SACIADOS
El desierto se expandió de felicidad al ver a los
camellos sonreír.
VIRIDIANA
Sus hojas buscan saludar a un sol que baila al calor del
techo de la casa.
RILKE
Ciérrenle los ojos. Ya la fiebre ha huido con su vida sobre
los hombros.
MERCADO
Es mediodía y mi mano abierta aún no ha recibido la
caricia de una limosna.
TAXI
Había soñado esta madrugada que me llevaría al centro
comercial para comprar mis pantuflas pero pasó de largo.
MONO
De gorra, chaleco, sonrisa y perolita extendida enrosca el
rabo en el poste de la luz persiguiéndome con la música del organillero pero no
tengo dinero.
BARBARA
Y la llanura se tragó a la Doña.
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