lunes, 18 de septiembre de 2017

CARTA CINEMATOGRÁFICA. DIEZ CINE-FOROS PARA DOMINGO ALBERTO



«A mi hermano poeta Miguel Rivera
A veinte años de su increíble martirio»

Apreciado camarada Domingo Alberto Rangel:
Aquella tarde cuando te conocí junto al poeta Miguel Rivera, de la mano de Carlos Urrieta, ya teníamos una década leyendo a diario y reflexionando tus artículos publicados en el periódico Últimas Noticias y habíamos leído, con aquella técnica comunista llamada Círculo de Estudio, tus libros: Los Andinos en el Poder y Los Mercaderes del Voto (que es sin duda, la radiografía más elevada, valiente y radical que se ha escrito del puntofijismo en Venezuela). Salimos de aquella reunión, impresionados con tu derroche de saberes, la pertinencia de tu análisis, esa radicalidad lacerante contra los enemigos de la clase trabajadora y tu disposición a asistir a los espacios donde se reflexionara la realidad venezolana.
DOMINGO ALBERTO RANGEL
En algún momento, te confieso, llegamos a pensar en el momento de tu muerte, dada la enorme polémica que siempre despertaste con tu praxis política, tus encendidos análisis y tu obra literaria y periodística pugnaz. ¿Cómo será cuando muera Domingo Alberto? —nos preguntamos traviesamente, cierto día en que terminamos de analizar aquel artículo donde criticaste con acritud, a un rector de la UCV de entonces. Esta problematización extrema, la formulamos en medio de una preocupación por tu ausencia, frente a los siempre urgentes problemas de la patria. Y no nos equivocamos entonces: tu ausencia dejaría, hoy constatada, un innegable vacío de radicalidad y autenticidad política (independientemente de los acuerdos o desacuerdos habidos con tus planteamientos), y además, como igual lo hablamos, tu siembra desató una comidilla de murmuraciones fúnebres entre quienes siempre detestaron tus posiciones y fueron el blanco de tus críticas y análisis, en donde, por lo general, se veían involucrados como politiqueros. Se trató del “carnaval del mundo”, como diría un tango de tu admirado Gardel.

Junto al poeta, soñé abrir espacios comunitarios donde pudiéramos analizar la realidad venezolana y buscar alternativas organizativas, al margen de esa izquierda tradicional (agrupada malamente en el “chiripero”); y así contar con tu valioso aporte. Pensamos en apelar al conversatorio, colocando esas temáticas centrales abordadas en tus artículos y nos paseamos por el Cine-Foro. No pudimos cumplir aquel anhelo, pues se atravesaron circunstancias donde hasta la tragedia medió (¡cuándo no en aquellas décadas!), sin embargo, quedó ese aroma de saberes multidisciplinares en tus escritos, en los cuales el cine estuvo siempre presente. Como un homenaje a tu siembra, camarada, te regalo estos diez Cine-Foros, colocados ya en esas realidades probables, que sólo la cuántica explica y en donde estarás siempre con tu pueblo.
LUCES DE LA CIUDAD (Chaplin, 1931)
Hiciste el más conmovedor análisis de esta película que jamás haya leído. Además de tu admiración por Charlot, como genial personaje —émulo de los pobres del mundo— destacaste la profunda sensibilidad del argumento, en donde discurre la tragedia de todos los días, transformada en esperanza por obra del poderoso corazón humano. Nos hiciste ver el arte profundo habido en la relación humana y el mensaje político.
OCTUBRE (Eisenstein, 1928)
En Venezuela nadie te igualó en tu admiración por Lenin. Su hazaña de prefigurar un mundo nuevo, siempre la dibujaste en tus letras. Muchas veces referenciaste escenas de este filme junto al célebre libro de Jhon Reed, como genuinos espacios donde los revolucionarios hicieron posible sus sueños de sociedad. En esa escena donde emerge el gran líder ruso estará siempre tu criterio.
EL ACORAZADO POTEMKIN (Eisenstein, 1925)
Este gran clásico del cine te permitió dibujar muchas veces, a metáfora elevada, las mil y una rebeliones anheladas en todos los pueblos del mundo: el mandato de todo comunista que se precie. Clima efervescente, denuncia lacerante, imágenes de elevada dimensión, potente diálogo silencioso, llamados desde la tensión y la irrupción indetenible del pueblo subyugado, evocadoras del año 1905 en la Rusia zarista.
LA PATAGONIA REBELDE (Olivera, 1974)
Fue el Cine Foro más soñado. Sabíamos las claves importantes que podías colocar viendo las rebeliones de aquellos estancieros argentinos, esquilmados por burgueses lacayos y potentados ingleses. Es célebre el diálogo entre Soto y el Alemán (líderes anarquistas), frente a la caída de la rebelión y a la brutal represión: el primero decidió continuar la lucha en otro lugar; el segundo compartir el paredón con sus compañeros. ¿Qué hubieras opinado?
DOÑA BARBARA (De Fuentes, 1943)
Nunca ocultaste tu devoción por esta novela venezolana ni tu admiración por la literatura de Gallegos. Tal vez refleje la potencia de tu formación positivista y la relación civilización-barbarie que nunca salió de tu visión. Aprendimos a ver a los “mujiquitas”, y a trasladarlos a la realidad en esos seres rastreros que lamentablemente aún pululan en las instituciones.
AHÍ ESTA EL DETALLE (Bustillo Oro, 1940)
Admirador del gran Cantinflas siempre fuiste y del profundo humor de esta película, donde el personaje proyecta su inocencia, travesuras, inquietud, sentido común y mordiente alternativa, propia de todos los pueblos. Siempre parafraseaste genialmente lo enunciado en el filme El Padrecito (Delgado, 1960) para denunciar a los politiqueros: «O hablamos como caballeros o hablamos como lo que somos».
PAIS PORTATIL (Feo y Llerandi, 1979)
Imposible soslayar esta novela de Adriano González León llevada extraordinariamente al cine, donde se cuenta la historia política de una familia andina, en el corazón de las rebeliones de este cuero seco llamado Venezuela. Allí estás, camarada, en ese Andrés Barazarte que vino a Caracas a estudiar en la UCV y se encontró en el ojo del huracán de las luchas de su pueblo. En aquella casa de seguridad, tú estás entregándole un fusil. 
 
LA EMPRESA PERDONA UN MOMENTO DE LOCURA (Walerstein, 1978)
En la explicación de los procesos de alienación capitalista, donde a la clase obrera le son negadas muchas oportunidades de vida, fuiste un maestro. Muchas veces viste a este trabajador, dislocarse de sus actividades diarias, para agredirse a sí mismo, al no encontrar vías para comprender su propia realidad. De seguro, a ese sacerdote que acompaña las luchas al inicio y es apresado, lo comprendiste junto a Jesús Gazo. 
 
SACCO Y VANZETTI (Montaldo, 1971)
El anarquismo que te esperaba en tu otoño de libre pensador, filósofo y revolucionario queda homenajeado en este filme, donde se demuestra la perversidad de las clases dominantes, cuando sienten la lucha de los pueblos en sus recintos de explotación. La mentira, la manipulación mediática, la difamación contra los trabajadores y trabajadoras ha quedado demostrada y tu pensamiento fue reducto de denuncias. Los adecos, con infamia, te pusieron el detestable apodo de “jurungamuerto”, para descalificar tu irreductible acto de no olvidar a los compañeros caídos en las luchas, de allí tu valiente participación en la denuncia a la Masacre de Cantaura.
LA ESTRATEGIA DEL CARACOL (Cabrera, 1993)
Aunque ninguna realidad de los pueblos te era ajena, la situación de Colombia fue siempre uno de tus desvelos. Admirador de Gaitán e investigador profundo de la violencia en ese país, tus escritos nos aleccionaron frente a la feroz represión desde 1948. Hoy, en las negociaciones de Oslo y en la maravilla creativa de este filme está tu voz clarividente, alertándonos en los mil desafíos por venir. 
 
Camarada, la lección política de tu obra sigue vigente. Y en la película de la vida, donde no hay posibilidad de borrar las escenas, nos alumbra la frase con la cual finalizas ese admirado libro ya citado, para advertir a los pobres del mundo, el deber arrancar a la hegemonía, “una parcela menos amarga para vivir”. Nos dijiste: La lucha es inevitable. ¡Hasta siempre! ¡Venceremos!

AGRADECEMOS AL SEMANARIO LAS VERDADES DE MIGUEL POR LA PUBLICACIÓN DE ESTE TRABAJO EN EL AÑO 2012

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