miércoles, 30 de enero de 2019

ISOKÁRMICO




Como cocuyos apagados pasan los presentires

Noches y días se dejan llevar
por el vals de la incertidumbre

Creemos que un cuchillo nos espera
a la vuelta de las esquinas acostumbradas

Desde lejos una antigua boca grita ordena manda
La soledad deja pasar la saliva como un rocío magro

Siempre se ha visto al viento arrasar con las arenas
Por millones sus granos se trasladan como mantos
A veces las serpientes faraonizan sus andaduras
Titila el miedo cuando los venenos imaginan

Los árboles hablan y se trasladan sin ser vistos
Nadie sabe hasta dónde pueden llegar sus raíces
Sólo la tierra conoce los límites de todo cuanto respira

Se escuchan los pasos del provenir
Nada ve quien se asoma
¿Acaso fueron vuelos solamente?
¿Aletazos de un pájaro asechante destrozando nidos?
¿Esperanzas cansadas de imposturar sueños?

Es difícil que el mañana nos confiese sus penas

¿A quién no le gustaría que le cuenten un cuento para dormir?
Algo sí como la historia de una luna que nos visita
Y nos trae un pedazo de luz envuelto en una manta de paz

Nada bueno ha sido convertirnos en relojes
Ser alarmas insensibles fue sólo un paso

Me sorprendí cuando quise cerrar mis ojos
por siglos ya estaban cerrados
¿Entonces qué veía?
¿Qué veré cuando los abra?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.