domingo, 24 de marzo de 2019

DAMA GRIS




… mi cuerda débil efímera sacudió las articulaciones fuertes tensas de las manos d’el tan feroces tiernas como de tocata ciega pergolando entre los trastes y las marcas de las notas porque para qué la guitarra si no es para clamar hasta que se impusiera su garganta o hasta que yo llegara a sus eternos lugares trémulos que se adornaban cada tanto con canciones capaces de rayar el fierro más extremo de un corazón ausente pero qué puede ser más fuertes que mi avalancha de sobriedades ocultas y mis asaltos moribundos tan desencajados que ni una copa de vino era capaz de revivirlos de hacer que emanaran sin terciopelo sin acariciados instantes como acampanados por cualquier tarde en la peña donde no se podía reír sin ser mal visto ni distraerse de las congojas sin que hasta el más mínimo acorde te acusara de alma acatarrada por la costumbre hasta que tendría que ser yo quien asomara a sus quebrantados tumultos para encenderle una melindrosa vela apenas triunfante de las penumbras en algún lado de su espíritu y acosada por un viento asesino de jolgorios para que entonces venga a verme en su rostro en su desenfrenada impotencia por discutirle una carcajada a la soledad en que nos deja su voz y su cuerda porque hace que nos deleitemos con esas tristezas que gravitan para hacernos caer en cuenta de que apenas andamos vivos si no le escuchamos decir lo que su melodía dice lo que su armonía devasta lo que no se puede decir sin sentir que un canto se rebeldiza de las nimiedades y donde ando vigilando el imperceptible trastorno que deja en los vacíos …







Del libro inédito LIMBIC@S: Buscan contextos para llegar a ser textos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.