En
nuestras tierras del Abya Yala, gobernadas por
mandatarios cipayos arrodillados al gobierno de los Estados Unidos
EEUU, resulta inconcebible, criticable y atacado por parte de las
oligarquías y sus asociados, que algún gobierno establezca
relaciones cercanas con otro ubicado en un área de influencia
política y económica diferente y tome distancia del inquilino de la
Casa Blanca. La “América”, como se le ha llamado en las
imposiciones de la doctrina Monroe (y desde la llegada de los
europeos en 1492) es “para los americanos” o sea para los EEUU. Y
si a esto agregamos que el agresivo presidente Teodoro “Teddy”
Roosevelt (1901-1909) llamó a nuestro lar ancestral “patio trasero”, nada
bueno hemos tenido qué buscar en sus fauces expoliadoras. Han sido
los gringos (también llamados yankys) quienes han dispuesto de los
destinos de los pueblos, so pena de que éstos sean agredidos,
invadidos, masacrados, si buscan relaciones estratégicas con
gobiernos de otros países y pueblos con miras independientes.
Paulatinamente,
desde el año 1998 hasta hoy, los gobiernos bolivarianos de Venezuela
han decidido ser independientes de la influencia del gobierno de los
EEUU. Tanto el comandante Hugo Chávez Frías y el camarada Nicolás
Maduro Moros desde la primera magistratura se han colocado en una
perspectiva multipolar frente al mundo unipolar que los agentes del
hegemón están dictando desde sus fórmulas económicas
neoliberales. Esto ha ocasionado una violenta reacción de las
águilas calvas gobernantes en el llamado Pentágono y de los
sectores ultra reaccionarios que defienden los intereses del hegemón
capitalista en los gobiernos de las Europas, a través de la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de todo el
andamiaje de intrigas que dinamiza influencias en la moribunda
Organización de Estados Americanos (OEA) y en la tambaleante
Organización de Naciones Unidas (ONU). La situación de guerra
económica, bloqueo, asedio, violencia que enfrenta actualmente
Venezuela, se debe en buena parte a su luchado encuentro con la
segunda independencia que significa también un cuestionamiento a la
manera cómo se dirigen las relaciones internacionales y un
enfrentamiento con el hegemón capitalista.
Esta
diferenciación y distanciamiento que supone una visión multipolar
ha llevado al pueblo y al gobierno de Venezuela a estrechar
relaciones estratégicas con países como Rusia, China, Irán y a
solidarizarse con causas de los pueblos en lucha. Es innegable que
actualmente Venezuela es un polo referencial de importancia política
frente a otros pueblos y a los poderes hegemónicos capitalistas
debido a los logros obtenidos en su accionar social de 20 años. La
Patria de Bolívar es hoy el epicentro de la geopolítica en toda la
Pachamama y el desvelo perenne de cuanto sátrapa cobije sus bajos
instintos políticos en los contubernios imperiales. Al distanciarse
de EEUU por obra de la reacción bélica y guerrerista de este país,
su proximidad con Rusia se materializa en muchas dimensiones
multilaterales. Es de esperarse que estas relaciones alejadas de los
intereses de los EEUU sean cuestionadas por los sectores
reaccionarios internos y externos afectos a las políticas de
Washington. Esa territorialidad marcada por nuevos puntos en común
con países como Rusia, debe ser significada desde miradas históricas
para contribuir a aclarar el panorama de mucha gente del pueblo
venezolano y allende sus fronteras que pudiera confundirse, debido a
la trasnochada propaganda anticomunista que se ha echado a rodar por
los laboratorios de guerra sucia del hegemón. Hoy son otros tiempos
y las relaciones geopolíticas se configuran desde la manera como
discurren los acontecimientos, con otra visión; pretender
mirarlas con la gastada lente de la Guerra Fría de los años 50 del
siglo XX es una burda y malévola manipulación de sectores que
apuestan a mantener intactas las relaciones de poder capitalistas
tendientes al eje unipolar. Hace falta la inclusión de muchas
miradas que desaten acciones emancipatorias diversas e impliquen
todas y cada una de las jugadas políticas que surgen desde el
holograma de relaciones independientes. Allí puede explicarse la
profundización de las relaciones entre Venezuela y Rusia.
¿DE
DÓNDE VIENEN LOS RUSOS?
A
inicios del siglo XX, Rusia conformaba un pueblo de pueblos
esquilmados por una bárbara monarquía. Sin embargo, a diferencia de
lo que estableció el filósofo alemán Carlos Marx en su teoría
revolucionaria hacia el comunismo, donde el supuesto era que la
revolución se desplegaría en los países más industrializados, en
cambio, las transformaciones se fueron empollando desde los países
con más debilidades frente al modelo capitalista. En la situación
de Rusia, se combinaron cinco aspectos fundamentales: una dirigencia
político revolucionaria que desplegó un acertado análisis concreto
para el contexto donde desplegaba su acción, una vanguardia
militante que supo organizar un partido político apoyado en la
teoría revolucionaria desplegada en una práctica exitosa, un líder
estudioso del marxismo y la filosofía política que supo dirigir la
acción con la teoría revolucionaria en la constitución de un
partido fuerte y novedoso, una acertada política en favor de la paz
que cundió entre los soldados (y sus familias) que regresaban
atormentados del frente de la llamada primera guerra mundial y la
incorporación de un pueblo perteneciente a dos sectores sociales
esenciales (campesino y obrero) que asimiló con decisión el rumbo
histórico que se fue consumando hasta derrocar a la monarquía y tomar
el poder.
Es
quizás la Revolución Rusa, también llamada Revolución Bolchevique
(1917), la más hermosa gesta lograda durante el siglo XX. Aquellas
utopías socialistas que se fueron sembrando en Europa durante el
siglo XIX en favor de los desposeídos y desposeídas del mundo y que
tuvo al Manifiesto Comunista y a la teoría marxista como impulsores
de acciones proletarias, se materializó en el país más alejado de
los procesos industriales en la tierra. El liderazgo de V. I. Lenin y
del partido bolchevique constituyeron la flama que regó de
esperanzas transformadoras a toda la Rusia y a todo el mundo
desposeído. No hubo rincón de la Pachamama adonde no llegara el
influjo de esta epopeya de los pobres.
La
Revolución Bolchevique que termina conformando el Partido Comunista,
resiste el asedio interno de los llamados Rusos Blancos y de los
gobiernos de los países europeos que se colocaron en Santa Alianza
contra esta novedosa utopía, mientras los desheredados de todas
partes, viendo materializada aquella consigna del Manifiesto
Comunista: “Proletarios del mundo uníos”, se lanzaron a las
calles en procura de extender aquel contundente gesto emancipador en
busca de la victoria final. No sucedió así. Las clases
reaccionarias internacionales se armaron contra las revoluciones en
marcha y de éstas emanó el más nefasto liderazgo jamás conocido.
En acción belicista se colocó el fascismo en primordiales países
de las Europas como Alemania e Italia que plantearon una guerra de
arrinconamiento a la Rusia invadida en 1941 por el poderoso ejército
de la Alemania nazi. A esta acción bélica se le llamó segunda
guerra mundial. En cuestión de días, aquella increíble maquinaria
alemana construida en apenas 8 años, invadió los territorios rusos
y sus pueblos, en una guerra incendiaria de arrase y exterminio que
llegó casi a las puertas de la capital Moscú. Bajo el liderazgo de
Iósif Stalin (1922-1952), el ejercito y el pueblo ruso resistieron
heroicamente, lo que al dirigente alemán Adolfo Hitler le parecía
una fácil victoria. La guerra de guerrillas planteada desde cada
pueblo, la resistencia habida en batallas casa por casa, el
despliegue de un sorpresivo armamento construido mediante un impulso
inaudito en los últimos años (que los dirigentes nazis
subestimaron), la acción decidida de contingentes populares
(Ejército Rojo) dirigidos por extraordinarios estrategas militares y
los efectos del más terrible invierno (jamás vivido antes) a
finales de 1943, terminaron por arrodillar al otrora invencible
ejército alemán.
Son
inolvidables para la memoria de los pueblos de la Pachamama las
legendarias batallas en las ciudades rusas de Stalingrado y
Leningrado, en donde resistieron y vencieron hombres, mujeres, niñas,
niños, jóvenes, abuelos y abuelas que se batieron en defensa de
cada rincón de sus ciudades y de su patria; y al final, cuando el
Ejercito Rojo, luego de cruzar todos los pueblos de la Europa del
Este, entró en la ciudad de Berlín vencida, la heroica Rusia, con
su pueblo y su ejército, había rendido en batallas por el mundo
emancipado del fascismo (que llamaron Guerra Patria) 20 millones de
víctimas. Cuando los soldados del ejército ruso, comandados por el
general Yukov, encuentran los cadáveres incinerados de Hitler y de
su mujer Eva Braun a las puertas de su bunker, la Rusia, ahora
transformada en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
(URSS), se erigía como única fuerza victoriosa en todo el orbe
geopolítico. Luego vendrían los EEUU, con su oportunismo de
siempre, a aparecer en combates de última hora, como ganadores de
una victoria que nunca les ha correspondido.
DE
LOS HEROICOS RUSOS AQUELLOS A LOS DE AHORA
Finalizada
la llamada segunda guerra mundial en 1945 con el Tratado de Yalta, se
conformaron dos polos de poder e influencia que pasan a manejar las
tensiones políticas, en lo que se llamó la “Guerra Fría”,
estos son, a saber: el polo comunista congregado por los países del
Pacto de Varsovia con la URSS a la cabeza y el polo capitalista
representado por los países de la OTAN, hegemonizado por los EEUU.
Esta tirantez geopolítica cobró mayor fuerza a raíz de varios
acontecimientos políticos tales como, el levantamiento del llamado
Muro de Berlín como consecuencia de las disputas territoriales de
los dos polos sobre este país derrotado, la victoria de la
Revolución Popular China que incluye a este gran país en el área
de influencia comunista y la llamada guerra de Corea que finalmente
la divide en dos, con las tendencias correspondientes: Norte
comunista y Sur capitalista. Pequeñas guerras mundiales se vivieron
desde entonces, en donde la URSS representó un polo que se extendió
con la llamada guerra de Vietnam, los movimientos emancipatorios
anticoloniales de los países africanos, abyayalos y la
materialización de la Revolución Cubana. El papel de los EEUU
básicamente ha sido el de represor e invasor de aquellos países que
tendían a pasarse a la influencia comunista y a liberarse del
capitalismo. Es importante aportar que en estos años la URSS se
erigió en una potencia económica, científica, deportiva,
armamentista, política que fue contrapeso en muchas luchas y que
disputó la hegemonía a los EEUU.
Mientras
esto transcurría, sucedía a lo interno del gran país comunista una
conmoción política, debido a cuestionamientos habidos contra el
gobierno de Iosif Stalin (1922-1952). Las primeras escaramuzas
significativas del debate se mostraron en la década de los años 60
del siglo XX durante el gobierno de Nikita Jhruchev en donde se
plasmaron las evidencias iniciales de contradicciones teóricas y
prácticas con el ideal progresista y revolucionario, llegando a
cambiarse el nombre de la ciudad Stalingrado por el de Vologrado,
aunque lo denso de este debate se postergó cuando la tendencia
cuestionadora fue derrotada. No es sino hasta inicios de la década
de los años 80 cuando una corriente interna del Partido Comunista de
la URSS (PCUS) cobra fuerza en la sociedad soviética y propone
cambios en todas las estructuras; Perestroika se llamó e inundó al
PCUS acabando con su hegemonía social, tomó causes importantes
(aunque transitorios) en la sociedad, arrasó con el Pacto de
Varsovia y concluyó con la deposición de todos los gobiernos de los
países allí pertenecientes, con la consecuencia del desmembramiento
de Yugoslavia y otros países. Ya la vía al socialismo con el apoyo
soviético quedaba cancelada. Posteriormente se ha sabido que este
proceso tuvo a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los EEUU
como fuerte aliado secreto.
SATELITE SOVIETICO SPUTNIK |
El
final de la URSS significó para los países del área comunista y
para las luchas de los pueblos apoyadas en estos referentes, un
desmedro de su poder, enraizamiento e influencia. La Rusia volvió a
su conformación originaria (incluso, perdiendo el nombre de su
ciudad Leningrado por el de San Petersburgo y la influencia en los
países que tuvo bajo su égida) y le correspondió vivir una
convulsión política y económica interna de consecuencias graves
para su sociedad, ya que el cambio de la conformación alrededor de
un solo partido a una estructura plural causó una contracción en la
participación de los diversos sectores, aunado al nuevo modelo
económico que habrían de desplegar. Varios Presidentes han sido
elegidos hasta hoy, sin embargo, existe un detalle de importante
significación que no se puede soslayar: la Rusia es heredera casi
absoluta de todo el poderío tecnológico, científico y militar que
desarrolló la fenecida URSS.
Una
fuerte reorganización ha vivido la sociedad rusa, tanto que hoy se
muestra con la posibilidad cierta, activa, dinámica de intercambiar
experiencias con el resto de países, gobiernos y pueblos de la
Pachamama, sin demostrar los apetitos hegemónicos que tuvo la
extinta URSS en desgaste de su finalidad humana con la hegemonía
capitalista, por el contrario, con la oportunidad de significar un
contrapeso geopolítico que marque una diferenciación del siempre
manifiesto por los EEUU y los países de las Europas de corte bélico,
ingerencista, invasor, fascista, racista, destructivo e
inusitadamente esclavista.
EL
CAPITALISMO SE DERRUMBA PELIGROSAMENTE
Los
signos bélicos mostrados actualmente por los EEUU colocan a los
agentes del hegemón capitalista en un callejón sin salida. Con una
sociedad desmoralizada por tanta manipulación, un gobierno ultra
reaccionario que tiene al super racista Ku Klux Klan como aliado
excepcional, un ejército teledirigido hacia objetivos de mentira, un
espectáculo de farándula por diálogo social, un chiste de mal
gusto por discurso político, la guerra destructiva hacia todo
objetivo vivible en la Pachamama como única estrategia, estamos ante
el derrumbe de un sistema que coloca a la humanidad en grave peligro
de extinción. En momentos como éste la Paz es un estandarte
revolucionario de imprescindible izar y el diálogo entre pueblos
para buscar consensos emancipatorios marcan la única posibilidad de
sobrevivencia en la Pachamama. Negarse al agotamiento de los recursos
naturales no renovables y continuar con urgencia la promoción de la
siembra en toda la humanidad de una conciencia cósmica que auspicie
el apoyo a toda forma de vida es una discusión de urgencia suprema.
Al
innegable contrapeso militar que pueda representar Rusia para
Venezuela en su actual enfrentamiento con los factores del capital y
para el resto de pueblos de la Pachamama en favor de la paz, está el
diálogo acerca de la insoportable sobrevivencia a la que nos ha
llevado la práctica con el capitalismo. El retroceso ahora planteado
por el hegemón a niveles de esclavitud para los pueblos no puede ser
aceptado, es necesario resistirlo, enfrentarlo, contrarrestarlo y
vencerlo. Si continúa el peligroso avance de las fuerzas
capitalistas en contra de los pueblos, no habrá humanidad libre en
lo porvenir. Es la oportunidad de levantar una conciencia cósmica
que nos preserve y nos ofrezca una nueva oportunidad de recuperar la
Pachamama que estamos apunto de perder. Un diálogo permanente entre
los gobiernos de Rusia y Venezuela puede contribuir a garantizar con
permanencia el enraizamiento del árbol de una geopolítica
emancipatoria en la territorialidad política y espiritual de estos
anhelos con alientos de una paz duradera, a los que no podemos
renunciar jamás.
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