sábado, 1 de junio de 2019

EL FERRO



Tal vez la gran virtud del comandante Hugo Chávez Frías como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela haya sido, como ningún otro en la historia republicana, su tendencia a siempre favorecer a las mayorías, a los desfavorecidos, a los pata en el suelo como él mismo se llamaba. Oriundo del llano; (muchos y muchas conocemos de su nacimiento en Sabaneta de Barinas), se crió con el ojo sensible puesto en los más pobres, en los desheredados y nunca olvidó este ejercicio de su espiritualidad. Es por esto que todos sus proyectos los soñó pensando en el pueblo venezolano, más que en particularidades, parcialidades, facciones, grupitos o mafias. Cuando se mira la extensión de las Misiones Sociales que se desplegaron durante su mandato, vemos a todo un pueblo beneficiándose de esta inmensa gestión social que levantó a una Patria postergada por 40 años de bipartidismo cipayo, entreguista y hambreador que superó en menos de una década índices internacionales importantes.

Uno de los proyectos con más alcance de los que pudo haber soñado y echado a andar el comandante Hugo Chávez fue el de la Red Ferroviaria. Como todo venezolano o venezolana que comienza a estudiar el mapa de la Patria en la escuela, Chávez se preguntó: ¿Cómo es posible que Venezuela, teniendo más de un millón de kilómetros cuadrados de extensión territorial y los inmensos recursos manejados por gobernantes anteriores, no cuente con una red ferroviaria extendida en sus cuatro costados? El Comandante de Sabaneta tenía la respuesta: desde el año 1958 se apoderaron definitivamente de Venezuela, los agentes de poderosas compañías automotrices venidas de los Estados Unidos (EEUU) que contaron con la aprobación de los gobernantes en 40 años de la IV República. Nombres dolarizados como Nelson Rockefeller fueron mediadores en lo que fue el empoderamiento de un sin fin de concesionarios automotrices que colmaron de carros a la Patria hasta el último rincón, cuyos intereses eran contrarios a cualquier plan de ferrocarriles que se planificara en Venezuela.

En una de sus primeras alocuciones, todas llenas de sueños semejantes al pueblo, aquel Presidente Chávez habló más de una vez de construir una Red de Ferrocarriles que atravesara Venezuela; muchas veces mostró ante las cámaras de Venezolana de Televisión (VTV), un mapa del territorio para trazar todo un gran proyecto ferroviario que garantizara el transporte de alimentos y pasajeros para reducir los costos al mínimo y favorecer al pueblo que somos y este pueblo que somos, en suprema justicia comenzó a soñar con él este proyecto. Este deseo no dejó de plasmarlo en la realidad, aprobando los recursos necesarios para tan loable finalidad. Estupendas acciones como ésta, fueron el nefasto justificativo de la oligarquía cipaya y los agentes del imperio capitalista que los llevó a conspirar el 11 de abril de 2002 y llevar a cabo el sabotaje petrolero del año 2003. Las grandes compañías automotrices de EEUU y sus concesionarias estuvieron en vigilia permanente del encendido sabotaje que tenía como objetivo la caída del gobierno del Comandante Hugo Chávez: esto no sucedió.

Apuntalado el gobierno revolucionario, el proyecto comenzó fortaleciendo al Metro de Caracas con la adquisición de unidades para su flota de autobuses del servicio de transporte superficial, también el inimaginable Metro Cable que se extendería desde las estaciones del Metro hacia todos los Barrios de la Gran Caracas y viceversa (como son los ejemplos de San Agustín y Palo Verde), el Metro de Los Teques, de Valencia, de Maracaibo, el avance del Tren hacia Valencia y el Ferrocarril de los Valles del Tuy. Quienes se detengan ante esta monumental obra que apenas comenzaba, no pueden más que rendirse ante las evidencias de una realización revolucionaria de proyección incalculable (¡de sueño!). Quienes hoy deploran e injurian a nuestra Revolución Bolivariana, jamás podrán argumentar un sólo motivo en contra de este portento chavista realizado en menos de diez años (en medio de un sabotaje que nunca ha cesado), sin quedar como infames. Contra la ventisca oligarca y la carga heroica del pueblo que somos, el proyecto ferroviario arrancó con pie justo y firme.

¿Porqué el Ferrocarril comenzó por Valles del Tuy? Por varias razones. Una porque es la zona más cercana a Caracas que tiene los territorios más despejados hacia el Oriente del país; dos porque esta línea atiende al pasajero más desdichado de la tierra, el más maltratado, vilipendiado, discriminado por los transportistas y gobiernos regionales. Los y las compatriotas de los Valles del Tuy nunca han contado con la atención gubernamental (regional y nacional) en materia de transporte urbano y suburbano. Desde hace varias décadas, su población se compone de lugareños y gran número de habitantes venidos de Caracas que tienen en esta capital el germen de su actividad económica. Hasta la llegada de la línea General Ezequiel Zamora de los Valles del Tuy Caracas, el colapso de transporte tuyero era alarmante. El sufrimiento de usuarios y usuarias ante los factores que rodean el servicio de transporte siempre ha sido la constante. El Ferrocarril llega a los Valles del Tuy para transformarse en una alternativa que luego de consolidarse la Red, sería una solución definitiva para los tuyeros.

Hoy vemos paralizados muchos de estos proyectos estratégicos debido al genocida bloqueo económico que los gobiernos de EEUU y la Unión Europea (UE) operan contra Venezuela. Recorrer el Ferro (nombre que el pueblo le da al tren, a sabiendas de que es un Sistema aún incompleto) es detenerse ante la gigantesca materialización de un sueño construido con arquitectura, ingeniería, planes, proyectos, recursos de primera, para el transporte y el disfrute desde los Valles del Tuy a toda Venezuela. La amplitud digna de sus instalaciones, la perspectiva de que la obra puede empalmase con otras líneas que vienen y van recorriendo toda la patria, la capacidad de transportar usuarios y usuarias con seguridad y eficiencia, da para continuar resistiendo aún con más fuerza la agresión imperial que tenemos encima, defender la Patria que nos quieren arrebatar y fortalecer proyectos como el Sistema Nacional de Ferrocarriles; un sueño que construimos con el Comandante Hugo Chávez Frías y continuamos defendiendo con la Revolución Bolivariana del presente hacia el porvenir.

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