sábado, 30 de marzo de 2019

¿POR QUÉ LA MISIÓN RUSA LLEGÓ A VENEZUELA?



En nuestras tierras del Abya Yala, gobernadas por mandatarios cipayos arrodillados al gobierno de los Estados Unidos EEUU, resulta inconcebible, criticable y atacado por parte de las oligarquías y sus asociados, que algún gobierno establezca relaciones cercanas con otro ubicado en un área de influencia política y económica diferente y tome distancia del inquilino de la Casa Blanca. La “América”, como se le ha llamado en las imposiciones de la doctrina Monroe (y desde la llegada de los europeos en 1492) es “para los americanos” o sea para los EEUU. Y si a esto agregamos que el agresivo presidente Teodoro “Teddy” Roosevelt (1901-1909) llamó a nuestro lar ancestral “patio trasero”, nada bueno hemos tenido qué buscar en sus fauces expoliadoras. Han sido los gringos (también llamados yankys) quienes han dispuesto de los destinos de los pueblos, so pena de que éstos sean agredidos, invadidos, masacrados, si buscan relaciones estratégicas con gobiernos de otros países y pueblos con miras independientes.



Paulatinamente, desde el año 1998 hasta hoy, los gobiernos bolivarianos de Venezuela han decidido ser independientes de la influencia del gobierno de los EEUU. Tanto el comandante Hugo Chávez Frías y el camarada Nicolás Maduro Moros desde la primera magistratura se han colocado en una perspectiva multipolar frente al mundo unipolar que los agentes del hegemón están dictando desde sus fórmulas económicas neoliberales. Esto ha ocasionado una violenta reacción de las águilas calvas gobernantes en el llamado Pentágono y de los sectores ultra reaccionarios que defienden los intereses del hegemón capitalista en los gobiernos de las Europas, a través de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de todo el andamiaje de intrigas que dinamiza influencias en la moribunda Organización de Estados Americanos (OEA) y en la tambaleante Organización de Naciones Unidas (ONU). La situación de guerra económica, bloqueo, asedio, violencia que enfrenta actualmente Venezuela, se debe en buena parte a su luchado encuentro con la segunda independencia que significa también un cuestionamiento a la manera cómo se dirigen las relaciones internacionales y un enfrentamiento con el hegemón capitalista.



Esta diferenciación y distanciamiento que supone una visión multipolar ha llevado al pueblo y al gobierno de Venezuela a estrechar relaciones estratégicas con países como Rusia, China, Irán y a solidarizarse con causas de los pueblos en lucha. Es innegable que actualmente Venezuela es un polo referencial de importancia política frente a otros pueblos y a los poderes hegemónicos capitalistas debido a los logros obtenidos en su accionar social de 20 años. La Patria de Bolívar es hoy el epicentro de la geopolítica en toda la Pachamama y el desvelo perenne de cuanto sátrapa cobije sus bajos instintos políticos en los contubernios imperiales. Al distanciarse de EEUU por obra de la reacción bélica y guerrerista de este país, su proximidad con Rusia se materializa en muchas dimensiones multilaterales. Es de esperarse que estas relaciones alejadas de los intereses de los EEUU sean cuestionadas por los sectores reaccionarios internos y externos afectos a las políticas de Washington. Esa territorialidad marcada por nuevos puntos en común con países como Rusia, debe ser significada desde miradas históricas para contribuir a aclarar el panorama de mucha gente del pueblo venezolano y allende sus fronteras que pudiera confundirse, debido a la trasnochada propaganda anticomunista que se ha echado a rodar por los laboratorios de guerra sucia del hegemón. Hoy son otros tiempos y las relaciones geopolíticas se configuran desde la manera como discurren los acontecimientos, con otra visión; pretender mirarlas con la gastada lente de la Guerra Fría de los años 50 del siglo XX es una burda y malévola manipulación de sectores que apuestan a mantener intactas las relaciones de poder capitalistas tendientes al eje unipolar. Hace falta la inclusión de muchas miradas que desaten acciones emancipatorias diversas e impliquen todas y cada una de las jugadas políticas que surgen desde el holograma de relaciones independientes. Allí puede explicarse la profundización de las relaciones entre Venezuela y Rusia.



¿DE DÓNDE VIENEN LOS RUSOS?



A inicios del siglo XX, Rusia conformaba un pueblo de pueblos esquilmados por una bárbara monarquía. Sin embargo, a diferencia de lo que estableció el filósofo alemán Carlos Marx en su teoría revolucionaria hacia el comunismo, donde el supuesto era que la revolución se desplegaría en los países más industrializados, en cambio, las transformaciones se fueron empollando desde los países con más debilidades frente al modelo capitalista. En la situación de Rusia, se combinaron cinco aspectos fundamentales: una dirigencia político revolucionaria que desplegó un acertado análisis concreto para el contexto donde desplegaba su acción, una vanguardia militante que supo organizar un partido político apoyado en la teoría revolucionaria desplegada en una práctica exitosa, un líder estudioso del marxismo y la filosofía política que supo dirigir la acción con la teoría revolucionaria en la constitución de un partido fuerte y novedoso, una acertada política en favor de la paz que cundió entre los soldados (y sus familias) que regresaban atormentados del frente de la llamada primera guerra mundial y la incorporación de un pueblo perteneciente a dos sectores sociales esenciales (campesino y obrero) que asimiló con decisión el rumbo histórico que se fue consumando hasta derrocar a la monarquía y tomar el poder.



Es quizás la Revolución Rusa, también llamada Revolución Bolchevique (1917), la más hermosa gesta lograda durante el siglo XX. Aquellas utopías socialistas que se fueron sembrando en Europa durante el siglo XIX en favor de los desposeídos y desposeídas del mundo y que tuvo al Manifiesto Comunista y a la teoría marxista como impulsores de acciones proletarias, se materializó en el país más alejado de los procesos industriales en la tierra. El liderazgo de V. I. Lenin y del partido bolchevique constituyeron la flama que regó de esperanzas transformadoras a toda la Rusia y a todo el mundo desposeído. No hubo rincón de la Pachamama adonde no llegara el influjo de esta epopeya de los pobres.



La Revolución Bolchevique que termina conformando el Partido Comunista, resiste el asedio interno de los llamados Rusos Blancos y de los gobiernos de los países europeos que se colocaron en Santa Alianza contra esta novedosa utopía, mientras los desheredados de todas partes, viendo materializada aquella consigna del Manifiesto Comunista: “Proletarios del mundo uníos”, se lanzaron a las calles en procura de extender aquel contundente gesto emancipador en busca de la victoria final. No sucedió así. Las clases reaccionarias internacionales se armaron contra las revoluciones en marcha y de éstas emanó el más nefasto liderazgo jamás conocido. En acción belicista se colocó el fascismo en primordiales países de las Europas como Alemania e Italia que plantearon una guerra de arrinconamiento a la Rusia invadida en 1941 por el poderoso ejército de la Alemania nazi. A esta acción bélica se le llamó segunda guerra mundial. En cuestión de días, aquella increíble maquinaria alemana construida en apenas 8 años, invadió los territorios rusos y sus pueblos, en una guerra incendiaria de arrase y exterminio que llegó casi a las puertas de la capital Moscú. Bajo el liderazgo de Iósif Stalin (1922-1952), el ejercito y el pueblo ruso resistieron heroicamente, lo que al dirigente alemán Adolfo Hitler le parecía una fácil victoria. La guerra de guerrillas planteada desde cada pueblo, la resistencia habida en batallas casa por casa, el despliegue de un sorpresivo armamento construido mediante un impulso inaudito en los últimos años (que los dirigentes nazis subestimaron), la acción decidida de contingentes populares (Ejército Rojo) dirigidos por extraordinarios estrategas militares y los efectos del más terrible invierno (jamás vivido antes) a finales de 1943, terminaron por arrodillar al otrora invencible ejército alemán.



Son inolvidables para la memoria de los pueblos de la Pachamama las legendarias batallas en las ciudades rusas de Stalingrado y Leningrado, en donde resistieron y vencieron hombres, mujeres, niñas, niños, jóvenes, abuelos y abuelas que se batieron en defensa de cada rincón de sus ciudades y de su patria; y al final, cuando el Ejercito Rojo, luego de cruzar todos los pueblos de la Europa del Este, entró en la ciudad de Berlín vencida, la heroica Rusia, con su pueblo y su ejército, había rendido en batallas por el mundo emancipado del fascismo (que llamaron Guerra Patria) 20 millones de víctimas. Cuando los soldados del ejército ruso, comandados por el general Yukov, encuentran los cadáveres incinerados de Hitler y de su mujer Eva Braun a las puertas de su bunker, la Rusia, ahora transformada en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), se erigía como única fuerza victoriosa en todo el orbe geopolítico. Luego vendrían los EEUU, con su oportunismo de siempre, a aparecer en combates de última hora, como ganadores de una victoria que nunca les ha correspondido.



DE LOS HEROICOS RUSOS AQUELLOS A LOS DE AHORA



Finalizada la llamada segunda guerra mundial en 1945 con el Tratado de Yalta, se conformaron dos polos de poder e influencia que pasan a manejar las tensiones políticas, en lo que se llamó la “Guerra Fría”, estos son, a saber: el polo comunista congregado por los países del Pacto de Varsovia con la URSS a la cabeza y el polo capitalista representado por los países de la OTAN, hegemonizado por los EEUU. Esta tirantez geopolítica cobró mayor fuerza a raíz de varios acontecimientos políticos tales como, el levantamiento del llamado Muro de Berlín como consecuencia de las disputas territoriales de los dos polos sobre este país derrotado, la victoria de la Revolución Popular China que incluye a este gran país en el área de influencia comunista y la llamada guerra de Corea que finalmente la divide en dos, con las tendencias correspondientes: Norte comunista y Sur capitalista. Pequeñas guerras mundiales se vivieron desde entonces, en donde la URSS representó un polo que se extendió con la llamada guerra de Vietnam, los movimientos emancipatorios anticoloniales de los países africanos, abyayalos y la materialización de la Revolución Cubana. El papel de los EEUU básicamente ha sido el de represor e invasor de aquellos países que tendían a pasarse a la influencia comunista y a liberarse del capitalismo. Es importante aportar que en estos años la URSS se erigió en una potencia económica, científica, deportiva, armamentista, política que fue contrapeso en muchas luchas y que disputó la hegemonía a los EEUU.



Mientras esto transcurría, sucedía a lo interno del gran país comunista una conmoción política, debido a cuestionamientos habidos contra el gobierno de Iosif Stalin (1922-1952). Las primeras escaramuzas significativas del debate se mostraron en la década de los años 60 del siglo XX durante el gobierno de Nikita Jhruchev en donde se plasmaron las evidencias iniciales de contradicciones teóricas y prácticas con el ideal progresista y revolucionario, llegando a cambiarse el nombre de la ciudad Stalingrado por el de Vologrado, aunque lo denso de este debate se postergó cuando la tendencia cuestionadora fue derrotada. No es sino hasta inicios de la década de los años 80 cuando una corriente interna del Partido Comunista de la URSS (PCUS) cobra fuerza en la sociedad soviética y propone cambios en todas las estructuras; Perestroika se llamó e inundó al PCUS acabando con su hegemonía social, tomó causes importantes (aunque transitorios) en la sociedad, arrasó con el Pacto de Varsovia y concluyó con la deposición de todos los gobiernos de los países allí pertenecientes, con la consecuencia del desmembramiento de Yugoslavia y otros países. Ya la vía al socialismo con el apoyo soviético quedaba cancelada. Posteriormente se ha sabido que este proceso tuvo a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los EEUU como fuerte aliado secreto.



SATELITE SOVIETICO SPUTNIK
El final de la URSS significó para los países del área comunista y para las luchas de los pueblos apoyadas en estos referentes, un desmedro de su poder, enraizamiento e influencia. La Rusia volvió a su conformación originaria (incluso, perdiendo el nombre de su ciudad Leningrado por el de San Petersburgo y la influencia en los países que tuvo bajo su égida) y le correspondió vivir una convulsión política y económica interna de consecuencias graves para su sociedad, ya que el cambio de la conformación alrededor de un solo partido a una estructura plural causó una contracción en la participación de los diversos sectores, aunado al nuevo modelo económico que habrían de desplegar. Varios Presidentes han sido elegidos hasta hoy, sin embargo, existe un detalle de importante significación que no se puede soslayar: la Rusia es heredera casi absoluta de todo el poderío tecnológico, científico y militar que desarrolló la fenecida URSS.



Una fuerte reorganización ha vivido la sociedad rusa, tanto que hoy se muestra con la posibilidad cierta, activa, dinámica de intercambiar experiencias con el resto de países, gobiernos y pueblos de la Pachamama, sin demostrar los apetitos hegemónicos que tuvo la extinta URSS en desgaste de su finalidad humana con la hegemonía capitalista, por el contrario, con la oportunidad de significar un contrapeso geopolítico que marque una diferenciación del siempre manifiesto por los EEUU y los países de las Europas de corte bélico, ingerencista, invasor, fascista, racista, destructivo e inusitadamente esclavista.



EL CAPITALISMO SE DERRUMBA PELIGROSAMENTE



Los signos bélicos mostrados actualmente por los EEUU colocan a los agentes del hegemón capitalista en un callejón sin salida. Con una sociedad desmoralizada por tanta manipulación, un gobierno ultra reaccionario que tiene al super racista Ku Klux Klan como aliado excepcional, un ejército teledirigido hacia objetivos de mentira, un espectáculo de farándula por diálogo social, un chiste de mal gusto por discurso político, la guerra destructiva hacia todo objetivo vivible en la Pachamama como única estrategia, estamos ante el derrumbe de un sistema que coloca a la humanidad en grave peligro de extinción. En momentos como éste la Paz es un estandarte revolucionario de imprescindible izar y el diálogo entre pueblos para buscar consensos emancipatorios marcan la única posibilidad de sobrevivencia en la Pachamama. Negarse al agotamiento de los recursos naturales no renovables y continuar con urgencia la promoción de la siembra en toda la humanidad de una conciencia cósmica que auspicie el apoyo a toda forma de vida es una discusión de urgencia suprema.



Al innegable contrapeso militar que pueda representar Rusia para Venezuela en su actual enfrentamiento con los factores del capital y para el resto de pueblos de la Pachamama en favor de la paz, está el diálogo acerca de la insoportable sobrevivencia a la que nos ha llevado la práctica con el capitalismo. El retroceso ahora planteado por el hegemón a niveles de esclavitud para los pueblos no puede ser aceptado, es necesario resistirlo, enfrentarlo, contrarrestarlo y vencerlo. Si continúa el peligroso avance de las fuerzas capitalistas en contra de los pueblos, no habrá humanidad libre en lo porvenir. Es la oportunidad de levantar una conciencia cósmica que nos preserve y nos ofrezca una nueva oportunidad de recuperar la Pachamama que estamos apunto de perder. Un diálogo permanente entre los gobiernos de Rusia y Venezuela puede contribuir a garantizar con permanencia el enraizamiento del árbol de una geopolítica emancipatoria en la territorialidad política y espiritual de estos anhelos con alientos de una paz duradera, a los que no podemos renunciar jamás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.