Dedicado
al escritor venezolano Aníbal Nazoa
quien nos dejó la siguiente
recomendación:
“Si quieres seguir la pista de los pueblos,
sigue
su pista de baile”.
A quienes nacimos en este Abya Yala sorprendente, nos configura este género musical. Un investigador y estudioso melómano al que conocemos como “Chema” lo llama “El Lenguaje de América” y así nombra a su programa de radio. Al referirnos a los géneros y ritmos musicales del mundo, el Bolero jamás puede ser dejado de lado.
Como toda actividad artística, tiene sus entendidos, especialistas, estudiosos y hasta sus académicos que se ocupan de investigarlo, sin embargo, donde se prueba un género musical es en el gusto popular y éste que llamamos bolero, cuenta con millones de personas que siguen sus incidencias, sus asaltos emotivos, sus amoríos. Se cantan, se bailan, se corean, se escuchan boleros en todas partes de la Pachamama y en sitios donde se encuentre el pueblo. También es un fiel acompañante de la soledad.
¿Quién, en nuestro Abya Yala, no se ha enamorado con una pieza de bolero? ¿A quién no le recuerda un amor? ¿Quién no se ha conmovido con una o varias de sus letras? ¿Y la música, acaso alguna vez no les ha tocado el alma? ¿Y qué del despecho que les ha sucedido? ¿Cuánta de la juventud de hoy, atrapada en otros ritmos, no ha sido jalada a esta identidad musical que le pertenece?
En reconocimiento a este carnaval venezolano de 2019, colmado de victorias por la paz y la democracia, en el cual, de seguro aprovecharemos para bailar algunas rumbitas de siempre, se colará travieso algún bolero que dos o tres parejas de puretos y puretas presentes, se atreverán a bailar para honrar el pasado en el presente.
Quedan excluidas de este concurso dos piezas de notoriedad incuestionable para el género, por no encontrarse en el ámbito afrocaribeño: la llamada “Bolero” del francés Maurice Ravel y la titulada “Till There Wash You” compuesta por Meredith Willson e interpretada por el legendario grupo The Beatles.
Para desafiar, una vez más el gusto de nuestros lectores y lectoras, colocamos las piezas de bolero que consideramos más destacadas en la historia de la música, con la seguridad y el deseo de haber dejado por fuera, una o varias de su preferencia. Vamos, háganse su lista… viejitos… pónganse a recordar… viejitas...
TRIGÉSIMO PUESTO
BLANQUÍSIMA GAVIOTA
Compositor: Alí Primera Rossel (Venezuela)
Comenzando
con el batacazo, diremos que esta es una de las piezas de bolero más
bellas jamás compuesta. Su hermosura radica en la extraordinaria
concepción musical, el delicado arreglo, la poesía anidada en
metáforas que cumple con el requisito de la sencillez. La
comparación del ave marina con la mujer es limpia, sensible,
elevada. Es un sentido ofrecimiento de amor a la vida natural, al
mar, al infinito. También refiere la digna espera por la partida
resignada y sin retorno. La justa colocación del autor en la fuerza
de su canción política, resta reconocimiento a este portento de
arte musical que seguramente, no pocas parejas bailaron, luego de
concluir enamoradas en un círculo de estudios. En el repertorio del
artista, quien fue un consumado cultor del género, hay otras piezas
musicales de similar origen. Les invitamos a encontrarlas.
VIGÉSIMO NOVENO PUESTO
BUSCO TU RECUERDO
Autor: José Barros (Colombia)
VIGÉSIMO NOVENO PUESTO
BUSCO TU RECUERDO
Autor: José Barros (Colombia)
Pasional
pieza de sencilla narrativa que describe la forma cómo el recuerdo
sin consuelo toma sentimientos en quien sabe perdida a la persona
amada. Su tono autocrítico la hizo de preferencia para mujeres de
los años 50 y 60 que gustaban escuchar disculpas musicales de amados
arrepentidos. Tuvo en el cantante boricua Charlie Figueroa a su
interprete emblemático. Quienes se han atrevido a interpretarla,
siempre son referidos a este artista fallecido muy joven, aunque dejó
un estilo de cantar seguido luego por cantantes como el boricua
Daniel Santos llamado “El Inquieto Anacobero” y el colombiano
Tito Cortés, llamado “El Ciclón del Pacífico”. El clarinete,
la trompeta con sordina y demás instrumentos de viento que acompañan
al cantante son ya un clásico en el oído musical de los
afrocaribeños y afrocaribeñas que la siguen disfrutando.
VIGÉSIMO OCTAVO PUESTO
SOÑANDO CON PUERTO RICO
VIGÉSIMO OCTAVO PUESTO
SOÑANDO CON PUERTO RICO
Autor.
Bobby Capó (Borinquen)
Las
culturas afrocaribeñas son orales, movidas, percusivas. Las
caracteriza el verbo, la locuacidad, el sonido. Se mueven
constantemente y no pocas veces buscan bases físicas para tocar
cualquier clave encontrada en el ritmo interno, sean cultores de la
música o no. Hablantes por naturaleza, ese despliegue impide
reconocer como fructífera la contemplación, la meditación, la
reflexión. Por esto el bolero refiere momentos en que la realidad
del amor nos sienta de culpables a resentidos para que contemplemos
lo que nos ha pasado; llega a ser elixir para curar el despecho;
tiene que ser hablado, dicho, hasta gritado, poco concebimos a un
bolero instrumental, una pieza que no tenga narrativa oral, no la
sabemos apreciar sin palabras aunque la lleguemos a bailar. Es el
caso de este grandioso bolero donde la añoranza por el sitio donde
se nace tiene a todas las artes a la orden. Honra ese momento con
sentimiento afrocaribeño. Interpretada por varios cantantes,
queremos destacar la soberbia composición instrumental, ejecutada
por la orquesta del músico estadounidense de origen boricua José
Mangual Junior en su excepcional trabajo denominado “Tributo a
Chano Pozo”; la pieza es bolereada por monumentales toques de
conga, por el bajo y la guitarra acústica interpretadas por el
músico estadounidense de origen boricua Salvador Cuevas. Único.
VIGÉSIMO SÉPTIMO PUESTO
MUCHO CORAZON
VIGÉSIMO SÉPTIMO PUESTO
MUCHO CORAZON
Autora:
Emma Elena Vadelamar (México)
Esta
canción es un reclamo directo. Un desafío planteado, una búsqueda
interna de falla, de error, de pecado para enmendarlo como reto. El
corazón como centro del sentimiento es el personaje principal, a
quien apela la poeta como defensora del alma abierta a la sinceridad.
Es el levantamiento de la bandera de la fe, de la confianza en el
amor atesorado en la lealtad. Mientras se reta al desprendimiento se
quiere mostrar que del otro lado no hay nada que buscar, porque no se
necesitan esas razones para amar. Tiene la musicalización de las
grandes orquestas de los años 50 que acompañaron fastuosas
presentaciones de cabaret. El cantante cubano Benny Moré, a quien
llamaron “El Bárbaro del Ritmo”, monumentalizó esta pieza, con
una voz difícil de pasar por alto al citar a los grandes interpretes
de todas las épocas.
VIGÉSIMO SEXTO PUESTO
Y SIN EMBARGO TE QUIERO
Compositores: Antonio Quintero, Rafael de León y Manuel Quiroga (España)
VIGÉSIMO SEXTO PUESTO
Y SIN EMBARGO TE QUIERO
Compositores: Antonio Quintero, Rafael de León y Manuel Quiroga (España)
Es
una canción del género español de la copla cuya genialidad,
profundidad y delirio le ha merecido la interpretación en otros
géneros musicales. Sostenida en la brillante música de Manuel
Quiroga, la letra de Quintero y de León se sumerge en una vorágine
intensa de sentimientos contradictorios hacia un amor sin remedio
que, a pesar de los avatares, es capaz de seguir ofreciendose
con dignidad. Debe ser muy difícil interpretarla con la suficiencia
que exige su profundo sentimiento, debido a los fraseos andaluces que
es imposible dejar a un lado. La mejor conversión al género bolero
que conozcamos la realizó la cantante mexicana Toña La Negra, la
cual se nos deja escuchar insuperable.
VIGÉSIMO QUINTO PUESTO
ALMA CON ALMA
Compositor: Juan Rafael “Juanito” Márquez (Cuba)
VIGÉSIMO QUINTO PUESTO
ALMA CON ALMA
Compositor: Juan Rafael “Juanito” Márquez (Cuba)
La
fuerza arrolladora que tuvo la fusión llamada Salsa entre los años 70 y 80 del
siglo XX, impidió que muchos boleros de siempre se colocaran en la
pista de baile de aquellas juventudes, debido a que las rumbas
copaban la tendencia. Abuelos y abuelas llegaron a recomendar algunos
que dieran continuidad a la tradición pero pocos fueron atendidos.
Sin embargo, boleros como el que nos ocupa, se colaron para
identificar un espacio que los radialistas llamaron: “Boleros
Salseros”. Su temática es la declaración de amor apasionada que
exalta el sentido de pertenencia de la otra persona. Interpretado por
el cantante boricua Adalberto Santiago con la orquesta del “manazas”
Ray Barreto, puede considerarse a esta pieza, un puente que sirvió a
los abuelos y abuelos de hoy para reconocer el gusto de los
bisabuelos y bisabuelas de ayer. ¡Suénala viejito!
VIGÉSIMO CUARTO PUESTO
HOLA SOLEDAD
Autor: Ramón Bautista “Palito” Ortega (Argentina)
VIGÉSIMO CUARTO PUESTO
HOLA SOLEDAD
Autor: Ramón Bautista “Palito” Ortega (Argentina)
Célebres
son las piezas musicales de cualquier género donde el poeta nos pone
a dialogar con la soledad, ésta es una de ellas. Su autor se ha
caracterizado por narrar simples historias en melodías sencillas,
sin embargo, en este espacio armónico logró visualizar con brevedad
una historia de dolor y encierro relevante que los artífices del
bolero convirtieron en un clásico. Aprovecharon sus pausas entre
verso y verso para labrar la sensación de sosiego, de espera,
mientras se describe en la letra el desespero de quien no es libre y
está atrapado por sentimientos que no logra apaciguar. El cantante
cubano Rolando La Serie nos legó una versión difícil de igualar.
VIGÉSIMO TERCER PUESTO
RELOJ
Compositor: Roberto Cantoral (México)
VIGÉSIMO TERCER PUESTO
RELOJ
Compositor: Roberto Cantoral (México)
Imposible
de excluir a este clásico de la pista de baile de los bisabuelos y
tatarabuelas. Se trata de un diálogo con el tiempo de espera del
amor anhelado. Se le canta al objeto de las horas con provocación a
recordar la espera en la parada de trenes o autobuses, o en algún
café o en cualquier bar o taberna. La mejor versión, que podemos
considerar inmortal, la realizó el cantante chileno Lucho Gatica,
quien en la década de los años 60 se llevó los corazones de todas
las mujeres de nuestro Abya Yala. Dos anécdotas podemos contar en el
caso de Venezuela. Hubo un programa en aquel tiempo llamado: “El
Show de Saume” que contrató al afamado cantante y finalizó en una
avalancha femenina que asaltó el escenario para descomponer su
suéter y su engominado cabello. La otra da cuenta de los Clubes de
Abuelos y Abuelas que se han formado en los últimos años, donde
esta pieza es de segura interpretación. ¡Cédulas que caen,
señores!
VIGÉSIMO SEGUNDO PUESTO
AMORCITO CORAZÓN
Compositor: Manuel Esperón González (México)
VIGÉSIMO SEGUNDO PUESTO
AMORCITO CORAZÓN
Compositor: Manuel Esperón González (México)
No
en vano el famoso trío mexicano Los Panchos la colocó como una fija
en su querido album “Época de Oro”. Todos los tríos de la
Pachamama que cultivan el género, la tienen como una segura petición
de sus audiencias. Es tal vez la canción más cantada en películas
del cine mexicano de la época, por la cual es conocida en todas las
patrias del Abya Yala. La interpretación más popular la realizó el
cantante mexicano Pedro Infante, quien aprovechó su participación
en la cinematografía para dejarla como un clásico a ser colocado
por los pueblos en sus fiestas, cuando la cosa se pone sentimental y se cuenta con una guitarra.
Versa acerca de una petición a la mujer amada que trasciende a la
declaración. Es la oniria que gobiernan los deseos más sencillos,
generados por el cariño a una mujer en la querencia de un beso.
VIGÉSIMO PRIMER PUESTO
ANGÉLICA
VIGÉSIMO PRIMER PUESTO
ANGÉLICA
Compositor:
Plácido Acevedo (Borinquen)
Poco
conocida por las audiencias, es quizás una de las piezas musicales
de mejor arreglo para un cantante. Su armonía la coloca en el sitio
predilecto de quienes gustan del bolero muy pausado, seductor, de
elevada tesitura emocional. Busca a través de un nombre femenino,
evocar lo celestial, dibujando a la mujer a profundidad para sacarla
del pentagrama a fuerza de un conjunto de peticiones sensuales que la
exponen como única en el mundo. Concedida a la genial e
inconfundible voz del cantante boricua Ismael Rivera, es difícil
encontrar en su repertorio, de los muy pocos boleros que interpretó,
una vocalización tan acoplada al deseo de los amantes del género.
Hace sentir que se tiene a una Angélica en la mujer amada.
VIGÉSIMO PUESTO
PUERTO CABELLO
Compositor: Italo Pizzolante (Venezuela)
VIGÉSIMO PUESTO
PUERTO CABELLO
Compositor: Italo Pizzolante (Venezuela)
Quienes
la han escuchado y van al sitio evocado sienten su musicalidad.
Muchas canciones están dedicadas a terruños donde compositores y
compositoras se conmovieron; ésta es una de las más emocionadas.
Refiere sitio, contexto, lugar sumergido en ese romanticismo de
añoranzas que no pasa con el tiempo, que está allí, con sus
descripciones literarias y musicales intactas. Huele a mar, a costa,
a sal de amores suspendidas en una visión inmortal de cariño. Si
algún muchacho quisiera enamorar a una muchacha, ésta es una de
esas canciones indicada: a capella y en baja voz al oído de la
pretendida es infalible. La mejor versión al bolero la realizó el
cantante venezolano Felipe Pirela a quien llamaron “El Bolerista de
América”.
DÉCIMO NOVENO PUESTO
SE ME OLVIDO TU NOMBRE
Autor: Raúl René Rosado (Borinquen)
DÉCIMO NOVENO PUESTO
SE ME OLVIDO TU NOMBRE
Autor: Raúl René Rosado (Borinquen)
Es
el bolero de la revancha pasiva, distanciada, en lejanía. Si
atendemos al poema del escritor argentino Jorge Luis Borges que
otorga imposibilidad al olvido, es lo que nos plantea esta pieza
musical. De narrativa atrayente para la pasión amorosa, de sentir
común, de solidaridad sentimental, obliga a la otra persona, una
mujer, a pensar si en realidad ha sido olvidada. La metáfora no
carece de genialidad, ni de altura, ni de alma, aunque denota al
picaflor que recuerda los amores pasados. En los años 60 del siglo
XX ganó popularidad radial. Como pieza que obliga a demostrar
estilo, ha sido favorita de cantantes que le dedican pasión. La
versión más recordada la hizo con mucha suficiencia vocal el
cantante cubano Roberto Ledesma.
DÉCIMO OCTAVO PUESTO
EN UN BESO LA VIDA
Autores: Carlos Di Sarli y Héctor Marcó (Argentina)
DÉCIMO OCTAVO PUESTO
EN UN BESO LA VIDA
Autores: Carlos Di Sarli y Héctor Marcó (Argentina)
Varios
boleros, incluso unos muy destacados y queridos, provienen del
genero musical argentino llamado tango; éste es quizás uno
de los más apreciados. Tiene al acto del beso como personaje
principal y al compromiso eterno de amarse como guión. Las metáforas
narradas en la pieza para dar forma a los sentimientos son, como en
muchos tangos, de una elevación suprema. Se encuentra la experiencia
primeriza del beso, el inolvidable reconocimiento femenino como
educadora y la consternación llena de dignidad por la existencia que
se honra. Bailable como tango, transformado en bolero también llama
a la contemplación de los distintos contextos donde se expone la
pasión amatoria. Hay una soledad incluida en la tesitura
poético-musical, lograda con una fusión que conmueve. El cantante
cubano Orlando Contreras lo ejecutó con visos de eternidad, sin
embargo, el trovador venezolano Yordano Di Marzo la aproximó a
generaciones recientes con innegable genialidad.
DÉCIMO SÉPTIMO PUESTO
DOS GARDENIAS
Compositora: Isolina Carrillo (Cuba)
DÉCIMO SÉPTIMO PUESTO
DOS GARDENIAS
Compositora: Isolina Carrillo (Cuba)
La
flor como tema y la mujer compositora. La dulzura con que se
trata el asunto amoroso en esta pieza musical es sublime. La
mujercidad habida en el símbolo de las flores como metáfora del
tiempo amatorio es notoria. Refiere, de manera espiritual, todo lo
efímero que puede ser el tiempo como advertencia, como vigilancia,
como final o como principio del olvido. La compositora le otorga un
poder amatorio a las flores digno de deidades. Es, sin lugar a dudas,
una canción ecológica porque se puede interpretar como una traición
a la naturaleza si hay deslealtad al amor. El boricua Daniel Santos y
los cubanos Ibrahim Ferrer y Vicentico Valdez se disputan la mejor
versión en el gusto de los melómanos populares. Tal vez gana el
primero por su bien ganada leyenda en las rocolas. Sin embargo, el
cantante boricua Angel Canales, apartado por un instante de su
génesis rumbera, realizó una admirable versión de gitanidad
fabulosa.
DÉCIMO SEXTO PUESTO
PERDÓN
Compositor: Don Pedro Flores (Borinquen)
DÉCIMO SEXTO PUESTO
PERDÓN
Compositor: Don Pedro Flores (Borinquen)
Es
otra de las piezas que accedió a las rocolas y por ende al gusto
popular, en la voz del cantante boricua Daniel Santos. Trata el
eterno tema en que se ha faltado al amor y se manifiesta con urgencia
el desagravio. Parece contener en la narrativa, todos los
ingredientes para que la persona que faltó sea perdonada. Además,
al final, nos hace caer en cuenta de que también es un llamado al
retorno, a cesar la lejanía, la distancia; altamente recomendable
para casos de separación transitoria y duda. Aunque se puede bailar,
es más para ser escuchada porque hace destacar la voz de los
interpretes. El cantante mexicano Marco Antonio Muñiz hizo una
versión de este tema que es considerada una joya de la vocalización.
Seguramente el Anacobero Santos le dio reconocimiento.
DÉCIMO QUINTO PUESTO
NOSOTROS
Autor: Pedro Junco (Cuba)
DÉCIMO QUINTO PUESTO
NOSOTROS
Autor: Pedro Junco (Cuba)
Hay
estrenos de piezas musicales que generan aceptación sosegada, otros
incitan al reconocimiento efusivo y los hay que llevan al
público a la apoteosis admirativa llenos de vivas y aplausos como es
el caso de esta obra del arte musical. Aromada con el danzón
imperante en la época, cuando su autor la interpretó por vez
primera, se llevó el corazón de los asistentes quienes le dieron
divulgación y popularidad inmediata. Querida por varias generaciones
afrocaribeñas, la canción narra el adiós amoroso con el asombro
sentimental de que la ruptura queda, genialmente, inexplicable. Esta
ausencia de causa es de obligado recuerdo y conmovida percepción. La
versión inmortal la ejecutó para todas generaciones la legendaria
Orquesta Aragón de Cuba.
DÉCIMO CUARTO PUESTO
TU VOZ
Compositor: Ramón Cabrera Pavón (Cuba)
DÉCIMO CUARTO PUESTO
TU VOZ
Compositor: Ramón Cabrera Pavón (Cuba)
Es
una de esas piezas musicales que parecen hechas a la medida de una
cantante, en este caso la incomparable cubana Celia Cruz. La voz se
pasea por la poética de la pieza como un ave sonora sobre un paraíso
de notas musicales indiscutiblemente afrocaribes. Posee son, tiene
rumba entre su avalancha indetenible de armonías bolerísticas. Hace
sentir que ambas voces: la voz del tema y la voz de Celia sean una
sola añoranza amatoria. Como protagonista, la voz anhelada se
transforma en una personalidad que trasladada a cualquier realidad
amorosa que esté escuchando, se relaciona, se hace propia, porque
las metáforas dedicadas a describir la voz son de una altura y un
emocionar de estrellas. ¿Cuántas veces le habrán pedido esta
canción a Celia en los distintos escenarios donde se presentó? Los
de la Sonora Matancera, por varios años, fueron testigos.
DÉCIMO TERCER PUESTO
INOLVIDABLE
Compositor: Julio Gutiérrez (Cuba)
DÉCIMO TERCER PUESTO
INOLVIDABLE
Compositor: Julio Gutiérrez (Cuba)
Es
quizás el más destacado bolero dedicado al acto amoroso que quiere
recordar; y miren que los hay con este tema y muy buenos. La clásica
e inmortal versión del boricua Tito Rodríguez le otorga una
estatura de culto musical sin igual. La musicalización lograda entre
instrumentos de viento y la moruna flauta conforman una obra de arte
de calidad indiscutible y mundial. Como toda la música de Tito, esta
canción invita desde el inicio al baile; y es posible que sea
la pieza de bolero más bailada en los años 60, con la que de seguro
se enamoraron muchas de las bisabuelas y bisabuelos. Aún hoy,
escucharla, es imaginarse de inmediato a una persona con quien darse
a la magia del baile. El cantante brasileño Roberto Carlos logró
una versión en los años 70, que la evocó con significativa calidad
interpretativa.
DÉCIMO SEGUNDO PUESTO
AUNQUE ME CUESTE LA VIDA
Compositor: Luis Kalaff (Quisqueya)
DÉCIMO SEGUNDO PUESTO
AUNQUE ME CUESTE LA VIDA
Compositor: Luis Kalaff (Quisqueya)
Es
la canción de la búsqueda incansable, del amor contrariado, del
anhelado “sí”. Bailada y bailable al cien por ciento, copó los
salones de los años 50 y 60 con calidad y popularidad para el
recuerdo, además, por el logro de que ninguna mujer se quedara sentada con solo llegar al oído del bailante. A muchas les fue
cantada al oído, aunque les hubiese gustado cantarla a riesgo del
machismo del momento que lo impedía. Es cita musical obligada por
muchos de los llamados músicos nocturnos, aunque su versión
inmortal la ejecutó a voz extraordinaria e imperecedera, el cantante
quisqueyano Alberto Beltrán quien le dio temple, vigor afrocaribe,
aquiescencia, cobijado por las trompetas de la Sonora Matancera. Da
gusto escucharla en la voz bajita de una abuela, cuando su alma se
llena de recuerdos.
DÉCIMO PRIMER PUESTO
LA BARCA
Compositor: Roberto Cantoral (México)
DÉCIMO PRIMER PUESTO
LA BARCA
Compositor: Roberto Cantoral (México)
No
hay interprete del género musical bolero que no haga espacio a esta
incomparable obra para la interpretación. Es tal vez la que mejor
profundiza el tema de la despedida, en donde la presencia del agua
cobra protagonismo como vaivén de luchas amorosas. En tan corto
tiempo literario, su autor logra plasmar un cúmulo de sentires que
son dominados por la poética entre presencia y ausencia que median
la espera. Tiempo, espacio, añoranzas, anhelos, melancolías,
distancia son palabras clave de metáforas encadenadas al corazón de
la población abuelística afrocaribe que adora sus armonías y las
bailó de joven. Es otra canción que llevó a la significación
artística, el reconocido cantante chileno Lucho Gatica con su suave
voz.
DÉCIMO PUESTO
SAMBA PA’TI
Autor: Carlos Santana (México)
DÉCIMO PUESTO
SAMBA PA’TI
Autor: Carlos Santana (México)
Desde
las exaltaciones del Rock Latino, donde ha tenido la honra de ser el
genuino precursor, justo al nacer el año 70 del siglo XX, su creador
envía este bolero instrumental a las pasiones de una generación
juvenil que la disfrutó bailada en un ladrillito, para reivindicar
el acto de enamorarse en buena lid, practicando además la paz, en
una realidad mundial donde la humanidad buscaba (y aún busca)
sacudirse los horrores de la guerra. La guitarra ejecutada en toda su
territorialidad armónica es de leyenda con punteos celestiales. Está
incluida en el trabajo musical llamado “Abraxas”, cuya polémica
portada fue censurada en varios países, por representar una ruptura
con visiones conservadoras acerca del cuerpo de la mujer. La samba
que se describe en la parte final de la pieza consagra el nombre. El
cantante y guitarrista boricua José Feliciano le brindó literatura
con su voz y su extraordinaria ejecución.
NOVENO PUESTO
VIDA CONSENTIDA
Compositor: Homero Parra (Venezuela)
NOVENO PUESTO
VIDA CONSENTIDA
Compositor: Homero Parra (Venezuela)
Se
requería una voz firme, armoniosa y muy afinada como la del cantante
cubano Lino Borges, que interpretara un bolero tan singular en su
composición. La primera parte tiene tres temperaturas armónicas
diferentes caracterizadas por la brevedad, que nos llevan al sosiego
rítmico propio del género. Y la segunda parte nos eleva a la
grandeza vocal en dos climas distintos que confluyen en una
interpretación infinita. Se aconsejaba su baile si el objetivo era
la declaración amorosa: se le consideraba letal a cualquier “no”.
Su tema es la adoración femenina absoluta. La metáfora entre mujer
y canción es el centro del sentimiento. Tuvo su mayor popularidad en
los años 60. Ninguna abuela o bisabuela lo puede escuchar hoy, sin
lanzar un suspiro.
OCTAVO PUESTO
TABOGA
Compositor: Roberto Fábrega (Panamá)
OCTAVO PUESTO
TABOGA
Compositor: Roberto Fábrega (Panamá)
Una
de las genialidades de este bolero está en que combina las clave del
género con un sutil aroma de cumbia que se desata en su segunda
parte. Es de las canciones dedicadas a un sitio donde lo esplendoroso
se despliega para el asombro y la comparación con la mujer. Bailable
ciento por ciento, es una canción precursora de los mosaicos
rítmicos realizados por las grandes orquestas de la música
afrocaribe que incluían canciones con varios estilos y géneros en
un sólo surco. Se requiere voz tenor para sostener su comienzo muy
sonoro. Ha sido versionada en varios estilos, desde el cabaret donde
imperaba el mambo, hasta los salones de salsa. A las más cercanas
abuelas y abuelos les llegó su influjo a través de una
sobresaliente versión de la orquesta venezolana “Dimensión
Latina” con un arreglo innovador, bolerada por el incomparable cantante venezolano Vladimir Lozano y rumbeada por el no menos
célebre sonero venezolano Oscar De León. Aún hoy, al escucharla,
pocos y pocas aguantan echar un pie.
SÉPTIMO PUESTO
AMOR PERDIDO
Compositor: Don Pedro Flores (Borinquen)
SÉPTIMO PUESTO
AMOR PERDIDO
Compositor: Don Pedro Flores (Borinquen)
Esta
canción sintetiza todo lo digno que puede tener el acto amoroso por
excelencia. Es un paseo por el reconocimiento de la otredad amorosa,
aun cuando haya sometido al olvido, que es la tragedia máxima de
todos los sentimientos. Toda la belleza que puede tener el recuerdo,
toda la honradez que puede contener la ternura, toda la emoción
habida en el cariño, todo el anhelo infructuoso que puede estar en
la pérdida, toda la humildad como estancia del perdón, viajan en
esta pieza musical dispuesta para el regocijo. En el
reconocimiento de que llegó a ella por accidente, esta canción
parece estar compuesta para la alta calidad vocal de la cantante mexicana
María Luisa Landín. ¡Cita obligada!
SEXTO PUESTO
NUESTRO JURAMENTO
Compositor: Benito de Jesús (Borinquen)
SEXTO PUESTO
NUESTRO JURAMENTO
Compositor: Benito de Jesús (Borinquen)
Es
el clásico del pacto amoroso eterno. Inolvidable para varias
generaciones de abuelos y abuelas. A puro clamor sensual, fue causa
del nacimiento de miles de afrocaribeños y afrocaribeñas. Combina
en su narrativa los sentimientos de dolor y de regocijo que van como
fuentes paralelas de inspiración, tejiendo el acuerdo imposible de
desligar aún en el más allá. Hay en su composición cierto aire
lacónico que aprovechó el cantante ecuatoriano Julio Jaramillo para
hacerla inmortal a través de la rocola. Desde el sitio de Quinta
Crespo, por toda la avenida Baralt hasta la Cota Mil en la ciudad de
Caracas, Venezuela, esta canción fue himno de sus bares durante la década de los años
60 del siglo XX. No hay bisabuela que no la haya incluido en sus
recuerdos ni en sus cantos de quehaceres, ni en sus musitaciones. Es
poderosamente melodiosa y su sonoridad invita a la contemplación del
pasado en el porvenir.
QUINTO PUESTO
CONVERGENCIA
Autores: Bienvenido Julián Guitierrez y Marcelino Guerra “Rapindey” (Cuba)
QUINTO PUESTO
CONVERGENCIA
Autores: Bienvenido Julián Guitierrez y Marcelino Guerra “Rapindey” (Cuba)
Es
el bolero geométrico por grandeza poética. Es la pieza musical de
las formas, de las equidistancias entre sentimiento y lugar, anhelo y
contexto, evocación y sitio amoroso, donde hay una presencia, cuya
ausencia es sólo posible imaginar si se sienten esos trazos
sumergidos en la profunda subjetividad de un dibujo espiritual como
el logrado. Críticos y melómanos aún disertan acerca de lo que
llevó al poeta a expresar tan emblemática narrativa pasional.
Aumentan la leyenda, esos pasos ebrios de inspiración, de musa, de
duende que lo llevaron a entregar tan elevada poesía al músico
ideal que la puso en la melodía exacta para que nos maravillara. El
son que anda oculto en sus notas invita a bailarlo con delicado
sentimiento. Su versión clásica tiene el nombre del cantante cubano
Miguelito Cuní con la orquesta de Felix Chapotín, aunque el
cantante boricua Pete Conde Rodríguez asombró al mundo en la década
de los años 70 del siglo XX, cuando la vocalizó bajo la dirección del dominicano
Johnny Pacheco y su orquesta, con el brillo de unas trompetas para la
inmortalidad.
CUARTO PUESTO
TU, MI DELIRIO
Autor: César Portillo de la Luz (Cuba)
CUARTO PUESTO
TU, MI DELIRIO
Autor: César Portillo de la Luz (Cuba)
Las
más extraordinarias piezas del género bolero se destacan por la
sencillez de su letra y por su brevedad musical. Todas resultan ser
exaltaciones al amor, a la persona amada, a la atmósfera sentimental
que permanece en el recuerdo y gravita en ese encuentro espiritual
inédito, único; aunque se parezca a otros encuentros, aunque haya
similitud con lo narrado o expresado en otras experiencias siempre se
despliega con un sentido originario. Esta pieza dice mucho de estos
sentidos con inigualable experiencia. Su cadencia irresistible ha
sido bailada por varias generaciones, sin embargo, las últimas
cultoras del bolero en la pista de baile, allegadas a la integración
llamada salsa, la han disfrutado por los boricuas, Tito Rodríguez
con su orquesta, Ismael Quintana con la orquesta de Eddy Palmieri y
Cheo Feliciano con diferentes ensambles que le han acompañado; no en
vano, desde que la interpretó se le llama “La Voz que Acaricia”.
Todo y toda cantante afrocaribe rinde su voz a la seducción que
tiene esta pieza y difícilmente una pareja enamorada no se abrace
para danzarla.
TERCERO PUESTO
BÉSAME MUCHO
Compositora: Consuelo Velásquez (México)
TERCERO PUESTO
BÉSAME MUCHO
Compositora: Consuelo Velásquez (México)
Es
tal vez el bolero más versionado de la historia de la música. Hay
versiones en diversos idiomas y en distintos estilos. Es preferido de
la voz femenina, siendo la canción que con más ternura evoca la
despedida física porque la realiza a través del acto de besar. Su
genialidad parece estar en la sencillez de su letra y en la candidez
que proyecta su melodía. Algunos atribuyen su popularidad a que
puede ser interpretado por cualquier persona. Aunque sin proximidad a
la ranchera mexicana, suele escucharse en jolgorios donde se brinda
por la vida y el amor con la misma intensidad. No suele invitar al
baile, aunque un pie para animar cualquier cuita no le viene mal.
También provoca el suspiro en el recuerdo de las bisabuelas y las
abuelas.
SEGUNDO PUESTO
¿QUÉ TE PEDÍ?
Compositor: Fernando Mulens (Cuba)
SEGUNDO PUESTO
¿QUÉ TE PEDÍ?
Compositor: Fernando Mulens (Cuba)
Si
hay canciones que parecen compuestas para ciertos cantantes, también
hay cantantes que parecen haber nacido para ciertas canciones. Tal es
el caso de Guadalupe Victoria Yoli Raimond “La Lupe” que parece
haber nacido para cantar este bolero que la esperaba en la esquina
del más espléndido arte. De la mano del compositor cubano Tito
Puente, La Lupe se tomó esta canción para sí y la incrustó en
todos los amoríos afrocaribes habidos en la historia de la música.
Escuchar este bolero por vez primera, con un poco de sensibilidad
musical, es quedarse en suspensión con esa voz desgarrada que invita
a seguir la imploración absoluta. Nada más bailable y nada más
invitable a la pura sensualidad de danzar creyéndose dioses del
amor. Tal vez muchas cantantes hayan encontrado la frustración, al
querer interpretar una canción tan incrustada en la otredad.
PRIMER PUESTO
EMBORRÁCHAME DE AMOR
Compositor: Mario Cavagnaro Yerena (Perú)
PRIMER PUESTO
EMBORRÁCHAME DE AMOR
Compositor: Mario Cavagnaro Yerena (Perú)
Es
el gran bolero salsero por pertenencia. Permitió inmortalizar este
género para las generaciones que adoraron la salsa. Es el más
popular, querido y bailado bolero de los años 70, 80 y hasta 90 del
siglo XX. Combina los compases de un bolero clásico con innovaciones
musicales que le dan originalidad plena. Evoca el singular tema de la
invitación a amanecer en brazos de la amada luego de una juerga
donde la única ebriedad que falta es el amor. Es posible que su
popularidad alcance hasta generaciones de jóvenes del siglo XXI, tan
apegadas a ritmos extraños al sentir afrocaribes. Salseros y boleristas lo
interpretan en audaces y cualitativos trabajos musicales, pero muchos
no pasan de imitar a quien lo inmortalizó con su voz inigualable y
su sentir brillante y explosivo: el cantante boricua Héctor Lavoe.
Mi pana, me gustaría ver incluida en esa bien comentada y condimentada lista de boleros el de la venezolana María Luisa Escobar "Desesperanza", tema dedicado a su hijo fallecido en circusntancias extrañas en la academia militar. Un abrazo.
ResponderEliminarvaya cuesta sugerir una pieza pero recuerdo mucho una pieza que interpretaba Ismael Quintana, junto al maestro Eddy Palmieri; Deseo Salvaje, si mal no recuerdo es del Titet Cure Alonzo, una pieza para enamorarse....
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