Hace dos mil años se habría sacrificado en Roma
un toro en el Templo de Marte para aplacar y apelar al Dios de la Guerra. Este
fin de semana en el D.C. [Distrito de Columbia], así como con toda seguridad en
Tel Aviv, y muy posiblemente en Londres, se abrirán los vinos y licores más
exquisitos, sin cuidado aparente de que el sacrificio requerido no se mida en
un solo animal sino en millones de humanos muertos y destruidos.
Matthew
Hoh
¿Adónde
vas mi bella prendida de azahares?
¿Adónde
vas preciosa cubierta de satenes?
¿Adónde
van tus cuentos fragantes y elevados?
¿Adónde
va el sultán que desvelas insomne?
Que los
genios destapen las cerradas botellas
Y se
impulsen al cielo con aladas alfombras
Que
preparen su estruendo al silbido de Abú
Calculando
el sentido de atrapar las estrellas
Protejed
las compuertas del Estrecho de Ormuz
Protejed
sus columnas de oceánica magnitud
Del demente
zarpazo imperial y sionista
Tu
voz en los milenios sea la paz venidera
Tu
voz de aquellos cuentos fortalezcan la unión
Y un
enjambre de pueblos elimine la guerra
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.