martes, 16 de julio de 2019

DIEZ PELICULAS PARA PILLAR AL FASCISMO




El político alemán Adolfo Hitler murió el 30 de abril de 1945 y dos días antes había muerto su similar italiano Benito Mussolini el 28 de abril de 1945. El primero se suicidó junto a su esposa Eva Braun en su Bunker de la ciudad de Berlín derrotada e incendiada; el segundo fue linchado por una poblada enardecida junto a su esposa Clara Petacci en la población de Giulino de Mezzegra, Italia. Ambos fueron dictadores en sus países y contribuyeron a promover e implantar el fascismo en toda Europa, que llevó a los pueblos a confrontar la llamada Segunda Guerra Mundial, cuyo costo a la humanidad fue de más de 50 millones de vidas. A pesar de las especulaciones surgidas, no hay ninguna duda de que ambos líderes fascistas están muertos, sin embargo, el fanatismo que levantaron, las fuerzas bélicas que impulsaron, el racismo y la xenofobia que hicieron germinar, la intolerancia que atizaron, aún no han muerto, por el contrario, siguen con vida porque paulatinamente, los parlamentos de los países europeos han visto, cómo gentes de la llamada ultraderecha han accedido a sus escaños con medidas de violencia, engaños, medias verdades, crápulas intenciones, xenófobia descarada, actitud propia de los militantes fascistas de siempre. 
En países de otras latitudes como Estados Unidos con las políticas segregacionistas hacia los inmigrantes o los afrodescendientes y en Colombia con el exterminio sistemático de dirigentes políticos, el fascismo pareciera levantar banderas nuevamente. La ostensible debilidad y alcahuetería de las políticas socialdemócratas luego de la guerra, ha causado en parte, lo que ya se torna una realidad. En Europa el fascismo vuelve por sus fueros y toma la calle con aires de guerra. ¿Cómo se presenta ahora? Hay la necesidad de conocerlo, de continuar estudiando sus mañas, viendo sus nuevas tácticas. El cine, arte que ha sabido ocuparse del fascismo, es una posibilidad de que las nuevas generaciones lo conozcan en lo que han sido sus políticas y sus acciones, para que les ayude a elaborar la otra política, la emancipatoria, y en lo porvenir lo derrotemos… definitivamente.

Aquí están las 10 películas más reveladoras de eso que llamamos fascismo y que debemos continuar investigando en su actualidad.

10. PORTERO DE NOCHE
(Liliana Cavani, 1974)

En esta película, su autora se mete con la desmistificación de la polaridad conflictiva que permite concebir a un enemigo y se coloca en terrenos psicológicos intermedios, opacos, borrosos, de la relación humana, en los cuales una de las miles de historias personales, íntimas, que quedaron atascadas ante el final del conflicto bélico (en sus desastres y tragedias) despiertan impensables reacciones, ante las relaciones de dominio y poder que se dinamizaron con la guerra, se extinguieron con la paz y que luego resucitan, no necesariamente animadas por los impulsos políticos que las engendraron.

9. MEPHISTO
(István Csabó, 1982)

Hay una concepción de la cultura en el totalitarismo. El fascismo es impensable e insospechadamente culto. Saben sus militantes y dirigentes para qué debe servir la acción cultural cuando se transforma en arte y quiere acceder a la belleza, al genio humano, al ser y a la vida. El extremismo de derecha cuando accede al poder en forma de fascismo no sede un ápice de terreno ideológico a los artistas, ni sitios intermedios dónde puedan expresar sus disensos, divergencias, críticas. El artista tiene tres opciones válidas en el estado fascista, entrar en el juego del espectáculo de su política y callar, marcharse o morir. Las dos últimas están ligadas al riesgo y a la resistencia; la primera a la resignación y al engaño.

8. EL TIGRE BLANCO
(Karén Sajnazárov, 2012)

El fascismo transformó la guerra en un espantoso fetiche. Exaltó la muerte, elevó el sufrimiento, trabajó con meticulosidad de relojero los planes sorpresas e invasiones, hizo del sacrificio una religión y exacerbó la maquinaria bélica como a un gigantesco animal mitológico, para que sobreviviera en el tiempo aún a costa de la partida de sus militantes. Esas granadas ensordecedoras, esos fusiles explosivos, esas metrallas incansables, esos aviones aterrorizantes, esas bombas implacables, esos tanques aplastantes conforman una máquina omnipresente que no teniendo forma definida, cobra imaginarios entre quienes se encuentras en terrenos de resistencia y, en tiempos de paz, saben que puede volver con nuevas fuerzas.

7. EL HUEVO DE LA SERPIENTE
(Ingmar Bergman, 1977)

Lo que afloró el fascismo hacia afuera de las sociedades y países ha estado a la vista, se ha palpado a través de sus móviles bélicos y necrófilos, pero... ¿hemos imaginado todo lo que el fascismo ha recorrido hacia adentro, en los rincones oscuros de la existencia, allí donde produce la miseria, el hambre, la destrucción? ¿Sabemos de lo que son capaces esas fuerzas abisales venidas del odio, la discriminación, la xenofobia, la intolerancia, el racismo? ¿Alguien ha logrado auscultar más allá de la apariencia sufriente lo que el fascismo oculta en sus intenciones de hacer escatología con la proximidad humana? ¿Son éstas interrogantes, inquietudes que parten de leyendas urbanas o por el contrario tienen asidero en ritos iniciáticos donde se extirpa la sensibilidad humana? ¿Alguien sabe realmente de lo que es capaz el fascismo en esos terrenos?

6. LA CAIDA DE LOS DIOSES
(Luchino Visconti, 1969)

¿Quiénes se movilizaron y adaptaron sus objetivos al fascismo que tomó cuerpo en Europa a inicios del siglo XX? ¿Quiénes financiaron a sus líderes y fortalecieron sus espacios de calle con poder y sentido de pertenencia hacia el maltrato, la xenofobia y la discriminación? ¿Quiénes se entusiasmaron con sus políticas segregacionistas y discriminatorias que pusieron en práctica formas de esclavitud que los enriquecieron? ¿Quiénes permitieron, en el caso de Alemania, el ascenso de formas totalitarias de hacer política en los países? ¿Quiénes financiaron la maquinaria bélica con que los nazis se lanzaron a la terrible aventura de la guerra? ¿Quiénes se enriquecieron a costa del dolor de los pueblos arrasados? ¿Quiénes hicieron grandes negocios con los campos de exterminio y los experimentos de muerte masiva de personas? ¿Quiénes sustentaron a los gobiernos fascistas mientras Hitler aún no había mostrado los colmillos? ¿Quiénes alentaron el ahogo en sangre de la República Española? ¿Quiénes se horrorizaron ante la derrota militar de los ejércitos alemanes? ¿Quiénes buscaron huir? ¿Quiénes se cambiaron la careta? ¿Quiénes arreglaron el nuevo teatro? Los de siempre: La Burguesía.

5. UNA JORNADA PARTICULAR
(Ettore Scola, 1977)

¿Qué pasa cuando el fascismo es lo que queda, cuando es lo único? Nada se respira diferente a lo que su ideología plantea. Todo lo que se habla, lo que se escucha, lo que se siente parece entrar hacia los túneles construidos para que las mentes no puedan percibir nada más que frases manidas, para andar los caminos que un grupo planifica. Todos se reúnen para celebrar lo que para algunos no es más que asfixia e inconciencia. A los pocos que no participan sólo les queda el asiento de la sospecha, el rincón del señalamiento, el peligro del encierro, el alivio de la muerte. No hay posibilidades para la diferencia, so pena de sólo ser una sombra guardada en alguna íntima memoria.

4. EL GRAN DICTADOR
(Charles Chaplin, 1940)

La gran comedia del fascismo para el gran comediante: Chaplin. La inmensa parodia de un mundo que era manipulado por un demente (o demasiado cuerdo), con una política payasesca que se transformó en martirio. La personificación del dictador, del totalitario, del que fue capaz de transfigurarse para ser la figura de los demás que se desfiguraban ante él; quien fue capaz de perder al humano como en el juego del escondite para que el mismo humano se buscara y no se encontrara más que en la comedia de su propia tragedia. Hoy de nuevo ha vuelto como comedia, ¿Se transformará en tragedia?

3. NOVECENTO
(Bernardo Bertolucci, 1976)

Así como la historia del nazismo está apuñalada en la historia de Alemania, la historia del fascismo corre como un baboso pantano en las aguas históricas de Italia. Mezclada entre los albores anarquistas y los amaneceres comunistas, el fascismo supo descifrar las claves sociales que no desenredaron sus adversarios. Hicieron del horror el símbolo necesario para asirse al patriarcado que los amamantaba. El patricio antiguo era abuelo del patter fascista que regresaba a buscar su recompensa e impedir que los aires democráticos cundieran en un pueblo pobre y esquilmado por una oligarquía agricultora en decadencia. Supieron manipular al pueblo con claves que hay que admirar con arte, sentido político y hasta belleza.

2. SALO Y LOS CIENTO VEINTE DIAS DE SODOMA Y GOMORRA
(Pier Paolo Passolini, 1975)

Hay quienes dicen que desnudar al fascismo de esta manera costó la vida al director Passolini. Laceró con su visión atea, marxista, amoral, inmolativa a los grupos sociales que se involucraron con la República del Saló que cometió vejamen horrendo contra la población civil. Se nos pasea por la inimaginable crueldad de que es capaz un ser humano, cuya conciencia ha sido sometida al fanatismo, al desarrollo de un narcisismo brutal, al más abyecto individualismo. El cinismo implacable, el sarcasmo hiriente, el sadismo mortal son causa de una masacre moral que afectó la dignidad. Al principio se celebra la boda entre los sectores sociales cómplices.

1. FASCISMO COTIDIANO
(Mikhail Romm, 1965)

Está a nuestro lado, en la esquina, en el mercado, en el bar, en el parque, en la plaza, en la escuela. Agazapado esperando la oportunidad para volver al ataque. Es una conducta que responde a móviles perversos. Ya tiene historia, política, alcahuetes políticos y herederos. Este documento nos demuestra las condiciones sociales, políticas y culturales en que se dio su fenómeno, los líderes que lo elevaron a ideología, los pueblos que sirvieron de carne de cañón de su escalada, su aparente derrota. La mejor película realizada sobre el tema.


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