sábado, 9 de febrero de 2019

"POR AHORA" VERSUS "POR HOY": HOMENAJE A OFICIALES Y SOLDADOS QUE INSURGIERON EL 4-F DE 1992






El estupendo proceso político que ahora se da en Venezuela es desplegado en todos los terrenos sociales posibles e imposibles. Uno de los territorios en donde ocurren las más fabulosas batallas es el lenguaje. En las llamadas redes sociales llenas de anuncios, travesuras, asaltos y sinvergüenzuras bullen las más inverosímiles cantaletas jamás imaginadas de esta guerra semiótica, pero son la calle, las aceras, busetas, autobuses, vagones, mercados, bares, oficinas, casas de familia, los sitios predilectos donde los decires, saberes, refranes, lemas silban sus encendidas cargas de sentidos en una confrontación inédita para poner a prueba a los pueblos y a la sociedad mundial. 

¿QUE TRAE ESTE “POR HOY”? 

La guerra económica feroz lanzada por los agentes del imperio capitalista sobre el pueblo venezolano se cierne incendiada por la pólvora de una gramática lexical muy dinámica que cambia y se transforma a cada segundo. En ese caldo de cultivo la subjetividad transita invisible y provocada por los elementos reaccionarios que colocan sus voces para influir sobre el ánimo y la emocionalidad de las gentes. Curiosas formas de decir la cotidianidad van y vienen como esquirlas de granadas sintácticas que explotan en nuestros oídos y sentidos, conmoviendo cada momento.

Una de las frases del instante ligada a la hiperinflación instalada por el bloqueo que sufre el pueblo venezolano y se ha colocado en la amplia vocería que viaja de los dependientes que trabajan en los grandes comercios hasta la descarada cháchara del bachaquerismo más rupestre y especulativo es la que dice: POR HOY. Ataca los oídos y ánimos de las personas cada vez que se pregunta por el precio de algún producto, bien o servicio. Tan poderosa es esta especie de lema laudatorio de la especulación, cada vez lanzado sobre la indagatoria económica del pueblo, que opera con una influencia devastadora sobre el ánimo y los sentidos golpeando la esperanza. Cuando es dirigido desde el habla, su estallido en cualquier trinchera de resistencia significa que el precio preguntado subirá en un instante sin que se pueda evitar. Este POR HOY vulnera la acción institucional; busca quebrar las relaciones gobierno-pueblo. 

¿Qué significa esta frase POR HOY? ¿Es simplemente la ocurrencia de una poblada de buhoneros de la escacez? Este es el lema más incendiario del momento de asalto de las fuerzas reaccionarias sobre un posible posicionamiento popular en el terreno de su propia economía solidaria. Y va más allá; simboliza la nefasta noción de País Portátil que denunció de manera genial el escritor venezolano Adriano González León en premiada novela homónima. Es el país puesto y quitado al capricho de los intereses de las oligarquías, sus imperios y sus lacayos. Simboliza el inmediatismo depredador con que las fuerzas acantonadas en las playas de la Casa Blanca de Estados Unidos (EEUU) invaden las mentes de los consumidores de sentidos para minar sus interpretaciones y fuerzas de resistencia. Es el POR HOY que utilizan para difundir la idea de que el Presidente Maduro será apartado del cargo que el pueblo soberano le dio en elecciones legítimas. El mismo que manosean en los saberes de la gente para hacer sentir que nada es seguro, que todo es demacrado, tétrico, que no hay esperanza, que no hay más remedio que aceptar sus designios, que hoy no se fía sino mañana, que nada se regala, de que no hay porvenir (sin ellos). Al final se trata de jugar con la incertidumbre para mantener un caos sin posibilidad de orden. 

POR AHORA
 

Quienes vivieron el 4-F y se detuvieron ante los televisores a esperar que el líder de la rebelión neutralizada dirigiera al país su rendición, presenciaron uno de los momentos supremos de la historia del siglo XX en Venezuela. Dejaba el comandante Hugo Chávez -que así se llamaba aquel teniente coronel libertario- en el imaginario de un pueblo, la consigna para cargar el bastimento de otra manera de hacer política. Ese POR AHORA señalaba el camino de una incertidumbre fecunda, el indicio de que apenas asomaba una acción llena de ideas y dinámicas ocultas y trascendentes, además significó y significa aún en este momento del siglo XXI, ubicar las luchas del pueblo de Venezuela y de los pueblos del mundo en los fecundos terrenos de la complejidad. A partir de ese grandioso momento se abren los cortinajes de un inusitado y novedoso teatro de lo real, siempre y para siempre recursivo, jamás rectilíneo; y lo deja en las manos del pueblo para que lo interprete de diversas maneras, lo utilice para configurar sus propias políticas distanciadas definitivamente de las desgastadas derechistas e izquierdistas de la agotada modernidad. Aquel POR AHORA, hablando en los términos beisbolísticos del Comandante, picó y se extendió como esos batazos entre dos jugadores, imposible de atrapar con las mismas jugadas con las que se hizo la política durante el siglo XX. 

Aquel lema, hoy sometido al ostracismo por tirios y troyanos, siguió secretamente las cargas estupendas y testigos que dejó el Sacudón del 27-F con su gloriosa y trágica terquedad, golpeó de frente al país portátil de la oligarquía del patio, dio impulso al dimensionamiento del poder popular (siempre reprimido por las prejuiciosas maneras de lo político) que en la calle no descansó hasta abrir las compuertas de la deliberación ciudadana, hizo vislumbrar las incidencias sociales a proceso, extrayéndolas del inmediatismo rumiante de las esperanzas puestas en el porvenir y ante todo, nos dejó la firme noción de que las cosas no terminan, de que no hay conclusiones, ni finales, de que las luchas de los pueblos están sumergidas en un tránsito histórico que se multifurca en la búsqueda y el encuentro incesante de infinitas maneras de participación social. Además nos dejó la firme convicción de que en el seno del pueblo no existe una sola revolución; hay, más bien, tantas revoluciones como revolucionarios existen, por lo tanto, este POR AHORA es poderosamente contrahegemónico. 

Párrafo especial merece esta consigna revolucionaria y popular para referir (con la timidez del caso) el intrincado territorio militar. La devastación que produjo en los cuarteles venezolanos, vista desde el terreno de lo cívico, luce impresionante. Aquel 4-F, que en el terreno de la civilidad es llamado clásicamente un “golpe militar”, fue en esencia un “golpe al estamento militar” en sus propias entrañas. La transformación que aquella Fuerza Armada lacaya del Departamento de Estado de EEUU, amamantada en la Escuela de las Américas es hoy una realidad impensable para quienes la sufrimos durante la Cuarta República. Aquel Bolívar, atrapado en el cartón de la formalidad, que miraba cómo la independencia se perdía entre los disparates entreguistas del bipartidismo cipayo y la mano intrusa de la CIA, asaltaba de nuevo el cielo de nuestras armas históricas para poner orden patriótico y popular de la mano del comandante Hugo Chávez. “Aquí está tu ejército, Libertador, necesitado de un cambio definitivo a favor del pueblo. Prodúcelo de nuevo, Padre” -parece decirle el Tribilín de Sabaneta a un Simón Bolívar revitalizado que regresó para no descansar jamás. Con la derrota de aquellos genuflexos de la Plaza Altamira, la realidad del ejército venezolano dio un paso importante hacia la diferenciación de la verdusca montonera al servicio del Tío Sam. Y aunque aún faltan muchas batallas que pondrán a prueba los alcances logrados por este ejército hoy vinculado a lo cívico y a lo popular, los cambios que ha dado desde el POR AHORA son notorios y trascendentes. 

POR AHORA PARA DERROTAR EL POR HOY

YULIMAR REYES HEROINA DEL 27-F
"Por hoy” significa otra vez, el fin de la independencia, de la soberanía, de la autodeterminación del pueblo venezolano y las posibilidades de integrar una política para los pueblos del Abya Yala. “Por hoy” es el “gingle” de la muerte con que mantienen en guerra no convencional a la montonera reaccionaria de las clases medias, llenas de temores creados en los laboratorios del belicismo mediático que también se impregna en el pueblo. “Por hoy” es la promesa fallida de sacar al Presidente Nicolás Maduro, en cada fecha que a los monigotes de turno se les antoje colocar en el almanaque de su propia frustración. Frente a ese “Por hoy” que tiende a cancelar las luchas populares en favor de los imperios, está el POR AHORA soberano de los procesos populares que no finalizan, que tiene a la terquedad histórica como su más poderoso bastimento para resistir y a la formación política autónoma como legado del pasado en el porvenir. Esta célebre consigna está imbricada en nuestra ancestralidad y se trae en invitación sugerente a todos los referentes de lucha (desde Guaicaipuro hasta Yulimar Reyes, desde Marx hasta Kleber Ramírez) a un combate satisfactorio en favor del pueblo. Este POR AHORA está acompañando con sus incandescencia a los pueblos de la Pachamama a luchar contra un imperio que se cae a pedazos. A pedazos y sin remedio.

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