Nuestro agradecimiento:
Al comandante Hugo Chávez Frías.
Al gobierno bolivariano por promover estos espacios de estímulo a la lectura y la escritura: caras de un mismo sol y de una misma luna.
Al Centro Nacional del Libro CENAL
Y al pueblo venezolano.
Ha
sido un premio del canto del cosmos en su danza armonizada hacia todos los
caminos por imaginar. Del tiempo nacido en las voces de todos los universos en el
coro del movimiento inicial. De la luz y de la sombra en sinfonía secreta con
el infinitesimal paso de las galaxias. De los intentos de proximidad al Dios en
que cada quien cree o descree y de la meditación en la cual la oración se hace ritual
poderoso. Del espacio subatómico; oleaje partícipe en los navíos impetuosos de
las nuevas conciencias habidas en el multiverso por seguir develando. Del
laborioso tiempo en el cual la Pacha Mama trabaja en favor de las edades
forjando naturalezas intrincadas. De las piedras ancestrales repujadas en
rostros de provenir entre caudales de ríos y canoas. Del desnudo tambor llamando
al recuerdo negro en percusiva exposición de baile, belleza y sabiduría.
Al
paso incesante del esfuerzo humano por hacer del trabajo un triunfo del porvenir,
ha de llegar este premio. A la entrada a la escuela, a la salida al recreo, al
retorno a casa con el rostro infantil lleno de batallas ganadas al aprendizaje.
Al alelimón sudado y saltado entre carcajadas jolgoriosas. Al satisfactorio
encuentro de la docencia con la vigilia del conocimiento. A los latidos del
corazón de quienes dirigen la primaria, el bachillerato y la universidad. A la
experiencia del saber sostenido en las manos domadoras de las máquinas de coser
para producir hazañas, cuando las comunidades de aprendizaje conmueven los azares. A la excursión a la montaña, al chapuzón en la playa, al
paseo sobre el lago, al sembrar con las manos llenas de huerto y raíces, al
beso primigenio en luz de luna. Al salto medido, al arranque cronometrado, al
balance del cuerpo flotando en el aire buscando la belleza, al balón ansioso de
gol, de atajada, de remate, de voleo.
Vaya
este premio a la algarabía del portón de la fábrica cuyo diálogo rocinante aún
alimenta sueños libertarios. A la pancarta que encabeza la marcha popular elevada
a las luchas por la vida. A los imperecederos himnos de los jóvenes con
guitarra florida en las plazas, aromada en los parques con jazmines de
esperanza. Al bello gorrión que habita en la sonrisa de la casa de los títeres,
al resorte mágico rebotado en las alegrías del saltimbanqui, a las desmesuradas
gracias en los rubores de la función payasesca, a la gigantesca suerte ejecutada
por quienes alcanzan el cielo con los zancos. Al silencio escondido en una
filmadora que tiene en su ojo los movimientos del sueño de todas las artes. Al
tesoro cotidiano escrito en el periodiquito de la esquina con márgenes de
amaneceres, arcoíris anecdóticos y agudas miradas a la tangente de las penumbras.
A las murmuraciones de eternas historias, surgidas bajo los puentes y las
ferias en las convenciones de libros usados. A quienes desde cualquier edad se
han visto atrapados por la hoja en blanco para la aparición del poema en
cualquier dirección de la rosa de los vientos. A quienes han transformado la
poesía en una declaración de amor o en un mirar de gaviotas o en un baile pueblerino
o en un grito de guerra. A la silueta venerada bajo una lámpara creativa que jamás
deja de escribir y a su par que incansablemente nunca deja de leer.
Al
café de la abuela por las tardes con aroma de atrapar amistades como pájaros
libres, con sabor a coleccionar narraciones de magas trepando nubes y marineros
dibujando océanos con sus atrevimientos, adviene este premio. Adviene también este
premio al entusiasmo ya enamorado de la silenciosa humildad con el cual barren
las calles quienes abrazan la sencillez, la pulcritud y la necesidad. Al empuje
llevado a cabo por el acto de esculpir los cerros para buscar escaleras,
calles, callejones, jardines, postes de luz, casas, abrazos y besos, servicios
del vivir a diario y luchas. A los ladridos custodios día y noche de lo
invisible. Al diario trajinar de quienes buscan la sanación, en el amparo de
una medicina sembrada con sabiduría, integralidad y respeto.
Este
premio es para las muñecas de trapo y para todos los juguetes habidos y por
haber, sobre todo para aquellos inventados por la imbatible imaginación de la infancia,
cuando la lluvia deja pocitos de agua en algún archipiélago barrial o en el
momento de hacer malabares con cosas sencillas arrojadas por el olvido transeúnte.
Es para el abrazo entre quienes sintieron la irreprimible proximidad de la quimera
y la hoguera avivada en el pecho de la libertad. Este premio nos fue dado para homenajear
el incansable aliento de todos los pueblos y el canto que todas las mañanas
despierta sus senderos y horizontes.
Los premios no siempre son buenos, depende quién te premie, conocen o reconocen al premiado, pero cuando el premiado comparte su premio con lo que lo forma, el asunto, del premio queda corto...merece entonces otros premios, que quizás ya han sido otorgados, por las y los panas, por los pueblos que conforman al premiado, por las luces que emanan de su quehacer, por su hacer en colectivo, por sus luchas compartidas, por sueños y pesadillas colectivas, por los espacios que acaricia a lo largo del camino recorrido, por las chamas y chamos de la patria, por aquellos y aquellas que se cruzaron en ese camino, para torcerlo, retorcerlo y seguir la ruta que mejor le viene en gana, por las almas que lo acompañan y por todo aquello en que se involucra para hacerlo crecer...gracias hermano, amigo y maestro mi agradecimiento y premio por hacer de mi camino en particular un trecho de vida lleno de saberes, incertidumbres y momentos de gozo intelectual.
ResponderEliminarque hermoso escrito....llega al corazon y esta tan cerca de la vida que humaniza lo que nombra, lleno de cultura, de calle y universo, de la belleza de la unidad con el todo y de la ausencia de arrogancia tan comun en nuestros tiempos.
ResponderEliminargracias-abrazo
Maria Elena Mesa
https://issuu.com/fipgra/docs/artwork_fipgra_iv_to_issuu
Un abrazo hermano de la vida.
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