde
la concepción de ciudadanía importa muy poco (apenas y quizás hasta otras
elecciones, si acaso Biden termina su gestión). A sabiendas de que las políticas
de todos los presidentes, sean del partido que sean, van enmarcadas en una
concepción de dominio mundial, hoy repujadas con la gubia de una “guerra
infinita”, lo sucedido con esta gestión supremacista a lo interno ha dejado una
marca profunda en la sociedad estadounidense.
Los
sectores supremacistas –ahora envalentonados y promocionados con evidencias- continuarán
su labor de zapa, en el marcaje de la gestión que se inicia, instigación y
práctica permanente de la violencia racista y xenófoba, promoción del armamentismo
y el belicismo a mayor escala, provocación de ataques y medidas coercitivas
cada vez más duras contra Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Irán, Siria,
Líbano, China, Rusia; apoyo a todo grupo cipayo que pretenda socavar la gestión
de gobiernos considerados “enemigos”, asalto a objetivos bélicos y económicos, asesinatos
selectivos de líderes impulsores de otras políticas.
Sin
embargo, no son estos los mayores signos de la tragedia que se viene sobre el
pueblo estadounidense (que, aunque usted no lo crea, existe) y sobre todos los
pueblos del mundo. La mayor tragedia gravita escondida, invisible, oculta en el
caos provocado por el asalto al Capitolio Federal de EEUU donde se arengaba una
confrontación civil; se trata del vil monstruo de la DICTADURA. Signos
inequívocos lo indican.
En
la década de los años 60 del siglo XX, un conocido científico estadounidense
convocó a un encuentro acerca de un factor temático que desde estas páginas
llamaremos “ELEMENTO E”, el cual definiremos en próximas entregas, cuya
motivación hizo coincidir a sus miembros de que, para desarrollarlo
mundialmente era imposible hacerlo en democracia, por lo que era necesario implantar
una Dictadura.
Todos
los ensayos habidos desde 1945 sobretodo, en donde las políticas intervencionistas
del gobierno de EEUU hayan afectado a los pueblos, gobiernos y países, han
llevado como elemento esencial la implantación de una dictadura. Es lógico que
la mayor experticia que tenga este cancerbero mundial hacia la extremaunción de
la democracia desde el despliegue de sus políticas internas hoy, sea su
amancebamiento permanente con la dictadura. En el Abya Yala estas políticas de
intervención gringa quedan demostradas sobre todo en Chile, Argentina, Uruguay
con grave secuela de genocidios.
Antes
del intento de burla y escamoteo a sus propios procedimientos democráticos y
electorales perpetrados por Trump, ya los agentes de EEUU y sus cipayos han
ensayado esos guiones de poca variación y vergüenza en países como Venezuela,
Nicaragua, Bolivia, Argentina, Brasil. Que los sectores ultra reaccionarios
canten fraude hoy en las elecciones gringas no es más que el calco ya ensayado
en estos países. La progresiva y definitiva vulneración de éstos y otros procesos
democráticos auguran en un futuro una dictadura. En este tránsito, uno de los
éxitos de Trump consiste en haber asomado el gruñido de esa hiena totalitaria
que sectores del armamentismo anidado en el Pentágono ya deben tener ensayado
en sus Teatros de Operaciones y bien colocados en sus próximas agendas de
discusión.
GUERRA
INFINITA POSTCAPITALISMO DICTADURA INFINITA
Una
dictadura en EEUU colocaría al resto de países en el mismo tono político. Mientras
ese gobierno dictatorial se encarga de aplicar un exterminio masivo a los grupos
sociales diferentes, sin las restricciones de formalidades democráticas, el
belicismo hacia afuera garantizaría, a través de infinidad de acciones de
chantaje, coerción y presión aceptados por sectores cipayos, la progresiva
promoción de ese pensamiento único que hasta ahora ha tenido dificultades en reproducirse.
El
esquema de dictadura infinita postcapitalista tiene como finalidad un retroceso
a una ECONOMÍA ESCLAVISTA. El imperio que apenas asoma su verdadero rostro, tendrá
como apoyo nada desestimable, el monstruo tecnológico hasta ahora desarrollado y
en plena expansión para los controles sociales a través de constantes
experimentos científicos, dispuesto a colocar la ilusión de una “certeza eterna”,
abandonando toda probabilidad de incertidumbres y caos sociales que puedan
transformar las sociedades.
La
idea a futuro no tan lejano parece ser, el montaje de enclaves plus
capitalistas selectivos en forma de nuevas ciudades amuralladas tipo medieval
que gozarían del exclusivo usufructo de los ya desmedrados recursos naturales
de la Pacha Mama, rodeados de vastos sectores controlados por formas de
economía esclavista, en los cuales serían expoliados millones de seres en
condiciones infrahumanas. En este esquema, la noción de país desaparecería y el
exterminio sería la única forma de diálogo probable para los pueblos.
Un
gobierno mundial, posiblemente instalado en Israel, que fungiría de nuevo
cancerbero, dictaría las medidas a todo el orbe con fórmulas totalitarias, una
vez sometidas las resistencias, económicas, ideológicas y militares de otros
sectores de influencia mundial, diferentes al capitalismo en extinción. La
instalación de variadas formas de oasis virtual y otras maneras de
sobrevivencia infrahumana en los desérticos lugares de una Pacha Mama
destruida, estaría a la vuelta de la esquina con ensayos ya realizados;
verbigracia: Las Vegas, Disney World.
¿Y
A TODAS ÉSTAS ESOS PUEBLOS QUÉ?
Hay
un espacio de la Pacha Mama, siempre mayoritario, acusado de diversidad,
complejidad y ecología, amenazado por los agentes del post-capitalismo: los
pueblos. Poseídos de las fuerzas subjetivas, emocionales, caóticas y
espirituales, los pueblos son los llamados en forma organizada a resistir y enfrentar
la vuelta al esclavismo de las clases minoritarias y sus aliados. Para esta
tarea sus juventudes deben colocarse lentes de novedosa visión con el aumento
de los referentes libertarios y emancipatorios. Esas juventudes deben
distanciarse de formas anacrónicas de ver y actuar en la política, ancladas en
la modernidad, para cumplir con el remozamiento y fortalecimiento de la
democracia y los caminos emancipatorios hacia la paz: dimensiones éstas, fuertes
y definitivas perturbadoras de la avanzada post-capitalista.
Es
de permanente y urgente necesidad el estudio y la reflexión de la realidad
social mundial para incidir en lo interno, cuestión donde los imperios han
llevado excelentes ventajas. Todo ombliguismo político está condenado al
fracaso. Para los pueblos, desde su ubicación continental, parece
imprescindible fomentar, promover, aupar formas de fortalecimiento interno como
unidad cada vez más diversa, y por igual estrechar con redes de vínculos
externos que posibiliten el diálogo desde la Pacha Mama, su sanación
planetaria, su preservación viviente.
Hoy
que el hegemón se quita la careta democrática a la que se obligó por la antigua
y perenne lucha y resistencia de los pueblos, y así mostrar su rostro fascista
y esclavista, los pueblos tenemos la dura tarea de inventar, de crear, de
gravitar en las diferencias, diversidades, complejidades, incertidumbres y así,
desde nuestras historias de luchas, dialogar con el porvenir en ese ir
venciendo las batallas siempre necesarias del día a día. Es necesario repetir
que la hegemonía capitalista, como lo predijo Marx, está destruida, aunque hoy
busca salvarse en un retroceso que de seguro va a ser suicida porque adónde
habrá de ir con su concierto de miserias sin el ideal humano. Es deber de los
pueblos impedir que esa muerte nos lleve y, por el contrario, posibilitar más
vida para un porvenir de transformaciones y emancipaciones.
(1) Frase de Eloy “Buck” Canel (1906-1980), ciudadano estadounidense nacido en Argentina, narrador de béisbol.
Epale hermano.
ResponderEliminarMuy bueno tu artículo el mejor que haya leído.
Epale hermano.
ResponderEliminarMuy bueno tu artículo el mejor que haya leído.
Buenas tardes camarada. Importante contenido en este material. Agradecido por adjuntarlo, Como ser humano racional y ciudadano venezolano, el espectáculo de la autentica realidad de la Sociedad de Estados Unidos evidenciada el día 6 de enero de 2021, desmonta su falsa imagen de supremacía como ejemplo de Potencia Democrática ante los demás piases del mundo. Este hecho es apenas una pequeña muestra de la "miseria" de la cual nos alertó en su momento el Libertador y Padre de la Patria Simón Bolívar. Lo que ocurra después del 20 de enero en ese país será la muestra del Guión del Sionismo que opera desde Europa para el mundo en el Club Bildelberg como gremio de todos los multimillonarios y las consecuencias de esos planes ya deben ser diagnosticadas por los otros países y sus gobernantes al lado de su población, especialmente la hermana República de Cuba y Venezuela, sin olvidar a Nicaragua, Bolivia y a los que sigan nuestro ejemplo de pueblo bolivariano, formado socialista bajo la conducción y liderazgo del Comandante Hugo Chávez.
ResponderEliminarEl hecho como tal es un ALERTA: Republicanos y Demócratas son iguales para ocultar su Dictadura con una falsa Democracia. DEMOCRACIA ES LA DE VENEZUELA, "REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA", quien quiera que sea hombre o mujer que gobierne a Estados Unidos de América pretenderá siempre someternos con Bloqueo y Guerra Económica mientras no acepten nuestra condición de PATRIA LIBRE. TRUMP y BIDEN SON IGUALES, no se debe desestimar a ese adversario para nada como lo es ESTADOS UNIDOS y su Doctrina Monroe.
Saludos hermanos - G González " GHAVEZ VIVE "